¿Por qué viajar? 5 razones universales para hacerlo

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El ser humano es lo que es porque lleva las ganas de viajar en su ADN. De una forma u otra, viajar forma parte de la esencia de un ser humano. Nuestro afán por descubrir y aprender es parte de nuestra naturaleza.

La Historia de la Humanidad está repleta ejemplos: Desde nuestros primeros ancestros, nómadas en busca de un lugar en el mundo; hasta los héroes de los grandes viajes, todos valientes viajeros. Alejandro Magno, Marco Polo o Colón son algunos de los que han marcado un antes y un después en nuestra historia. Pero también Admunsen, el primero en llegar a la Antártida, o Edmund Hillary, el primero en coronar el Everest.

Hoy somos como somos porque durante siglos hemos estado viajando. Unas veces por necesidad, otras por simple curiosidad e incluso algunas, por avaricia. El tema es que nuestra historia esta íntimamente ligada a nuestro insuperable afán por viajar.

Por eso, en pleno siglo XXI, no tenemos que ser conquistadores, aguerridos guerreros o locos aventureros, ni es necesario que pasemos calamidades para descubrir nuevas culturas. Nosotros mismos hemos conseguido que viajar sea un placer al alcance de todos los bolsillos. Hay tantas opciones, destinos y lugares hermosos, que siempre habrá algún viaje perfecto para ti.

Pero para aquellos que aun dudan si viajar es la sal de la vida, aquí van las 5 razones universales que mueven a todos y cada uno de los viajeros.

Razones por las que queremos viajar

Viajar para salir de la rutina

La primera razón es obvia, pero no por ello menos cierta, viajar para salir de la rutina es necesario para nuestra salud mental. Romper con el pan nuestro de cada día, con el trabajo, las prisas, el estrés y la vida diaria, es imprescindible para no volvernos locos. De tanto en tanto, necesitamos dejar nuestro hogar simplemente por el placer de echarlo de menos, pero otros, además, por la necesidad de conocer y visitar lugares que, al fin y al cabo, son el hogar de otros.

viajar para vivir

Viajar para sentirse vivo

Viajamos porque nos sentimos vivos: Por la emoción, por los nervios, por la ilusión, porque viajar nos aporta sentimientos y sensaciones que, sin ellos, no podríamos ser nosotros mismos.

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Pocas cosas como un viaje consiguen darte esa maravillosa sensación de expectación y deseo, además de las ganas de llegar y descubrir o de cambiar un lugar por otro. Porque, a veces, cambiar el escenario de nuestros días nos ayuda a seguir adelante, a mirar con optimismo y ir pensando ya en el próximo destino.

Conocer nuestros lugares favoritos

Viajamos porque hay lugares que nos encantan. Todos soñamos con esos lugares que nos llegan al corazón: Tal vez la playa o el pueblo de nuestros padres; una escapada a la montaña o un largo viaje a algún destino exótico. Cada uno tenemos un lugar en nuestra mente y todos queremos llegar allí en algún momento de nuestra vida. Para elegir estos lugares no hay reglas ni normas. Cada uno, por razones que solo nosotros entendemos, nos enamoramos de lugares igual que nos enamoramos de personas. En sitios donde otros no saben ver magia, tú la ves, la sientes y la vives cada vez que llegas.

Viajar para compartir

Viajamos porque queremos compartir momentos especiales con personas a las que queremos. Ya sea con la persona o personas con las que viajas o aquellos que conoces en el camino, viajar nos acerca a aquellos que son o serán importantes para nosotros, ofreciéndonos momentos diferentes y experiencias nuevas para compartir. Incluso si hablas con aquellos que viajan solos, que cada vez son más, te dirán que una de las grandes ventajas de esa forma de viajar es, precisamente, la cantidad de gente que conoces por el camino.

viajar con tu gente

Viajar para romper los miedos

Sentir miedo es algo normal e importante, ya que te sirve para protegerte antes determinadas circunstancias. Pero existe un miedo común en nuestra sociedad que, de forma directa o indirecta, ha afectado a todo el mundo a la hora de tomar decisiones. Se trata de la incertidumbre que sientes con el “qué será de mi si…”

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Al viajar por el mundo te desharás de todo ese miedo e incertidumbre que te coarta y aprenderás a dejarla pasar y convivir con ella en tu día a día.

Viajar porque sí

Viajamos porque no necesitamos razones para hacerlo. Porque no tenemos que dar explicaciones ni a otros ni a nosotros mismos. Todos entendemos que viajar, como comer o respirar, es una necesidad vital, por eso no nos vemos en la obligación de darnos una excusa para planear nuestro siguiente viaje. Nadie te preguntará nunca porqué vas de vacaciones: Cada vez que comentas con tu entorno una decisión, sea más o menos relevante, encuentras un porqué. Todo el mundo quiere saber porque te compras un coche nuevo, porque cambias de trabajo o de pareja, porque haces las cosas que haces. Sin embargo, cuando se trata de viajar, aquí no hay porqués que valgan, lo único que se pregunta es donde.

no hacen falta razones para viajar

Viajar para ser feliz

En definitiva, viajamos porque nos hace felices. Viajar ofrece tantas posibilidades, que todos somos capaces de encontrar ese viaje que desde que empezamos a preparar, nos arranca una sonrisa y nos regala ilusión: Ya sea una playa a pocos kilómetros de casa; el lugar que ha visto crecer a nuestros antepasados; quizá ese rincón del mundo que has visto por la tele y te ha llegado al alma; o aquel país lejano que no deja de atraerte. Sea como sea, te guste lo que te guste y sean cuales sean tus sueños, la idea de viajar siempre te dibuja una sonrisa.

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