¿Buscas un sitio agradable para desconectar, aislarte del mundo y pasar un rato tranquilo y reconfortante? ¿Por qué no acercarte a un baño termal? En España, Italia o Inglaterra; con clima cálido, frío o templado; con vistas a la campiña inglesa o a la idílica Toscana italiana; en piscinas rodeadas de nieve o en termas milenarias… Descubre algunos de los mejores baños termales de Europa donde podrás relajarte y recomponer el cuerpo y la mente.
Mejores baños termales de Europa
Termas de Ourense, España
Galicia es una tierra mágica y llena de misterio; además, por supuesto, de ser lluviosa, pero con veranos envidiables e inviernos inolvidables. Sus termas no podrían ser para menos, particularmente las que se encuentran en Ourense. Aquí se erigen 7 espectaculares baños termales para escoger a cuál ir. Las termas gallegas se caracterizan por parecerse a los emblemáticos onsen o baños públicos japoneses: la única diferencia es que en estas preciosas termas se bañaron los romanos y los celtas hace unos cuantos siglos. De estas termas gallegas, 5 son de acceso gratuito, mientras que las otras son privadas.
La más grande de estas fabulosas termas de Ourense es la de Outariz y Burga de Canedo; sin duda, uno de los mejores baños termales de Europa a los que puedes ir. Se trata de un espacio enclavado en la ciudad, en las márgenes del río Miño, y está formado por 2 conjuntos de piscinas termales al aire libre y en medio de un área recreativa. Outariz tiene una piscina de agua fría y 3 de agua caliente; en Burga de Canedo hay una de agua fría y 3 dobles de agua caliente. Algo que, sin duda, será punto obligado para hacerte fotos para las redes sociales es un puente peatonal que conecta los baños con la otra orilla del Miño.
Las aguas son hipertermales, alcalinas, silicatadas, fluoradas (con iones de bicarbonato y sodio) y de mineralización débil y brotan de distintas grietas de roca granítica que llega a alcanzar hasta los 60 grados centígrados. ¡Ideales si tienes alguna lesión muscular! El manantial de Outariz suele encontrarse a una temperatura de 55,7 grados, mientras que el de Burga alcanza los 60,2 grados.

La Alhama, España
Dentro de nuestras recomendaciones de mejores baños termales de Europa no puede faltar el de La Alhama, en Granada. Este es el primer baño turco que se abrió en Europa después de la clausura masiva de los baños árabes en el siglo XVI. Por supuesto, La Alhama hoy en día es un hotel-spa con todas las comodidades de nuestra época, pero no deja de tener ese encanto árabe que caracteriza a toda Granada.
Las aguas termales de La Alhama están recomendadas para un sinfín de tratamientos terapéuticos. De la larga lista, y por citar algunos, mencionamos la artritis, la fibromialgia, las inflamaciones articulares, el estrés, la apnea del sueño y hasta el asma y las alergias. Prometen efectos calmantes y revitalizadores para todos los usuarios. La Alhama tiene una piscina termal al aire libre, rodeada de jardines y árboles; sin duda, un lugar único para relajarse y recuperar energías.
Termas de Bath, Inglaterra
Las de Bath son las únicas termas con las que cuenta Gran Bretaña: esta pintoresca ciudad inglesa se encuentra sobre el único yacimiento termal del país, y de ahí que sea un destino muy popular entre los británicos. Sobre las termas se erige el Thermae Bath Spa, una especie de resort de lujo que estamos seguros te encantará. En el Thermae Bath Spa convergen el pasado, el presente y el futuro y es que aquí se bañaron los mismísimos celtas y romanos hace más de 2.000 años.
Los baños termales de Bath fueron descubiertos por el príncipe Bladud en el año 863 A.C. Hasta estas termas vino el ahora famoso príncipe a curar una dermatitis que, según cuentan, desapareció después de entrar en las poderosas aguas de Bath. ¿Sabes cómo se forma una terma? Desde el Thermae Bath Spa afirman que una fuerte lluvia cayó hace 10.000 años. El agua de la lluvia se hundió a una profundidad de 2 kilómetros. A esta distancia interior de la Tierra, el agua se calienta a altas temperaturas antes de volver a subir a la superficie terrestre a través de 3 fuentes que tiene la ciudad: Cross Spring, Hetling y King’s Spring. Estas aguas sirven para abastecer los famosos baños romanos.
Las aguas termales de Bath son muy ricas en minerales, ¡tienen más de 42! Los que tienen más presencia son el sulfato, el calcio y el cloruro. Estos minerales fluyen a diario a través de más de 1 millón de litros de agua que circulan por los manantiales y que se utilizan en el moderno Thermae Bath Spa. Como todo resort, un plus son las saunas, infinidad de tratamientos corporales y masajes y, por supuesto, una azotea con una piscina para disfrutar las espectaculares vistas de Bath.
Baños termales de Saturnia, Italia
Italia es un destino que enamora a cualquiera. ¿Cómo no querer al lugar en el que nacieron la pizza, la pasta, el gelato y el dolce far niente o placer de no hacer nada? Italia tiene bellísimos pueblos y ciudades con encanto, pero hay una zona que particularmente nos gusta: La Toscana. Y en este destino tan soñado se encuentran las Terme di Saturnia o Termas de Saturnia; uno de los baños termales más populares de Italia.

Cuenta la leyenda que las termas se originaron después de un enfado del dios Saturno con los humanos. Tal era el cabreo de Saturno que lanzó rayos contra el Monte Amiata, algo que hizo que brotara agua hirviendo. Cuando los romanos abandonaron a sus dioses y se convirtieron al cristianismo, se tomó la creencia de que el demonio abandonaba el infierno y pululaba por la tierra a través de las citadas termas.
Leyendas aparte, los baños termales de Saturnia se encuentran en la zona de la Maremma toscana y en sus aguas se bañan, anualmente, miles de personas. Los turistas no solo vienen para relajarse, sino también por la majestuosidad de las termas. Las piscinas naturales son escalonadas y tienen cascadas pequeñas; el agua es blanca y humeante con temperaturas hasta los 37,5 grados y las vistas son espectaculares. Otro punto a favor es que las termas son gratuitas.
La Laguna Azul (Islandia): uno de los mejores baños termales de Europa
Al decir Blue Lagoon (Laguna Azul) es inevitable no acordarse de aquella película de 1980 que encumbró a la fama a una jovensísima Brooke Shields y sus cejas. Aquella en la que se encontraba abandonada y huérfana en una isla remota y correteaba en taparrabo en compañía de un chico rubio. La Laguna Azul existe y no se trata de un paradisíaco lugar en medio del océano: te estamos hablando de un balneario geotermal nada más y nada menos que en Islandia.
Junto con las auroras boreales (que todos soñamos con ver algún día), estas termas son uno de los mayores atractivos turísticos del país. Las aguas de estos baños termales son de origen volcánico y son ricas en sílice y azufre y fluyen a temperaturas de entre 37 y 39 grados. Si Islandia te parece un destino soñado, te enamorarás más cuando te contemos que el balneario termal se encuentra en un campo de lava, al sur del país (a 39 kilómetros de Reikiavik, la capital).
Su nombre, como no podía ser de otra forma, lo toma del intenso color azul turquesa de las aguas, lo que convierte a la Laguna Azul en un destino idílico. Como dato curioso, en 2007 las aguas se tornaron por primera vez en color verde.