Ciudades de la Antigüedad y del Mediterráneo que yacen bajo sus aguas

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¿Te has planteado en alguna ocasión cómo fueron los paisajes que ves cada día? Si eres un viajero empedernido es probable que hayas vivido la sensación de que, al volver, hay cosas cambiadas. La memoria nos juega una mala pasada, pero también los cambios naturales. Las ciudades de la Antigüedad y del Mediterráneo que vamos a nombrar yacen hoy bajo las aguas del mar.

La mayoría de ellas deben su desaparición a catástrofes naturales. Y es que los científicos confirman que las oscilaciones de los niveles del océano modificaron las tierras emergidas, de tal forma que muchas civilizaciones emigraron o desaparecieron por la fuerza de la naturaleza antes de que el cambio climático se convirtiera en un tema de sobremesa.

El Mar Mediterráneo es un entorno propicio para este fenómeno. Se sabe que su extensión actual es mucho mayor de lo que fue en origen, por lo que las actuales líneas de costa no son las mismas que hace miles de años atrás en el tiempo.

Ciudades de la Antigüedad y del Mediterráneo que yacen bajo las aguas

Platón explica que el reino utópico de la Atlántida se hundió como consecuencia de un cataclismo (un terremoto de gran magnitud seguido, según la mayoría de los investigadores, de un tsunami). Sigue siendo un misterio.

Ciudades de la Antigüedad y del Mediterráneo

Thonis-Heracleion, una maravilla sumergida en Egipto

En Arqueología, el término de ciudad perdida es habitual. El devenir de la Historia ha derivado en la desaparación, por causas no siempre claras, de ciudades de la Antigüedad y del Mediterráneo.

De vez en cuando, el mar y la tierra nos devuelven estos vestigios para que sean indicadores de lo que puede llegar a pasar. Thonis Heracleion fue antaño uno de los principales puertos de Egipto en la época Tolemaica (cuya última representante fue Cleopatra).

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Esta ciudad de inspiración griega está sumergida en las proximidades de la bahía de Abukir. En sus restos quedan algunas de las estatuas de mayor tamaño conservadas de la época faraónica.

Si viajas a Egipto, realizar una inmersión para conocer los restos de Thonis-Heracleion es una actividad obligada. Como lo es también la visita a la Alejandría sumergida.

Baia, o lo que puede sucederle a la bella Venecia

Es un hecho aceptado: a pesar de los muros de contención, cada día que pasa, Venecia se hunde más. Quizás desconozcas que Italia ya vivió esta situación con funesto resultado: la desaparación de la antigua Baia.

Ubicada junto a la bahía de Nápoles, le ocurrió algo similar a lo que se ha estudiado que pasará con Venecia: tenía un suelo que es incapaz de soportar la ciudad que sobre él se asienta.

A día de hoy, puedes visitar Baia, la ciudad italiana sumergida frente a Nápoles, y hacerte una idea de cuál puede ser el destino cruel de la Historia con la hermosa Venecia.

Simena, una ciudad turca medio sumergida

La bahía de Kekova, en la costa de Turquía, muestra una singularidad respecto a las anteriores ciudades de la Antigüedad y del Mediterráneo que yacen bajo las aguas.

Aquí aún podemos imaginarnos con tan solo mirar la costa la importancia que pudo tener la población de Kekova-Simena: un puerto natural y estratégico que nada pudo hacer frente a los grandes episodios sísmicos que se vivieron en el Mar Mediterráneo en el siglo I d.C.

Resulta muy llamativo para los viajeros que estos restos estén tan en superficie: no se requiere de inmersión de buceo para contemplar la ciudad perdida sumergida en el Mediterráneo. Basta con mirar el entorno para percatarse de que frente a la localidad actual se elevan sepulcros, o que existen escaleras que se hunden en el mar.

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Apolonia, la ciudad libia que quedó sumergida

Precisamente de aquel desastroso amanecer del 395 d.C. en el Mediterráneo, nos encontramos con otra ciudad antigua sumergida: Apolonia. Esta ciudad de la costa libia está parcialmente bajo las aguas. Para visitarla, aquí sí, necesitarás contratar un equipo de buceo profesional que te ayude con la inmersión.

Alejandría, la gran ciudad egipcia que peligró

Academias, escuelas, una extraodinaria biblioteca y un puerto que era la envidia del mundo conocido gracias a su faro… todo aquello era Alejandría en sus mejores momentos en la Historia.

Bastó con un gran terremoto casi en la otra punta de la ciudad para que gran parte de la ciudad antigua quedara sumergida bajo las aguas. Con ella, fueron al fondo del Mediterráneo todo el Faro y su magnífica biblioteca -recuperada en parte por los cruzados-.

Neápolis, la ciudad cartaginesa olvidada

Aquel fatídico día de julio de 365 d.C., el suelo emitió su quejido, llevándose por delante cualquier ciudad en su radio de acción, como fue el caso de algunas de las ciudades de Creta y Cnossos.

Como resultado de este temblor, la ciudad portuaria de Neápolis, frente a las costas tunecinas, se vio sumergida por el tsunami que siguió al seísmo.

Merece la pena dedicar una mañana a visitar las ruinas acuáticas para recuperar su esplendor en nuestra memoria.

¿Conoces alguna otra ciudad perdida sumergida en el Mediterráneo?

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