Guía de la Alhambra de Granada: todo lo que debes saber para conocerla

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Hemingway decía que «si tuviéramos que visitar una sola ciudad en España, esa debería ser Granada». Y no le faltaba razón. Granada es una de las ciudades más hermosas de nuestro país, llena de vida, arte e historia. Y, aunque toda ella brilla con luz propia, hay en ella un monumento que destaca sobre todos los demás: la majestuosa Alhambra. En esta guía de la Alhambra de Granada te contamos su historia y te explicamos los detalles de su estilo arquitectónico para que puedas conocerla por ti mismo.

Guía de la Alhambra de Granada: conoce su historia

Se cree que el nombre «Alhambra» proviene del árabe Qal’at al-Hamra, que significa «ciudadela roja». Un qualat es un castillo fortificado, así que el nombre podría identificar los ladrillos rojos cocidos al sol con los que se construyó la fortaleza. Aunque hay varios palacios nazaríes dentro del complejo, al decir «la Alhambra» se designa al conjunto completo, incluyendo los Jardines del Generalife.

¿Quién construyó la Alhambra?

Comenzamos esta guía de la Alhambra de Granada desvelando el primero de sus misterios: quién la construyó. Para ello, debemos remontarnos hasta el 889 a.C. fecha de la que data parte más antigua de la Alhambra: la Alcazaba, una fortaleza con múltiples torres.

Aunque la dinastía nazarí fortificó la Alcazaba y la usó como base militar para la guardia real del sultán, los expertos creen que la estructura fue construida antes de que los musulmanes llegaran a Granada. La colina en la que se encuentra la Alhambra ha sido un lugar clave para todas las civilizaciones que se han asentado en la zona con el paso de los siglos. De hecho, el complejo está construido sobre los restos de una antigua fortificación romana, ya que ofrecía unas vistas privilegiadas para defender el territorio de alrededor.

vistas de Granada desde la Alhambra

Los primeros registros históricos de la Alhambra datan del siglo IX y hacen referencia a Sawwar ben Hamdun que se había refugiado en la antigua fortaleza durante las luchas civiles entre los musulmanes y los muladies (personas de ascendencia mixta árabe y europea). Los textos árabes sugieren que Sawwar ben Hamdun y otros musulmanes iniciaron entonces nuevas construcciones en esa fortaleza y la fueron ampliando.

Sin embargo, no fue hasta 1238 cuando Mohammed ben Al-Hamar (Mohammed I), el fundador de la dinastía nazarí, estableció su nueva residencia real en la Alhambra y comenzó a crear la ciudad palatina que se conoce hoy en día.

Mohammed ben Al-Hamar (Mohammed I), el impulsor de la Alhambra tal y como la conocemos

La Alhambra no fue el proyecto de construcción de un solo gobernante, sino más bien el trabajo de sucesivos gobernantes de la dinastía nazarí. Mohammed ben Al-Hamar puso los cimientos de la Alhambra fortificando el sitio real. Reforzó la Alcazaba de Sabika construyendo tres nuevas torres: La Torre Rota, la Torre del Homenaje y la Torre de Vigilancia.

También canalizó el agua del río Darro, lo que le permitió establecer una residencia real en la Alcazaba. Mohammed I construyó almacenes o salas para los soldados y los guardias más jóvenes y comenzó la construcción de los palacios y murallas de la Alhambra.

El hijo y el nieto de Al-Hamar, Mohammed II y Mohammed III, continuaron la labor de su predecesor en relación con el palacio y las murallas. Este último gobernante también construyó la Gran Mezquita de la Alhambra y los baños públicos.

La mayoría de las estructuras conocidas del complejo de la Alhambra que se conocen hoy en día fueron construidas por Yusuf I y Mohammed V. Estas incluyen el Patio de los Leones, la Puerta de la Justicia, los Baños, la Sala de Comares y la Sala del Barco.

Guía de la Alhambra de Granada: Boabdil entregando las llaves de la ciudad a los cristianos

El fin del dominio islámico

En 1492, el Rey Fernando de Aragón y la Reina Isabel de Castilla conquistaron Granada, unificando a España bajo una monarquía católica y poniendo fin a siglos de dominio islámico Exiliaron al último gobernante nazarí, (Mahoma XII, conocido como Boabdil por los historiadores españoles) y la Alhambra pasó a manos de lo cristianos.

La Alhambra pronto sufrió muchos cambios. Carlos V, que gobernó España como Carlos I, ordenó la destrucción de parte del complejo para construir un palacio de estilo renacentista para él, llamado el Palacio de Carlos V.

La decisión de construir un palacio renacentista dentro de la Alhambra se tomó cuando el rey se hospedó allí en un viaje de luna de miel tras su matrimonio con Isabel de Portugal en Sevilla en 1526, tras encontrar que los palacios de Nasrid no satisfacían las necesidades de comodidad y lujo de la joven pareja de reyes.

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Además, del palacio, el rey también construyó otras estructuras, incluyendo las Cámaras del Emperador, el Vestidor de la Reina y una iglesia para reemplazar la mezquita de la Alhambra.

La Alhambra en los últimos siglos

La Alhambra fue abandonada a partir del siglo XVIII. En 1812, algunas de las torres del complejo fueron voladas por los franceses durante la Guerra. Fue objeto de una serie de reparaciones y restauraciones en el siglo XIX, a partir de 1828 por el arquitecto José Contreras (bajo una donación del entonces Rey de España Fernando VII) y continuada por su hijo y su nieto.

En 1829, el autor estadounidense Washington Irving se instaló en la Alhambra. Escribió y publicó Cuentos de la Alhambra, una colección de ensayos e historias sobre la ciudad palaciega. En 2009, en el 150º aniversario de la muerte de Irving, los administradores de la Alhambra erigieron una estatua del escritor en un parque fuera del palacio para conmemorar su papel en la introducción del público occidental al lugar histórico y a la historia islámica de España.

Guía de la Alhambra de Granada: el Partal

Guía de la Alhambra de Granada para visitar el monumento en la actualidad

En 1984, la Alhambra fue designada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es el segundo monumento más visitado de España -solo superado por la Sagrada Familia de Barcelona- y uno de los enclaves turísticos e históricos más bellos del país.

Hoy en día la Alhambra se puede visitar tanto con visitas guiadas como por libre con tu propia guía de la Alhambra de Granada. Las entradas pueden comprarse en la web oficial del patronato de la Alhambra, y las visitas pueden ser tanto de los palacios y jardines como ambas cosas por separado, y se pueden realizar tanto por la mañana como por la noche -cuando el recinto cobra una belleza especial-.

El arte y la arquitectura de Alhambra de Granada

En esta sección de la guía de la Alhambra de Granada nos adentraremos en los aspectos arquitectónicos y artísticos más relevantes. Alhambra, junto con la mezquita de Córdoba, ,del arte hispano musulmán o andalusí. Perteneciente al periodo Nazarí del arte hispano musulmán, supone la máxima expresión de este arte áulico (poder político y religioso) con influencias de los palacios persas y bizantinos.

Los materiales de construcción -pobres, como el ladrillo, estuco, madera y cerámica- y el aspecto exterior sobrio esconden un interior donde se halla toda la belleza con abundante decoración policromada, reflejos de luces, láminas de agua y surtidores que conforman una atmósfera sofisticada y refinada.

guía de la alhambra de Granada: decoración interior

El complejo arquitectónico de la Alhambra

Durante su apogeo, la Alhambra tenía tres secciones principales: la Alcazaba, una base militar que albergaba a los guardias y sus familias; la Medina, un barrio donde vivían y trabajaban los funcionarios de la corte; y la zona palaciega, que contenía varios palacios para el sultán y sus familiares y se dividía, a su vez, en tres zonas independientes:

  1. El mexuar, una parte semipública del palacio dedicada a la administración de justicia y asuntos de estado, y que hoy en día es la zona más destruida.
  2. El diwan, la residencia oficial del sultán que contaba con varias habitaciones alrededor del Patio de los Arrayanes. Desde allí gobernaba la ciudad y recibía a los embajadores, en el Salón del Trono y la Sala de Embajadores respectivamente, ambos situados en la Torre de Comares.
  3. El harem o habitaciones privadas del sultán, una zona privada del palacio para el rey y su familia y amantes situada alrededor del Patio de los Leones, y en la que se encuentran salas tan famosas como la de las Dos Hermanas.

Otras zonas importantes del complejo

Como si el complejo de la Alhambra no fuera lo suficientemente grande para acomodar a la realeza, se desarrolló otra sección fuera de los muros. Llamado el Generalife, fue construido para emular el paraíso descrito en el Corán, con jardines de flores y árboles frutales y ríos de agua.

Guía de la Alhambra de Granada: Generalife

El nombre Generalife deriva de Jardines del Alarife, que significa «Jardín del Arquitecto», y eran un remanso de paz para la realeza islámica cuando la Alhambra estaba demasiado ocupada. Los jardines de los sultanes en el área del Generalife son los primeros ejemplos de lo que Frank Lloyd Wright podría llamar arquitectura orgánica.

Otra expresión de la belleza paisajística en la Alhambra es el Partal, una gran alberca presidida por el pórtico tras el que se encuentra la torre de las Damas cuyos jardines combinan a la perfección arquitectura, vegetación y paisaje.

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El Palacio de Carlos V, un palacio renacentista en plena ciudadela nazarí

Ninguna guía de la Alhambra de Granada está completa sin mencionar el Palacio de Carlos V. Aunque a menudo considerado como una intrusión en el complejo de la Alhambra, el palacio de Carlos V es una fina pieza de arquitectura renacentista por derecho propio; y, como contraste con el palacio nazarí, ofrece a los visitantes una oportunidad única para comparar cómo se entendía y transmitía el poder real por las dos diferentes culturas que han compartido la Península Ibérica durante varios siglos.

El palacio es un inmenso cuadrado de granito que encierra un gran patio circular, un diseño adelantado a su tiempo. De las cuatro fachadas, sólo la meridional y la occidental (donde se encuentra la entrada principal) están completamente decoradas; la oriental y la septentrional lo están sólo parcialmente porque están unidas directamente al palacio nazarí.

Guía de la Alhambra de Granada: palacio de Carlos V

El edificio es estructuralmente imponente, como corresponde al título imperial de Carlos. Denota poder, dignidad, solemnidad; es majestuoso, distante. Las pesadas y rústicas piedras de la mitad inferior de la fachada asientan el edificio sólidamente en el suelo. Predominan las líneas rectas verticales y horizontales. Su impresionante fachada está coronada por tres medallones decorativos con insignias militares que celebran las victorias de Carlos.

En el interior, el patio con soportales de columnas en dos plantas es simple hasta el punto de ser austero. Sus columnas -dóricas en el nivel inferior, jónicas en el superior- son sólidas y poderosas. No hay ningún color, es un espacio formal y solemne al que solo le hace falta para brillar el sol de Andalucía.

La expresión artística nazarí en la Alhambra de Granada

El palacio responde a las características generales del arte nazarí. Así, utiliza por ejemplo la llamada columna nazarí con fuste cilíndrico liso con capitel troncocónico, a veces con cimacio, ambos muy decorados. Destacan los capiteles denominados de “nido de avispa”.

Los techos son adintelados y de madera con artesonado. Frecuentemente se superponen bóvedas falsas construidas con yeso y estuco. Las modalidades de arco más utilizadas son el arco de herradura, el arco ojival túmido y el angrelado (con el intradós festoneado).

Mocárabes

En cuanto a la decoración, el interior de los palacios de la Alhambra responde al “horro vacui” o necesidad de cubrir paredes y techos por completo. En ellos destacan la policromía, de colores fuertes en su momento -azules, rojos, dorados- y que por desgracia hoy está prácticamente desaparecida; y las celosías, que dejan pasar la luz tamizada y reflejada por las láminas de las albercas de agua de los patios, las fuentes y los surtidores. El sonido de estos también contribuye al disfrute de los sentidos.

También abundan por todo el palacio los motivos típicos del arte nazarí de la época, entre los que podemos destacar:

  • Los atauriques o arabescos, decoración geométrico – vegetal.
  • Los alicatados cerámicos con lacerías.
  • Los motivos epigráficos con caracteres cúficos y citas y/o sentencias del Corán
  • Los mocárabes o prismas de yeso colgantes que decoran arcos, techos y bóvedas.

Por otra parte, todo el recinto responde a la creación simbólica del paraíso coránico, un paraíso en el que el agua, la luz y la vegetación son fundamentales. No hay que olvidar el desierto de origen de la cultura musulmana, que explica la unión de jardines, agua, espacios abiertos (patios), reflejos de luz y sonidos que componen el conjunto del edificio y aportan un plus a la experiencia sensorial. En este aspecto simbólico destaca especialmente el Patio de los Leones, la joya de la corona de la Alhambra.

Patio de los Leones

El Patio de los Leones

El Patio de los Leones se llama así por la fuente central, que está rodeada por doce leones que arrojan chorros de agua. Esta fuente supone una excepción al llamado aniconismo, es decir, a la prohibición de representación de personajes religiosos y seres vivos que se encuentra en el resto del palacio y en gran parte del arte islámico.

El patio corresponde a la tipología persa de planta cuadrada que representa el cosmos cruzado por 4 ejes o acequias por los que discurre el agua, que simbolizan los 4 ríos del Paraíso y los 4 puntos cardinales. En el centro la fuente que simboliza la montaña que centra el universo y el poder divino. Los doce leones pueden representar a los doce meses del año. Así, desde la fuente del sultán (poder terrenal  y divino) se reparte agua (don divino y de vida) a sus súbditos durante todo el año.

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