¿Quieres conocer los castillos más espectaculares de Europa? Si eres de esas personas que cuando viajan quieren verse envueltos de historia, has llegado al lugar indicado. A lo largo de este artículo te describiremos las fortalezas más destacadas del continente europeo. A través de ellas podrás viajar al pasado y descubrir cómo se vivía siglos atrás y qué significaban en ese momento ante las circunstancias históricas que estaban teniendo lugar. Sin duda, son construcciones llenas de magia y experiencias que no dejan indiferente a nadie.
Los castillos más espectaculares de Europa
Si buscas conquistar los castillos más espectaculares de Europa, en este apartado te encontrarás con los más destacados de esta zona. Podrás visitarlos descubriendo que se tratan de auténticas joyas que aguardan multitud de anécdotas de las que, a través de tu imaginación, podrás ser el protagonista. En estas edificaciones, la realidad se fusiona con numerosas leyendas creando sensaciones nostálgicas y fascinantes ante todo aquel que las descubra. Si quieres vivir una experiencia única, tan solo sigue leyendo.
Castillo de Edimburgo, en Escocia
Si quieres visitar el Castillo de Edimburgo, necesitarás varias horas para poder descubrir cada uno de los detalles que lo hacen tan especial. Si por algo se caracteriza este lugar es por una tradición que se desarrolla desde 1861, en la que el General de la Artillería, todos los domingos, a las 13.00 horas, dispara un moderno cañón. En sus inicios, este hecho marcaba, tanto a la gente del pueblo como a los marineros, la hora con el fin de que, en el caso de que tuvieran relojes, los sincronizaran.

El castillo se encuentra sobre un volcán extinto, el Castle Rock. Es una zona estratégica sobre la cual los inquilinos dominaban toda la ciudad. El lugar está muy bien preparado para que todos los visitantes descubran algunas de las historias que se desarrollaron hace siglos. Por ello, una de las recreaciones más destacadas es la de las prisiones de guerra. Con ella se puede ser testigo de lo mal que vivían los prisioneros que eran capturados y hacinados en los sótanos de la fortaleza.
Por otro lado, también destacan las habitaciones del palacio real, el Museo Nacional de la Guerra, la cárcel militar y hasta un cementerio en el que eran enterrados los perros que pertenecían al ejército.
Castillo de Stirling, en Escocia
Situado sobre una colina sobre la que se controlaba la frontera que separaba las Tierras Bajas y las Highlands, el castillo de Stirling ha sido testigo de la coronación de los reyes, de multitud de disputas por la independencia y de numerosas celebraciones. Quien visite este lugar se sentirá observado por las decenas de rostros que el rey Jacobo V mandó tallar en madera en el siglo XVI y que están colocadas simétricamente en el techo. Representan a nobles, reyes y emperadores romanos, entre otros. Aunque fueron retiradas en 1777 tras un derrumbe, años después fueron sustituidas por réplicas que acompañan a los turistas en su visita.

Asimismo, algunos aseguran que en este lugar hay un fantasma conocido como «la doncella de verde«. Se trataba de una de las doncellas de la reina. Y, quienes creen en su existencia aseguran que la joven, llamada Mary, un día despertó y vio que unas llamas, provocadas por una vela, devoraban la cama de la monarca. Y, aunque ella consiguió que esta despertara y huyera, Mary murió en el intento. Desde entonces, son muchos los que afirman que la Green Lady se pasea por el castillo vestida como aquella noche, es decir, con un camisón verde.
Por otro lado, todos los visitantes son recibidos a la entrada por la estatua del rey Robert the Bruce y un monumento a William Wallace. Se trata de dos héroes escoceses que no podían faltar en un lugar de estas características.
Castillo de Carcassonne, en Francia
Este castillo fue construido en el siglo XII por los Vizcondes de Carcassonne. Esta edificación está separada de la ciudad mediante un foso seco y, a su vez, como parte de la defensa se encontraban a la entrada dos barbacanas que a día de hoy se han convertido en la entrada y en la taquilla de la fortaleza. Ahora, si algo impresiona nada más llegar al espacio en el que se encuentra, son sus murallas. Por un lado, la muralla galarromana mide más de un kilómetro y está flanqueada con treinta torres. Fue construida por numerosas filas de ladrillo y piedras en forma de herradura de caballo. Por otro lado se encuentra la muralla medieval, que fue construida en el siglo XIII por Saint-Louis, en la que son características las torres redondas, sin techado y bajas.

Igualmente, quien quiera disfrutar de unas vistas únicas podrá ser testigo de las mismas desde el patio de honor. Por otra parte, se puede visitar una galería de cadalsos y el torreón. Este último invita a hacer un viaje en el tiempo. A lo largo del recorrido, se puede descubrir, además, un mural que se creó en el siglo XII. En él se representa un enfrentamiento entre sarracenos y caballeros cristianos.
Uno de los datos más fascinantes de este lugar es que se trata de uno de los espacios en los que se rodó la película «Robin Hood, príncipe de los ladrones» en 1991. Fue protagonizada por Kevin Costner. Este hecho multiplicó el turismo en la ciudad.
Castillo de Neuschwanstein, en Alemania
El castillo de Neuschwanstein se encuentra en la localidad de Schwangau y ha sido inspiración para Disney a la hora de dibujar los castillos que tanto destacan en muchas de sus películas. Fue mandado construir por el rey Luis II de Baviera, apodado el «Rey Loco«, quien soñaba con hacerse protagonista de un cuento. De este modo, necesitaba una edificación que representara su idea de castillo medieval. A pesar de la ilusión que tenía volcada sobre este castillo, murió antes de que las obras terminaran.

No solo destaca por su arquitectura, sino también por el desfiladero en el que está situado, concretamente a los pies de los Alpes Bávaros. Respecto a su interior, resaltan dos salas impresionantes: la de Cantores y la del Trono. La primera es un lugar de culto en la que se representan las obras de Wagner mediante diseños gráficos. La segunda fue creada a partir de los delirios de Luis II de Baviera, que quiso construir esta capilla como reivindicación de su papel de mediador entre el hombre y Dios. La cocina también impresiona a cada uno de los visitantes, pues era una de las más modernas de la época.
Castillo de Malborc, en Polonia
Además de ser el castillo más conocido de Polonia, es el más grande del mundo. Fue construido en el siglo XIII por los Caballeros Teutones. Durante quinientos años, tuvo diferentes dueños, pasando incluso de Alemania a Polonia. Son dos los hechos que destacan respecto a esta fortaleza. El primero de ellos es que fue la residencia de la familia real polaca hasta finales del siglo XVIII. El segundo es que durante la II Guerra mundial fue destruida en un 80 por ciento. Al acabar este acontecimiento histórico, comenzaron los trabajos de restauración. A día de hoy es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

En su interior podemos encontrar espacios musealizados y multitud de habitaciones. Además, resaltan las escaleras antiguas y los lugares ajardinados situados entre las murallas, ofreciendo un contraste de color muy especial. Estas últimas destacan por estar construidas a partir de ladrillo rojo. Sin duda, todo castillo se ha caracterizado siempre por los elementos de seguridad que lo protegían de ataques enemigos. Ahora bien, el castillo de Malborc es toda una obra de ingeniería que impedía a cualquier posible invasor acceder a él. De esta forma, son numerosas las puertas fortificadas. Lo mismo podemos decir de los puentes elevadizos.
Por otro lado, en su interior es posible encontrar la iglesia de la Santísima Virgen María, único rincón que no se ha restaurado y que muestra al visitante cómo se encontraba el lugar antes de que fuera reconstruido. Por otro lado, en el Museo del Ámbar se encuentran piezas y joyas elaboradas a partir de este material. El lugar brilla como si fuera oro.
Castillo de Trakai, en Lituania
Otro de los castillos más espectaculares de Europa es el castillo de Trakai, situado en Lituania. Algunos aseguran que su construcción comenzó con la tristeza de la mujer del duque de Trakai y Samotigia al vivir en una ciudad en la que apenas había agua: el viejo Trakai. Por ello, el duque mandó construir una fortaleza en las islas del lago que se convertirían en la nueva capital del ducado de Lituania entre 1316 y 1321, año en el que se trasladó a Kernavé.

En 1391, y tras ser asesinado el duque Kęstutis, la edificación fue destruida por los caballeros teutones. Ahora, en 1410 el territorio volvió a encontrar la paz, llegando a convertirse la fortaleza en una residencia e, incluso, en una prisión para aquellos nobles que se rebelaban contra el poder. Ahora, no fue hasta los años cincuenta del siglo XX cuando el castillo fue restaurado, aunque las obras no se completaron hasta la independencia de Lituania.
En su interior se puede visitar el Museo de Historia de Trakai, el patio de armas y la torre del Gran Duque. En la actualidad, en su interior se celebran ferias, conciertos y festivales. Teniendo en cuenta sus alrededores, cualquier acontecimiento es muy especial.
Castillo de Torrechiara, en Italia
El Castillo de Torrechiara se encuentra en Langport, una localidad situada en Parma, Italia. Fue construido en el siglo XV por Pier María Rossi II como rincón de defensa y se caracteriza por tener un doble anillo de murallas, cuatro torres conectadas y un conjunto de elementos y obras que representan la naturaleza, que se mezcla con lo grotesco y los temas fantásticos.

Asimismo, como otras fortalezas, cuenta con su propia leyenda. De este modo, se asegura que durante las noches de luna llena camina por la torre una bella duquesa, quien fue enterrada viva por su marido. Esta se dedica a ofrecer besos a todos aquellos caballeros que cumplan con todos sus deseos.
Desde el año 1911 es Monumento Nacional. El 23 de diciembre de 2008, el castillo sufrió daños como consecuencia de un terremoto. Aún así, se decidió restaurarlo, abriendo al público de nuevo el 27 de febrero de 2010. A día de hoy acoge multitud de festivales, los cuales se rodean de un ambiente histórico que transmite auténtica magia a todos los asistentes.
Alcázar de Segovia, en España
Sin duda, el Alcázar de Segovia es considerado uno de los castillos más espectaculares de Europa. Sin duda, quien sea testigo de este lugar sentirá que tiene delante un castillo perteneciente a un cuento de hadas. En su arquitectura puede comprobarse la fusión de los gustos de numerosos monarcas. Además, es muy especial por encontrarse sobre una roca situada entre los valles de Eresma y Clamores. Se trata de una edificación que parece proteger la ciudad y su Torre del homenaje llega a compararse con la proa de un barco.

Es posible que este edificio ya existiera durante la dominación romana. La razón es que los expertos han hallado en él material semejante al que puede encontrarse en el Acueducto. Ahora, fue en el siglo XII cuando se registraron por primera vez las palabras «castillo de Segovia» y «Alcaçar». El rey Alfonso X «el Sabio» convocó Cortes en este lugar en 1256. Asimismo, destaca que durante la Edad Media esta fortaleza fue una de las residencias más destacadas de los reyes castellanos. Un importante impulso para el lugar fue el acceso al trono de la monarquía Trastámara.
Cuando se instaló la Corte en Madrid, el Alcázar pasó a convertirse en prisión de Estado durante dos siglos. En 1764 se instaló en el lugar el Real Colegio de Artillería, hasta que en 1862 sufrió un incendio que causó multitud de daños en la estructura, siendo reconstruido en 1882. En 1989 se instaló en su parte alta el Archivo General Militar, donde a día de hoy continúa.
Castell de Cardona, en España
Fue fundado por Wifredo el Velloso en el año 886, siendo la residencia oficial de los Señores de Cardona entre los siglos XI y XV, llegando a recibir, por parte de los Reyes Católicos, el título de Duques debido a su poder. Es más, llegaron a ser considerados como la casa noble más poderosa de la Corona de Aragón. Por otro lado, también fue un rincón muy importante durante la Guerra de Sucesión Española. Esto se debe a que Cardona fue el último bastión de la resistencia austracista, cayendo en manos de los Borbones poco después.

En la actualidad, se trata de un parador. Por ello, si quieres conocer su interior es tan fácil como alojarte en él. Ahora, si el presupuesto no te llega, no te preocupes, existen visitas guiadas en las que se pueden descubrir cada una de las estancias que conforman el castillo. Así, tendrás la oportunidad de conocer uno de los castillos más espectaculares de Europa.
Alhambra de Granada, en España
El nombre significa «castillo rojo» y se define así por el color de sus muros. Se encuentra frente al mirador de San Nicolás y el barrio de Albaicín. Desde su posición se puede observar toda la ciudad de Granada y se piensa que antes de que llegaran los musulmanes ya existía una construcción en el lugar. La primera vez que se tiene constancia de esta edificación es en el siglo IX, momento en el que hubo que repararla en medio de las luchas civiles que azotaban al Califato. Ahora, no fue hasta el siglo XIII, con la llegada de Mohamed ben Al-Hamar, cuando tuvo lugar la primera residencia real en la Alhambra.

La mayoría de las construcciones que forman parte de la Alhambra a día de hoy son obra de Mohamed V y de Yusuf. Entre ellas se encuentran la ampliación del recinto amurallado y de las torres, la reforma de los palacios y de la Alcazaba, y la construcción de los baños y sus dependencias anexas.
Por su parte, Carlos V destruyó una parte del conjunto para construir el palacio que lleva su nombre. También mandó hacer el Peinador de la Reina y las habitaciones del emperador. Durante la dominación francesa, fue demolida parte de la fortaleza, siendo reconstruida en el siglo XIX.
Castillo de Loarre, en España
Pertenece al siglo XI y fue, en primer lugar, palacio real, pasando a ser más tarde monasterio y, en la actualidad, es conocido por ser escenario de diversos largometrajes. Fundado por el monarca Sancho III, se encuentra a 1071 metros de altitud y fue pieza clave durante la reconquista cristiana en tierras musulmanas.

Se caracteriza por poseer unas torres de la reina y del homenaje muy bien conservadas. Asimismo, acoge la iglesia de Santa María, en la que resaltan la cúpula, la cripta de Santa Quiteria y la pequeña capilla.
Castillo de Dover, en Inglaterra
Otro de los castillos más espectaculares de Europa es el Castillo de Dover. Se encuentra situado estratégicamente en el punto más estrecho del Canal de la Mancha. Fue William «El conquistador» quien se encargó de fortificar el fuerte que existía en la zona en 1066, mientras que Enrique II y Enrique VIII se centraron en ampliar el sitio.

Durante las guerras mundiales se convirtió en un lugar muy importante. Por ejemplo, en 1940 fueron evacuados a través de esta fortaleza cerca de 340.000 soldados aliados de los campos de batalla cercanos a Dunkerque. Al finalizar la guerra, el ejército se mantuvo en el castillo hasta el año 1958.
En su interior, se pueden descubrir interminables escaleras y pasillos debido a su inmensidad. También, aquellos que lo visiten serán testigos de los aposentos reales, de las cocinas y de los almacenes que trasladan al turista a una época bélica en la que incluso la mayor de las fortalezas no aseguraba la victoria debido a la intensidad de los enfrentamientos.
Castillo de Castelnaud, en Francia
Si eres un amante de la historia y, concretamente, te apasiona la Guerra de los 100 años, no puedes perder la oportunidad de viajar a Francia, país donde se encuentra uno de los castillos más espectaculares de Europa. Fue construido en el siglo XII y durante el siglo XIII perteneció a Bernard de Casnac. Ahora, Simon de Montfort se apoderó de él en 1214, haciendo reformas en la fortaleza. A lo largo de la Guerra de los Cien años está, normalmente, en manos de los ingleses, pero el país galo vuelve a recuperarlo en 1442. Es en este momento cuando la familia Caumont se hace de nuevo con el castillo, tras ser propietaria del mismo desde 1368. De este modo, deciden construir cañoneras y la torre de artillería.

Más tarde, mientras se desarrollaron las Guerras de Religión de Francia, el capitán Geoffroy de Vivans se instala en el castillo y consigue, debido a su reputación, ya que su apodo era «El Batallador», mantener alejados a posibles asaltantes. Tras mudarse los Caumont, durante el siglo XVII el castillo permanece prácticamente vacío. Ya en 1966, se declara Monumento Histórico y desde entonces han tenido lugar numerosas campañas para restaurar esta joya arquitectónica. A día de hoy, en su interior se puede visitar el Museo de la Guerra en la Edad Media.
Castillo de Bran, en Rumanía
Entre los castillos más espectaculares de Europa se encuentra también el de Bran. Destaca por su vegetación frondosa, que, junto a sus tejados rojizos, le dan un aire nostálgico y misterioso con el que muchos se quedan totalmente impresionados. Se encuentra en Transilvania y si por algo es conocido es por su relación con el Conde Drácula. Supuestamente, este personaje vivió en la fortaleza durante unos días, ya que, después, fue capturado y convertido en prisionero.

Fue construido en 1226, pero realmente las obras no se terminaron hasta el año 1388. Uno de los acontecimientos más importantes que tuvo lugar en su interior fue en la Primera Guerra Mundial, con la firma del Tratado de Trianon. En él se acordó que Transilvania era cedida al Reino de Rumanía. Cabe destacar que a pesar de su apariencia, su importancia militar fue muy reducida, y solo fue habitado de forma permanente entre los años veinte y treinta del siglo XX por la Reina María de Rumanía.
Asimismo, otra curiosidad es que Dominico de Habsburgo lo puso en venta en el año 2007 por cincuenta millones de euros. Un multimillonario ruso, Román Abramóvich, quiso comprarlo, aunque finalmente el trato no se cerró.
Castillo de Egeskov, en Dinamarca
El castillo de Egeskov es conocido por ser una de las fortalezas renacentistas rodeada de agua mejor conservadas. Además del dato anterior, hay que tener en cuenta que también está situado junto a inmensos jardines que le regalan una imagen muy especial, pues transmite mucha armonía y paz. Concretamente, la leyenda de Egeskov asegura que se necesitó talar un bosque entero de robles para poder levantar las bases del edificio.

Fue construido en 1554 por Frands Brockenhuus, tras tener lugar una guerra civil al introducirse en el país la Reforma Protestante. Realmente son dos edificios separados por una pared. Esta esconde unas escaleras secretas que permitía a los soldados moverse de un lado a otro cuando tenía lugar un ataque. Se caracteriza porque no cuenta con ventanas simétricas, ya que todas ellas son diferentes entre sí. Asimismo, también destacan sus torres cónicas.
A día de hoy, en su interior se acumulan motos y coches antiguos, y un museo de pinturas y armaduras. Los jardines que rodean al edificio son muy variados, destacando uno inglés, uno de hierbas, otro de verduras, uno estilo campesino y otro acuático. Por otro lado, caminar por el laberinto de setos es una experiencia totalmente recomendable. Lo mismo sucede con el laberinto de bambú.
Castillo de Hohenwerfen, en Austria
Se encuentra en la lista de los castillos más espectaculares de Europa. Sin duda, llama la atención porque a simple vista parece que forma parte de la montaña Hochkönig, como si de un elemento natural se tratase. A lo largo de la historia ha sido prisión y fortaleza, y tuvo un papel muy importante durante las «Guerras Campesinas de Salzburgo«. Su construcción se inició en 1077, con el fin de proteger al Arzobispado del Príncipe de Salzburgo.

Cabe destacar que es una de las fortalezas mejor conservadas de la Edad Media dentro del continente europeo. Por ello, son muchas las celebraciones que tienen lugar dentro del edificio. En su interior alberga el primer museo de cetrería del país, por lo que han sido muchos los mercados de adviento que se han desarrollado en la zona. También es un punto muy importante en el mundo de las celebraciones nupciales, ya que existe una suite especialmente diseñada para parejas de novios recién casados.
Por otra parte, ha sido protagonista en muchas películas y series, como «Recién casados» o «La tía de Frankenstein», que fueron rodadas en el interior de Hohenwerfen. Es más, también puede contemplarse su imagen en el mundo de los videojuegos, como puede ser en «Call of Duty: Black Ops 3».
Si quieres visitarlo podrás conocer su cámara de torturas, la cocina de campo, la capilla, la armería y el calabozo. Su campanario presume de una campana de 4400 kilos, por ello, siempre despierta mucha curiosidad entre sus visitantes.
Castillo de Bodiam, en Inglaterra
En este artículo de los castillos más espectaculares de Europa no podía faltar el de Bodiam. Si eres de los que cuando imagina un castillo piensa en los fondos profundos llenos de agua en los que nadan cocodrilos hambrientos a la espera de recibir su ración de comida diaria, este lugar es ideal para ti. Es muy austero y se caracteriza por su forma cuadrangular, pero su imagen ha conseguido frenar el paso de muchos enemigos que se han planteado conquistar el castillo. Algunas de las razones son su torre cuadrada en el centro del edificio y su foso, alimentado por numerosos manantiales.

Fue construido en 1385 por Sir Edward Dalyngrigge, teniendo en todo momento el apoyo de Ricardo II para preservar la zona, durante la Guerra de los 100 años, de la ocupación francesa. En la actualidad, está protegido al tratarse de un edificio muy antiguo, aunque puede ser visitado por el público.
Su valor como fortaleza militar siempre se ha puesto en duda, ya que en su construcción, la atención principal fue a parar en las zonas de residencia. Asimismo, cabe destacar que las murallas no son muy anchas y solo existe una línea de defensa.
Castillo de Chambord, en Francia
Fue el rey Francisco I el responsable de la construcción del castillo de Chambord en el año 1519. Buscaba, principalmente, un edificio situado en el centro del bosque que le facilitara sus labores de caza. En su arquitectura influyen tanto el arte francés como el italiano. En 1539, tras la muerte de Francisco I, se añadieron a las obras que se habían desarrollado hasta el momento el ala real y el ala de la capilla. Ahora, no estuvo realmente acabado hasta 1685, por el mandato de Luis XIV.

A la hora de diseñarlo, se tuvo en cuenta el modelo de castillo medieval por excelencia. De este modo, destacaba su edificio central de forma cuadrada, con un torreón por esquina. En el mismo lugar, se halla la escalera doble, que da acceso a la primera planta, en la que se encuentran las habitaciones principales. También a la segunda, en la que resaltan los teman de la caza. Asimismo, a través de ella se llega a la terraza, en la que se puede observar el símbolo de la monarquía francesa, la flor de lis.
Por otro lado, uno de los elementos que caracterizan a esta fortaleza es la escalera de doble hélice. Se trata de dos escaleras que giran en el mismo sentido pero que nunca se cruzan. Su creador fue Leonardo da Vinci, quien tenía una fuerte amistad con Francisco I.
Castillo de Chillón, en Suiza
Otro de los castillos más espectaculares de Europa es el de Chillón. El primer dato sorprendente es que se encuentra sobre una roca a orillas del lago de Ginebra. Durante más de 400 años fue el lugar de residencia de los condes de Saboya y, actualmente, recibe la visita de más de 400.000 personas al año.

Se caracteriza por sus murales del siglo XIV, sus dormitorios que conservan su decoración original y sus bóvedas subterráneas. Además, sorprende el hecho de que está compuesto por veinticinco edificios y por tres patios. La fortaleza, además, está protegida por dos anillos de murallas defensivas.
Castillo de Eilean Donan, en Escocia
Acabamos este artículo de los castillos más espectaculares de Europa con el de Eilean Donan, situado en Escocia, concretamente en un pequeño islote rodeado de agua y montañas. Los visitantes no solo viajan hasta el lugar para ver el castillo, sino también su reflejo cuando la marea sube.

La primera edificación que se construyó en la isla fue en 1220, por su situación estratégica, ya que, de este modo, se podían defender las tierras de las invasiones vikingas. Con el paso de los años, y tras convertir el clan MacRae la edificación en su residencia, poco a poco esta se fue ampliando, incluso empequeñeciendo, según las necesidades del momento. Ahora, finalmente se acabó abandonando.
Invasión española
Sin embargo, en 1719, Escocia pidió ayuda a España ante el levantamiento jacobita. Así, un grupo de españoles se hizo con el castillo. Pero, cuando este hecho llegó a oídos de los ingleses, bombardearon la edificación hasta echar a todas las personas que se encontraban en su interior. Cuando consiguieron su objetivo, derribaron todo lo que quedaba en pie. Aún así, en 1911, John MacRae-Gilstrap compró el castillo, restaurándolo con el fin de devolverle su esplendor. En la actualidad, la fortaleza se asemeja a la original y es utilizada como residencia y como atracción turística.
Aunque no hayas estado en este lugar, es posible que alguna vez te hayas encontrado una postal con la imagen de este castillo, pues su figura bucólica lo ha hecho protagonista de este tipo de objetos que se venden en las tiendas de recuerdos y en otros lugares como los museos.