Viajar solo con poco presupuesto es una experiencia emocionante y beneficiosa. Te ayuda a conocerte mejor, a ser independiente y a sacar el máximo partido a tus recursos; aunque, si no estás acostumbrado puede resultarte abrumador. Si te pica el gusanillo de convertirte en mochilero pero no tienes claro cómo empezar, aquí te explicamos las tres normas básicas del viajero solitario y cómo organizar todo para viajar solo y barato sin sentirte solo:
1. Lleva poco equipaje
Ya lo decía Antoine de Saint Exupery: «Aquel que quiere viajar feliz, debe viajar ligero«. Mete solo lo indispensable en una mochila o maleta que puedas llevar encima sin esfuerzo. Un bulto grande es un lastre inútil y puede ser motivo de problemas. Dejarte un par de euros en una lavandería y repetir ropa es mucho más rentable que perder un vuelo por tener que facturar.
2. Aprende el idioma local
Aunque ya casi todo el mundo sabe Inglés básico, la gente no tiene por qué molestarse en hablar una lengua que no es la suya en su país. Saber decir «Hola, adiós, por favor y gracias» en el idioma de cualquier sitio al que vayas te abrirá muchas puertas. Si ven que te esfuerzas por comunicarte, ellos harán lo mismo.
3. Sonríe
No cuesta nada y significa lo mismo en todos los idiomas: que eres simpático, abierto y tienes ganas de compañía. Una sonrisa es siempre la mejor manera de iniciar una conversación.
¿Cuál es el mejor destino para viajar solo?
La respuesta es sencilla: todos. Simplemente utiliza el sentido común para evitar zonas de peligro. Lógicamente no vas a irte a Siria en plena guerra ni alojarte en favelas en Brasil. Elige según tu presupuesto e intereses, e investiga qué nivel de seguridad tiene el país, qué documentación necesitas y qué cosas debes evitar. No te ciñas a los foros y ve a páginas oficiales: en la web del Ministerio de Exteriores y las distintas Embajadas encontrarás todo lo que necesitas.
Si eres nuevo en esto de viajar solo, dos consejos adicionales para tu primera vez: Escoge un país con una cultura similar a la tuya e intenta ir a sitios donde se hable un idioma que conozcas bien por si tienes problemas. Una vez que hayas aprendido a desenvolverte y pierdas el miedo, amplía tus fronteras.
¿Cómo viajar solo de un sitio a otro?
Si eres de los que se duermen fácilmente, utiliza trayectos nocturnos como alojamiento. Es un poco más incómodo, pero considerablemente más barato. Se puede hacer en tren —perfecto para Interrail—o en autobús. La opción más recomendable es Megabus, que ofrece viajes desde 5€ y opera en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y el resto de Europa. Sus autobuses cuentan con cómodos sillones, aseo, WiFi a bordo y enchufes para cargar el móvil.
Si vas a viajar en avión, consulta Airhopping. Esta plataforma ofrece combinaciones de vuelos baratos entre distintas ciudades, dejando un margen de 2-3 días en cada destino. En cualquier caso, asegúrate siempre de planificar tu desplazamiento de ida y vuelta al aeropuerto para ahorrar tiempo y dinero. El taxi es la opción más rápida, pero también la más cara y no siempre la más fiable. Una alternativa más recomendable son los air shuttles (autobuses que van del aeropuerto a puntos céntricos de la ciudad por 7-10€ ). También sirve el transporte urbano, la solución más económica, pero generalmente es más lenta (como mínimo 1 hora).
Otra opción muy barata es hacer autostop, aunque es menos segura para viajar solo. Pero, si te mueves durante el día y eliges carreteras principales, podrás desplazarte sin problemas.
¿Dónde alojarse cuando viajas solo?
Si dormir on the road no es lo tuyo, tendrás que buscar alojamiento barato. Los hostels son una opción muy asequible donde reservar camas a buen precio. Además, al compartir habitación con otros viajeros podrás conocer gente. Lo mismo ocurre con los campings. Si prefieres privacidad, estira el presupuesto un poco y alquilar una habitación propia en Airbnb.
Y si no quieres gastarte ni un duro, tienes dos opciones: trabajar a cambio de alojamiento gratis en granjas o enseñando (en plataformas como Wwoogfing o Workaway encontrarás ofertas) o dormir gratis en casas particulares haciendo couchsurfing, si sigues estos consejos para hacerlo sin peligro.
¿Cómo conocer gente cuando viajas solo?
Aprovecha las comidas
Lo más barato cuando viajas solo es ahorrar en comida. Localiza un supermercado cerca y compra snacks y bocadillos, pero reserva siempre un par de comidas para probar la gastronomía local. No tienes que gastar mucho: en América y Asia los mejores platos típicos los encontrarás en los puestos de comida callejera. Además, comer fuera te ayudará a conocer gente.
Si vas a pasar mucho tiempo en el mismo sitio, busca un café al que ir regularmente. Generalmente tienen WiFi, así que aprovecha para consultar mapas, itinerarios y desplazamientos en un entorno seguro. Siéntate en la barra y entabla conversación con los camareros y lugareños. Nunca sabes cuándo vas a necesitar ayuda y siempre viene bien conocer a alguien del lugar a quien poder pedir consejo.
Tours y vida nocturna
Al viajar solo, la mejor alternativa para empezar a orientarse son los free tours. Están presentes en las principales capitales del mundo, y por ‘la voluntad’ ofrecen una visita guiada durante tres horas. Este paseo sirve para elegir lo que quieres ver por tu cuenta más tarde. Y, además, podrás conocer gente con la que salir de fiesta, ya los organizadores ofrecen pub tours nocturnos con descuentos en bebidas.
Pero si te entra la ‘morriña’, no te preocupes. Los españoles somos legión, y hay pocos rincones a los que puedas viajar sin cruzarte uno. Simplemente busca en Facebook «Españoles en… (la ciudad en la que estés)». No tardarás en localizar el bar donde se reúnen. O, si te alojas en un hostel, limítate a encontrar la habitación en la que hay más risas y ruido pasada la medianoche. Parte de la gracia de viajar solo es perdernos de vista… Pero, si nos echas de menos, búscanos. Nos encontrarás.