Si vas a viajar a la ciudad más antigua de Francia, es indispensable que planees el itinerario de tu viaje, pues hay muchos sitios que ver en Marsella que no te puedes perder. La ciudad lo tiene todo: un casco urbano único, pero también playas y naturaleza. Para ir a Marsella debes de tener suficientes días y así poder recorrerla en todo su esplendor y belleza.
Lugares que ver en la Vieja Marsella, un viaje al pasado
Marsella, o Marseille en francés, fue fundada en el año 600 a.C. Por aquí pasaron los foceos (originarios de Focea, una ciudad griega en la actual Turquía) y los romanos. Marsella es una perfecta mezcla de dos culturas diferentes que se asentaron y desarrollaron una importante ciudad que hoy en día se caracteriza por su viejo puerto con sus fuertes: Saint-Nicolas y Saint-Jean. Lo mejor de Marsella es que puedes combinar perfectamente el encanto de la naturaleza y las playas, con el aspecto histórico de la ciudad.

Le Panier
Detrás del Ayuntamiento de la ciudad se encuentra el casco antiguo o Le Panier. Uno de los lugares que ver en Marsella que no te puedes perder por ningún motivo es este viejo barrio que lleva el nombre de un antiguo hotel que estuvo allí en el siglo XVII: Le Logis du Panier. Desde 1983, el gobierno comenzó a restaurar la zona vieja de la ciudad para intentar devolverle su antiguo esplendor. Los esfuerzos no han sido en vano y Le Panier se ha convertido en un imprescindible para los turistas.
En Le Panier te recomendamos visitar la Maison Diamantée, construida por españoles e italianos, pero habitada por personas de dinero de Marsella, hasta que fue expropiada durante la Revolución Francesa. Es un perfecto ejemplo de la arquitectura manierista de la Provenza, con una fachada de diamantes en relieve y una escalera impresionante que solo podrás ver en esta ciudad. Desde 1925 es considerada Monumento Histórico.
Las casas del barrio Le Panier son pintorescas, con fachadas de múltiples colores, y en una de estas casitas se encuentran el Museo de Arqueología Mediterránea y el Museo de Arte Africano, Oceánico y Amerindio. Además puedes entrar a bares, cafeterías y restaurantes típicos de la ciudad que te encantarán.
Palacio Longchamp
El palacio Longchamp es un bellísimo edificio en el que se encuentran los museos de Historia Natural y el de Bellas Artes. También es casa del jardín botánico y de un observatorio. El Museo Nacional de Historia Natural se localiza en el ala derecha del palacio desde 1869 y es uno de los mejores de Europa en su especie. Durante tu recorrido, puedes encontrarte con una muy completa colección zoológica para comprender la evolución de los seres vivos. ¡Aquí hay más de 40.000 fósiles para los amantes de la paleontología!
Por su parte, el Museo de Bellas Artes (en el ala opuesta del palacio), data de 1801 y es el museo más antiguo de la ciudad. Aquí el visitante podrá contemplar obras artísticas de los siglos XVI al XIX, incluyendo pinturas de Rubens, Perugino o Vernet.
Jardín de los Vestigios
¿Te gusta la historia? Entonces no puedes perderte el maravilloso Jardín de los Vestigios. Es un parque en el que no solo podrás relajarte y pasear, sino encontrarte con importantes restos arqueológicos griegos y romanos. Por ejemplo, aquí en este jardín el visitante podrá contemplar las antiguas murallas (datan del siglo III a.C), el Muro de Crinas o piedras talladas de la cantera de Saint Victor. Sin embargo, lo más destacado es la carretera asfaltada que lleva a la ciudad Foceana (en la Place de Lenche en Le Panier). Se cree que esta emblemática ruta venía directa de Italia.
Basílica de Santa María la Mayor
Esta iglesia, de estilo románico-bizantino, es única en su clase en Francia y se compone de dos iglesias. La construcción antigua es de estilo romántico y fue construida en el siglo V, aunque sufrió modificaciones entre los siglos XI y XII. Por su parte, la iglesia más moderna data del siglo XIX y estuvo a cargo de los reputados arquitectos Vaudoyer y Espérandieu. Tiene estilo bizantino, con mármol italiano y, te prometemos que el interior te dejará sin habla.
Notre-Dame de la Garde
Aunque es una iglesia menor, es un sitio imprescindible que ver en Marsella, pues nada más llegar a la ciudad podrás verla dominando el paisaje. Se encuentra a 162 metros de altura por lo que, desde la cima, podrás contemplar Marsella en todo su esplendor. El diseño de la iglesia estuvo a cargo también de Espérandieu. Algo destacable de Notre-Dame de la Garde es una efigie dorada de la Virgen María, que tiene mucho valor para los habitantes de la ciudad.

La naturaleza, uno de los indispensables que ver en Marsella
Las playas de Marsella
Si algo tenemos que envidiarle a cualquier marsellés es el clima de su ciudad. Aquí prometen 300 días de sol al año, así que ir a la playa es algo que la gente disfruta mucho. La naturaleza de Marsella se presta para el senderismo, la natación y un sinfín de actividades acuáticas. En Marsella hay calas, playas, islas… ¡No sabrás por dónde empezar!
Calanques
Todo el que visite Marsella debe acercarse a Calanques. Es un macizo precioso entre Marsella y Cassis, rodeado de pequeños arroyos, aguas color turquesa y una arena muy fina. Aquí puedes hacer algo de senderismo, un picnic, tomar el sol, nadar y hacer kayak.
Pero, ¿qué son las calanques? Pues son accidentes naturales que se formaron hace 12.000 años después de la última glaciación. Entonces un calentamiento provocó que el mar se alzara y formando unas rocas emergentes de belleza insuperable. En estos espectaculares paisajes te encontrarás con la famosa hierba Gouffé, que solo crece en Marsella.

Otros lugares de interés que ver en Marsella
Castillo de If: la prisión de Edmundo Dantés
Uno de los sitios que ver en Marsella que no te puedes perder por ningún motivo es el famoso Castillo de If. Para llegar hasta aquí debes coger un barco en el puerto. Pero, ¿por qué es tan famoso el Castillo de If? Pues es emblemático porque apareció en El Conde de Montecristo, de Alejandro Dumas. Pero no solo el Castillo de If: parte de la acción de la famosa novela de Dumas se desarrolla en Marsella. El barco El Faraón (en el que viajaba Dantés) atraca en el Puerto de Marsella. Y, por supuesto, la narrativa de Dumas nos adentra en las casitas y sitios tradicionales de la Marsella del siglo XIX.
El Castillo fue edificado entre 1527 y 1529 y se encuentra en una pequeña isla del archipiélago de Frioul. Desde el siglo XVII se convirtió en una prisión dependiente del estado, de ahí que Dumas lo utilizara como la prisión en la que, por una traición, Edmundo Dantés pasaría recluido buena parte de su vida. No hemos podido comprobarlo; pero, según algunos mitos, el enigmático hombre de la máscara de hierro y el Marqués de Sade también estuvieron presos aquí.
Hoy en día sabemos que Edmundo Dantés existió y que Alejandro Dumas solo recopiló sus aventuras. Aunque en los archivos del Castillo de If no hay datos de él, sí que existe el túnel que presuntamente cavó y que todos los visitantes pueden ver en su recorrido por la antigua prisión.
El Puerto Viejo, de los sitios que ver en Marsella más concurridos
La historia de esta ciudad está vinculada estrechamente con el Puerto Viejo. Hace 26 siglos que el puerto de Marsella es puerto. Ya adelantábamos que está custodiado por dos fuertes: Saint Nicolas y Saint-Jean. ¿Por qué es imprescindible? Porque según nos cuentan, es el corazón de la ciudad.
Saint-Ferréol Les Augustins
El lugar donde actualmente se encuentra esta iglesia fue comandancia de la orden de los Caballeros Templarios en el siglo XII. El edificio de hoy en día fue construido por los monjes agustinos en 1369 en estilo gótico. A lo largo de los siglos, ha sufrido múltiples reconstrucciones, y en 1803 se le dio el nombre que actualmente tiene.