Cuando pensamos en viajar, no solo vienen a nuestra mente los paisajes de los que vamos a ser testigos, el hotel en el que vamos a descansar cada noche y las rutas que vamos a recorrer a lo largo de los días que nos encontremos fuera de nuestro hogar. Además de todo lo anterior, las personas deseamos probar los productos típicos de los rincones que visitamos, ya sean dulces o salados. Nos gusta la variedad, conocer a fondo los municipios a los que viajamos y disfrutar de ellos a partir de todos nuestros sentidos. La gastronomía de Sevilla es un lujo y por ello es tan popular en España. De este modo, si visitas Andalucía no puedes dejar de organizar una excursión a esta localidad que destaca por su cultura, su belleza, su color y su sabor a partes iguales.
La gastronomía de Sevilla
La gastronomía de Sevilla es fresca, templada y caliente, pero, sobre todo, es auténtica, con productos naturales y sanos que conquistan tanto a nuestro paladar como a nuestro organismo. Se trata de una ciudad diferente que regala el aroma del verano todo el año, pero también llena de calor las largas tardes de invierno. La gastronomía de Sevilla es fusión, es arte, es historia y es originalidad. Recorrer sus bares y restaurantes se convierte en un auténtico placer bajo cualquier circunstancia. No importa lo que busques, si eres carnívoro o vegetariano, de platos de cuchara o de ensaladas. Lo tienes todo a tu disposición.
Gazpacho

La palabra gazpacho hace que tu boca se vuelva agua. Por supuesto, se ofrece en los supermercados del país independientemente de la estación en la que nos encontremos, pero nunca llega al nivel del auténtico plato andaluz. Sus hortalizas frescas, llenas de color y que se han cuidado con mimo desde la primera semilla te trasladan al campo, a las manos del agricultor trabajando la tierra y a sentir el sol sobre el espacio en el que se transforman en un alimento exquisito. El gazpacho es ideal en cualquier momento y lugar. Para desayunar o cenar, para comer o para merendar, en casa o en medio de la naturaleza. Un alimento ideal en cualquier dieta sana.
Pescaíto frito
¿A quién no le apetece pescaíto frito en este mismo instante? Es otra de las joyas de la gastronomía de Sevilla. Se puede probar en la mayoría de bares y restaurantes de la ciudad y, normalmente, se sirven aquellos que apenas tienen espinas, como las acedías, el boquerón, la caballa o el chanquete. Asimismo, al plato se pueden añadir algunos moluscos cortados o en adobo, como los chocos. A pesar de ser un plato sencillo, en el que se envuelve en harina el pescado y se fríe, es un aperitivo delicioso.
Cazón en adobo
El cazón en adobo es una de esas delicias que siempre se tienen en mente cuando se quiere disfrutar de la comida típica andaluza. Su jugosidad, su acidez y su sabor se combinan para conquistar incluso a los turistas más exigentes. Se sirve calentito, recién hecho y cada trozo es un regalo para el gusto. Se trata de un pescado de carne blanca frito, que se adoba en varias especias para después mezclarlo con harina y freírlo.
Soldaditos de Pavía
Los soldaditos de Pavía son tiras de bacalao que han sido previamente remojadas y que se rebozan en harina para después freírlas. Una opción es dejarlas marinar durante horas con aceite de oliva, zumo de limón y aguardiente. Se suele pedir como aperitivo y se recomienda acompañarlo con alguna guarnición, como pueden ser los pimientos.

Huevos a la flamenca
Como su propio nombre indica, los huevos a la flamenca son un típico plato andaluz. Admite muchas variantes, por lo que, dependiendo de si vamos a un bar u otro, encontraremos platos distintos. Consisten en una receta de huevos con verdura. Suelen elaborarse en una cazuela de barro en la que los huevos se estrellan y se le añaden guisantes o espárragos. Después, el resultado se hornea hasta que los huevos cuajen. Cuando esto último pase, se echa una rodaja de jamón o chorizo y, además, se puede decorar con trocitos de alcachofa. Se sirven en la misma cazuela donde se elaboran a una temperatura muy caliente.
Bacalao con tomate
El bacalao con tomate es otro plato que no puede faltar cuando se habla de la gastronomía de Sevilla. Es muy sencillo, ya que para elaborarlo solo hay que freír lomos de bacalao en una cazuela de barro en abundante aceite de oliva tras enharinarlos. En el momento en el que estén fritos, hay que dejar escurrir el pescado mientras se rehogan unas cebollas y unos ajos cortados en juliana en la misma cazuela. Cuando todo esté bien pochado, se añaden a tiras un par de pimientos y tomate rallado. Hecho esto, se deja cocer la mezcla a fuego medio y, cuando el tomate esté frito, los lomos vuelven a colocarse en la cazuela. Se añade un poco de agua y se deja cocer todo durante diez minutos.
Cocido andaluz
No importa que un sol del mes de julio nos acompañe a la hora de probar un buen cocido andaluz. Se caracteriza por ser fuerte y consistente, ya que se trata de un guiso elaborado a partir de legumbres, normalmente habichuelas y garbanzos, al que se añade carne, como costillas, tocino, chorizo o morcilla. Cabe destacar que, en ocasiones, también se echan trozos de calabaza y patatas. Es más, también puede ser típico el caldo aromatizado con hierbabuena. No pierdas la oportunidad de degustar su sabor.

Rabo de toro, manjar imprescindible de la gastronomía de Sevilla
Son muchos los que se desviven por este estofado hecho con rabo de toro o de vaca. Cuenta con ingredientes como los pimientos, los tomates, las zanahorias, el caldo de carne, multitud de especias, vino tinto, aceite y sal. Se elabora, ante todo, friendo los trozos del rabo de toro y, cuando estén dorados, se reservan. En la misma sartén en la que se ha desarrollado el paso anterior, se echan las verduras después de trocearlas y se dejan pochar. Cuando estén muy blanditas, es momento de agregar el caldo, el vino, las especias y la carne. Después, solo quedaría dejar cocer a fuego suave durante, al menos, tres horas. Se tiene que servir en caliente con salsa por encima.
Pincho moruno
El pincho moruno es otro plato exquisito de la gastronomía de Sevilla. Se trata de una brocheta en la que se pinchan dados de carne, normalmente de pollo o de cerdo. Sin embargo, hay quien sustituye este ingrediente por choricitos, sepia o gambas. Cuando los trozos seleccionados se encuentren atravesados en los pinchos, solamente hay que ponerles sobre una parrilla o una plancha. Según los gustos se espolvorea sobre ellos sal y especias.
Caracoles, el plato más extravagante de la gastronomía de Sevilla
Los caracoles son conocidos en todos los puntos de la geografía española, elaborándose multitud de recetas dependiendo de los gustos y de las tradiciones. En Sevilla se suelen hacer con ajos, guindillas, poleo, hinojo y otras muchas especias. Después de lavar los caracoles dos o tres veces, se cuecen y, cuando se compruebe que estén tiernos, se les añaden los demás ingredientes, dejando hervir la mezcla media hora más. Después, hecho todo lo anterior, se sirven muy calientes y se disfruta de su sabor.