Cuando se está planeando un viaje a Japón, se intenta que la ruta sea lo más variada posible y se intenta meter en ella el mayor número de sitios posible. Pero ¿cómo puede ser una ruta por Japón de 14 días? ¿Se pueden ver muchas cosas? Aunque siempre hay que «sacrificar» algunos sitios para poder ver otros, creemos que en dos semanas se puede ver y disfrutar mucho de este país.
Hemos hecho esta ruta sin contar los días de viaje y suponiendo que serán 14 días completos en Japón.
Ruta por Japón de 14 días
Primeros cinco días en Tokio
Empezar por Tokio es siempre una buena opción y recomendamos pasar aquí unos cinco días.
Primer día en Tokio
Se puede empezar el día paseando por Shin-Okubo, el barrio coreano. Después, pasear por el barrio de Shinjuku, donde destacan la Golden Gai, la cabeza de Godzilla sobre el edificio TOHO y el Ayuntamiento de Tokio. Este edificio tiene un mirador gratuito a 202 metros de altura desde donde se obtienen unas vistas increíbles de la toda ciudad.
Después de pasear por las calles de Shinjuku, toca visitar el santuario sintoísta más grande y famoso de Tokio, el Meiji Jingū. Los jardines y el museo cierran a las 16:30, el santuario a las 18:00. Recomendamos organizar bien la visita para que dé tiempo a todo. También recomendamos consultar antes los horarios por si han habido variaciones.

Por la tarde se recorre el barrio de Shibuya, con su interesante calle Takeshita, su famoso cruce y la estatua de Hachiko en la estación principal.
Segundo día en Tokio
Toca madrugar mucho para poder presenciar la subasta de pescado en el mercado Tsukiji. Después de tan intensa experiencia, se puede pasear por los jardines Hamarikyu y visitar la Nippon Television Network Corporation, que tiene en su fachada un reloj diseñado por el estudio de animación Ghibli.
Dejando atrás esta zona, se llega a Ginza, donde destacan el teatro Kabuki-za, la estatua de Godzilla y el Foro Internacional de Tokio. Aprovechando que se está por esta zona, recomendamos visitar el Palacio Imperial, residencia oficial de la familia real japonesa, y el templo Yasukuni.
La tarde puede acabar por la zona de Jimbacho, llena de librerías, y por Akihabara, el barrio más geek de Japón.

Tercer día en Tokio
El día puede empezar en el parque Ueno, donde hay templos, un precioso estanque y hasta un zoo. Después se puede visitar la zona de Asakusa, donde cogiendo la puerta Kaminarimon y pasando por la calle Nakamise, se llega al templo de Asakusa, Sensō-ji .
Lo ideal es acercarse después al parque Sumida, desde donde se ve la Tokio Sky Tree. Y aquellos que se animen, pueden subir a ella y ver la ciudad desde las alturas.
Por la tarde se puede coger un barco en la estación de Asakusa, recorrer el río Sumida y llegar a Odaiba, la isla artificial de Tokio.

Cuarto día en Tokio
Este cuarto día se puede aprovechar para visitar museos o algunas otras zonas de interés:
- Museo Nacional de Tokio: incluye cerámica antigua, esculturas budistas, espadas de samuráis, kimonos…
- Museo Ghibli: ideal para los amantes de la animación, en especial de las películas de este estudio.
- Barrio de Ikebukuro: el barrio del manga y visual kei.
- Suidobashi/Iidabashi: por esta zona hay varios puntos interesantes, como el Tokyo Dome City, el parque Koishikawa Korakuen, la catedral Santa María de Tokio y el barrio Kagurazaka, donde todavía hay geishas en activo.
El día tiene que acabar por la zona de la Torre de Tokio. No hay mejor manera de despedirse de esta magnífica ciudad que subiendo a esta torre al atardecer o de noche.

Quinto día: excursión desde Tokio
Recomendamos hacer una excursión desde Tokio a Nikko o Kamakura. Sabemos que la decisión puede ser complicada porque cualquiera de las dos opciones es preciosa.
Nikko
- Santuario Toshogu: famoso por sus tres monos sabios. Es el más espectacular.
- Cruzar las puertas Niomon, Nitenmon y Karamon para visitar el Taiyuinbyo.
- Templo Rinnoji: tiene unas estatuas de oro en el salón Sanbutsudo.
- Puente Shinkyo.
- Abismo de Kanmangafuchi: famoso por sus estatuas Jizo.
- Jardín botánico de Nikko.
- Villa Imperial Tomozawa.

Kamakura
- Daibutsu: el Gran Buda.
- Templo Hase-dera.
- Templo Gokurakuji.
- Bosque de bambú del templo Hokokuji.
- Templo Zuisenji.
- Camino sagrado de Wakamiyaoji: lleva hasta el santuario Tsurugaoka Hachiman-gu, el más importante de todos.
- Subir las escaleras de madera hasta el templo Engakuji.
- Visitar alguno de los cinco grandes templos zen: Kenchoji, Jufukuji, Jochiji, Jomyoji y Tokeiji.

Días seis y siete: Takayama
Takayama está situada en la región de Hida, en los Alpes Japoneses. Aunque muchos turistas no la incluyen en su primera ruta por Japón, nosotros consideramos que vale mucho la pena pasar un par de noches en esta ciudad y conocer esa parte más tradicional del país. También es el lugar perfecto para alojarse en un ryokan (hotel tradicional japonés) y bañarse en un onsen (baños termales).
¿Qué ver en Takayama?
Las calles Ichinomachi, Ninomachi y Sannomachi forman parte del casco antiguo de la ciudad, conocido como Sanmachi Suji. En estas calles hay casas perfectamente preservadas del periodo Edo. Actualmente son museos, galerías de arte, tiendas de artesanía o cafeterías. También se encuentra en esta zona el precioso puente rojo Nakabashi. Hay dos casas a las que se puede entrar para conocer al detalle cómo vivían durante este periodo, una es la de la familia Kusakabe, la otra la de la familia Yoshijima.

En Takayama hay varios templos muy bonitos, como Shinshuotaniha Shoren, el Sakurayama Hachimangu y el Hida Kokubun-ji, que es el más antiguo y tiene un gran árbol ginkgo de 38 metros de alto y unos 1.200 años de antigüedad.
También vale mucho la pena visitar la antigua oficina del gobierno, el mercado matinal y los baños para pies, el lugar perfecto para reponer fuerzas.
Excursión a Shirakawago
Desde Takayama salen de forma diaria autobuses hacia a la aldea histórica de Shirakawago. Recomendamos dedicarle un día y medio a Takayama y reservar el otro medio día para hacer esta excursión, que puede hacerse por libre o con guía. Esta última opción es la mejor.
Shirakawago es famosa por sus típicas casas de estilo gassho-zukuri, cuyo tejado es triangular, muy inclinado y está hecho de paja. Solo así pueden soportar el peso de la nieve en invierno. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995.

Días del ocho al doce: Kioto y alrededores
Tras hacer un último repaso a Takayama, toca conocer Kioto, una de las ciudades más importantes del país y también una de las más visitadas junto con Tokio.
Día ocho: primer contacto con Kioto
Entrar en el santuario Yasaka-jinja y pasear por Gion, el barrio de geishas más conocido del país puede ser la manera perfecta de empezar a conocer esta preciosa ciudad. La calle Hanamikoji, llena de farolillos de papel, es una de las más populares. También puede visitarse el teatro Gion Corner y recorrer la calle paralela al canal Shirakawa.
Día nueve en Kioto
El día empieza con una visita al templo Kinkaku-ji, también conocido como Pabellón Dorado. Su particularidad es que las paredes exteriores del templo están recubiertas con pan de oro. Muy cerca se encuentra el templo budista Ryoan-ji, que posee el jardín zen más famoso del mundo. Creemos que la mejor manera de disfrutar de estos lugares es visitándolos a primera hora de la mañana, momento en el que hay menos gente.
Tras esta enriquecedora visita, las siguientes paradas podrían ser el castillo Nijo, un ejemplo claro del tipo de construcciones que se llevaban a cabo durante el periodo Edo, y el santuario Heian, conocido por su gran torii rojo.
Por la tarde, ya más con la calma, se puede hacer el Camino de la Filosofía. El camino podría hacerse en menos de una hora, pero como hay varios puntos de interés que pedirán un stop, ocupará un poco más de tiempo. El camino empieza en el templo Ginkakuji, conocido también como Pabellón de Plata, y acaba en el templo Eikan-do.

Día diez en Kioto
Arashiyama es ideal para pasar un día entero. Se puede pasear, ir en bicicleta y hasta montar en barca. Los principales puntos de interés son:
- Templo Tenryū-ji: el más impresionante.
- Bosque de bambú: es el punto clave de Arashiyama y se considera visita obligada.
- Santuario Nanomiya.
- Parque Kameyama.
- Antigua residencia del actor Okochi Denjiro y residencia del poeta Rakushisha.
- Templo Seiryō-ji.
- Jardín de musgo y arces del templo Gio-ji.
- Santuario de Atago. Al final de la calle está también el templo Adashino Nenbutsu-ji.
- Templo Otagi Nenbutsu-ji, donde hay 1200 estatuas de piedra.
- Cruzar el puente Togetsukyo y hacer una parada para comer un buen helado de té matcha.
- Visitar el parque de los macacos de Iwatayama.
- Templo Daikaku-ji.
- Templo Jōjakkōji y Nison-in, en las montañas.

Día once en Kioto: Nara y Fushimi Inari-Taisha
Este día necesita un buen madrugón para visitar, antes que Nara y el santuario Fushimi Inari-Taisha, el templo Kiyomizu-dera (Templo del Agua Pura). Lo ideal es estar en este templo a las 6:00, que es cuando abren y el momento en el que hay menos gente. El templo Kiyomizu-dera en realidad es un conjunto de templos y recintos religiosos, aunque lo más famoso es el balcón del salón principal, que está sobre la ladera de la montaña con la cascada Otowa a sus pies.
Después de esta visita, es momento de ir hacia Nara. Esta ciudad es famosa por la gran cantidad de ciervos en libertad que hay por los parques e incluso por algunas calles. Pero, además, tiene el gran templo Todai-ji, con la estatua del Gran Buda. Hay otros puntos de interés, como los jardines Isuien, el camino hacia el santuario Kasuga Taisha lleno de farolillos de bronce, el templo Kōfuku-ji y el templo de madera más antiguo, Hōryū-ji.
Por la tarde será el momento de dejar Nara para dirigirse hacia el Fushimi Inari-Taisha. Este templo está dedicado al dios Inari y es famoso por su largo pasillo de torii rojos por la montaña. Hacer el recorrido entero puede ocupar unas 3 horas si se hace con la calma. Subir de día, ver el atardecer desde la cima y bajar de noche puede ser muy bonito y curioso. Cuando oscurece se encienden las luces y con los torii todo adopta un color rojizo precioso. El templo no cierra, por lo que puede hacerse el recorrido con total tranquilidad.

Día doce en Kioto: excursión a Osaka
A aquellos que vayan más de 14 días a Japón, les recomendaríamos dedicarle más de un día a Osaka. Aún así, en un día es totalmente factible ver los lugares imprescindibles de la tercera ciudad más grande del país.
- Umeda Sky Building: es uno de los mejores miradores de la ciudad. Su arquitectura, además, es muy peculiar. Justo a sus pies, en la calle Takimi Koji hay muchos bares y restaurantes interesantes y curiosos.
- Gate Tower Building: por dentro de este edificio pasa una autopista.
- Castillo de Osaka: es una de las visitas más obligatorias.
- Sumiyoshi Taisha: es el santuario más importante.
- Templo Isshinji en Tennoji: es el más espectacular.
- Barrio Den Den Town: es el Akihabara de Osaka.
- Torre Tsūtenkaku.
- Dotonbori: famoso por el neón del Glico Man.

Últimos dos días: Hiroshima y Miyajima
Día trece: Hiroshima y Miyajima en un día
Llegan los últimos días de la ruta por Japón y también el final del viaje. Es el momento de conocer una de las partes más tristes del país, pero no por ello menos interesantes, Hiroshima.
El Parque Conmemorativo de la Paz despierta tristeza, invita al silencio y a la reflexión pero, a la vez, incita a sonreír porque el mensaje es bonito: la paz.
Hay que acercarse a la Cúpula de la Bomba Atómica para ver lo que quedó en pie del Salón para la Promoción Industrial. Después se puede visitar el Museo Conmemorativo de la Paz, que es tan interesante como duro. Tras este momento en el que quizá ha sido difícil contenerse las lágrimas, se puede visitar el Cenotafio para las víctimas de la bomba atómica, donde aparecen los nombres de todas las personas que fallecieron a causa de la bomba. También se puede ver la Llama de la paz, que desde que se encendió en 1964 no se ha apagado y, de hecho, se dice que no se apagará hasta que desaparezcan todas las armas nucleares del mundo. Recomendamos ver el Monumento a la Paz de los Niños, lleno de grullas de papel; visitar el Reloj parado a las 8:15, momento en el que estalló la bomba; cruzar alguna de las cinco Puertas de la Paz, que tienen la palabra paz escrita en varios idiomas; y ver la Torre Conmemorativa a los Estudiantes Movilizados.
Para darle un toque más alegre al día, después de pasar una mañana en el Parque Conmemorativo de la Paz, recomendamos visitar la isla de Miyajima. Es totalmente factible hacer las dos cosas en un día.
La isla de Miyajima es famosa por su torii flotante y el santuario Itsukushima-jinja, uno de los santuarios sintoístas más bonitos y mejor preservados del país. Podemos aprovechar la tarde para pasear por la isla, donde también hay bastantes ciervos en libertad.

Día catorce: de vuelta a Tokio
Según la hora a la que salga el vuelo de vuelta, recomendamos una breve parada a Okayama para visitar los jardines y el castillo. La peculiaridad de este castillo es que es negro, algo poco común.
Recomendaciones para la ruta por Japón
A aquellos viajeros que tengan pensado hacer esta ruta o alguna parecida, les recomendamos el Japan Rail Pass. Ahorra tiempo, dinero y es muy cómodo. Al igual que también recomendamos, por ser una experiencia muy relajante e interesante, alojarse en un ryokan que tenga onsen. La mayoría de ellos tiene baños separados por sexo, pero muchos también ofrecen la posibilidad de reservar uno privado para poder estar en familia o en pareja un rato.
La cultura japonesa es muy diferente a la nuestra, así que recomendamos informarse bien de sus costumbres y tradiciones para no ofender a nadie. O, al menos, intentarlo. A veces es difícil no cometer algún error, pero creemos que es una manera de conocer un poco más a este país tan fabuloso.
Esta es nuestra ruta por Japón. Obviamente cada uno puede diseñarla a su manera, añadir días en un sitio y quitarlos de otro. Incluso cambiar una ciudad por otra y la ruta será igual de interesante. Un viaje no es una competición y de lo que se trata es de ver aquello que a uno más ilusión le hace y disfrutarlo al máximo.