En Japón, la cultura de las aguas termales, u Onsen, como se denominan los baños naturales japoneses, está arraigada en sus más profundas raíces culturales. Para ellos, este baño ritual supone una forma de limpiar cuerpo y espíritu. A continuación, exponemos los beneficios de las aguas termales japonesas y los mejores Onsen que puedes visitar.
Beneficios de los onsen o baños de aguas termales japoneses
Japón es uno de los países del mundo con mayor concentración de aguas termales. Se han contabilizado más de 27000 onsen, de los cuales solo 3000 cuentan con una infraestructura apta para el turismo de aguas termales y balnearios.
Originalmente, los japoneses utilizaban las aguas frías de los ríos o el mar para sus abluciones; no sería hasta la llegada del budismo que se incorporó el concepto y uso del agua caliente como vía de purificación. ¿Cuáles son los beneficios de esta aguas naturales?
En una época como esta en la que parece que hay una extendida preocupación por cómo evitar el envejecimiento prematuro, más allá del consumo de frutas y verduras, el componente desoxidante de las aguas termales se ha mostrado como una fuente natural para prevenir el envejecimiento celular.
Esto se produce gracias a las propiedades reductoras de eliminación de las células del cuerpo humano.
Los 10 mejores Onsen o aguas termales naturales de Japón
Noboribetsu Onsen en Hokkaido

Estas aguas termales situadas en la isla de Hokkaido tienen su origen en un cráter de 450 metros de diámetro de un volcán dormido. Tal es la riqueza del subsuelo de Jigokudani y Ōyunuma que los baños naturales cuentan con más de 9 tipos de agua diferentes, siendo las sulfúricas y las ácidas las más utilizadas en el Noboribetsu, uno de los mejores Onsen de todo Japón.
El complejo en sí ofrece una experiencia de baño natural completo, ofreciendo al visitante el tradicional yukata o kimono para después del baño, más fino que el kimono de calle. El olor a azufre lo perfuma todo aquí.
Nyūtō Onsenkyō, el complejo de Onsen de Senboku, en la prefectura de Akita

Al pie del monte Nyūtō, discurre el río Sendatsu entre el bosque y el altiplano hasta llegar a la zona de Tazawa, uno de los mejores y más desconocidos Onsen que puedes visitar en Japón. La zona cuenta con 7 de los mejores Onsen de todo Japón, entre los que se incluye el Tsurunoyu.
Este es precisamente uno de los más antiguos de la región, y ofrece al visitante un encantador alojamiento tradicional rústico japonés. Es una auténtica maravilla estar en una zona rodeado de naturaleza en estado puro, aislado del gran bullicio de las ciudades.
A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las aguas termales de Japón, el Tsurunoyu es mixto, esto es, permite el baño tanto a hombres como a mujeres.
Takayu Onsen en Fukushima

Fukushima, hoy tristemente famosa por la contaminación nuclear, ha sido siempre uno de los centros con mayor calidad de aguas naturales de Japón. Además, son aguas fácilmente reconocibles ya que tienen un color blanco como la leche.
Las aguas de Fukushima tienen la peculiaridad de que brotan del subsuelo a más de 50 grados. Otro de los atractivos de este Onsen japonés es que no es uno de los más visitados, por lo que podrás disfrutar de tu experiencia termal.
Kusatsu Onsen, en Gunma

Kusatsu Onsen es uno de los pueblos balneario más famosos de Japón. Su situación privilegiada, en la zona de los Alpes Japoneses, cerca de la ciudad de Nagano y a 1200 metros sobre el nivel del mar, lo convierte en una de las joyas termales de japón.
Kusatsu Onsen es uno de los puntos da aguas naturales que los japoneses visitan al menos una vez en la vida, puesto que al poder de sus aguas se suma un pueblo de gran belleza.
Nozawa Onsen en Nagano

Sin abandonar la región de Gunma, en el propio Nagano, se ubica Nozawa Onsen, uno de los alejamientos con aguas termales más hermosas de todo Japón. En total, el complejo dispone de 13 baños al aire libre gratuitos y más de 30 fuentes termales naturales.
Okuhida Onsenkyō en Gifu

El conjunto de caldas de Okuhida Onsenkyō se sitúa en la falda norte de los Alpes del Norte, donde se ubican algunos de los picos más altos de toda la ínsula (más de 3000 metros). No es el más famoso de los Onsen japoneses, y su difícil acceso no lo convierte en la primera opción para la mayoría de los turistas.
Ahora bien, quienes se atreven a llegar, tienen el placer de disfrutar de uno de los mejores Onsen de todo el país, con las piscinas salvajes al aire libre más espectaculares.
Okushiobara Onsenkyō en Tochigi

El balneario de Okushiobara Onsenkyō es uno de los más antiguos en todo Japón. Está fechado en más de 1200 años de antigüedad. Sus aguas sulfúricas atraen cada año a miles de japoneses. El alojamiento data del periodo Edo, una auténtica maravilla de la arquitectura tradicional.
Totsukawa Onsenkyō en Nara

La zona montañosa de la parte central de la isla Kii presume del complejo de fuentes termales más amplio de todo Japón, y también uno de los más inexplorados a pesar de la riqueza natural de unas aguas alcalinas y bicarbonatadas.
Beppu Onsen, el paraíso termal en Ōita

Es la segunda de las zonas con mayor concentración de fuentes termales de Japón. Nada más que 2846. En los últimos años, se ha convertido en uno de los focos del turismo de aguas termales más populares.
En la zona próxima a la propia estación de tren de Beppu hay dispuestos algunos baños públicos gratuitos, muchos de los cuales están llenos debido a la gran afluencia de visitantes.
Kurokawa Onsen de Kumamoto

El río Tanoharu forma un estrecho valle, con el monte Kujú. En su ladera se sitúan 30 alojamientos con aguas termales, uno de los mejores onsen tradicionales que puedes encontrar en Japón.
La mayoría de estas áreas termales están en zonas de fácil acceso con el tren. Salvo en los casos de los onsen de montaña, donde el tren únicamente llega a las localidades principales, aunque se disponen de transportes hacia ellos.