La idea de que pasar tiempo en un entorno natural es bueno para nuestra salud y bienestar no es nueva. De hecho, según algunos estudios realizados que han investigado los beneficios de la naturaleza en el ser humano, el contacto con la naturaleza más de dos horas a la semana se asocia con una mejor salud y bienestar psicológico.
Según un estudio de 2017, la exposición a espacios verdes al aire libre puede reducir la depresión, la ansiedad, enfermedades y otras afecciones, como la hipertensión, la obesidad y la diabetes. De hecho, los médicos suelen recetar paseos por el parque a niños con sobrepeso y adolescentes deprimidos. Otras investigaciones han aclarado que para disfrutar los beneficios que ofrece la naturaleza, es necesario pasar, al menos, dos horas a la semana en espacios verdes o libres de ruido y contaminación como los parques urbanos, bosques o playas.
Los investigadores realizaron una encuesta en la que se solicitó a 20.000 participantes en Reino Unido que realizaran un seguimiento de sus actividades durante una semana. Aquellos que pasaron al menos dos horas a la semana en contacto con la naturaleza sintieron una mejoría en su salud y bienestar en comparación con aquellos que no lo hicieron.
Los datos también mostraron que después de, aproximadamente, 200 a 300 minutos de exposición a la naturaleza, los beneficios para la salud alcanzaron su punto máximo, pero pasar más de cinco horas en espacios naturales no tuvo beneficios adicionales.
Beneficios para la salud física y mental de estar en contacto con la naturaleza

Alienta la actividad física y el compromiso
La accesibilidad a los espacios verdes cotidianos alienta a las personas a salir de casa. Esto, a su vez, los motiva a estar activos física, espiritual y socialmente, lo que puede compensar las enfermedades crónicas, la discapacidad y el aislamiento. Pasar tiempo al aire libre también combate el aburrimiento y aumenta la autoestima. Además, estar en contacto con la naturaleza nos hace sentir más enérgicos y vivos, una razón suficiente para salir y movernos.
Reduce el estrés
La reducción del estrés es uno de los beneficios más conocidos de estar en la naturaleza. Salir al aire libre, o incluso ver paisajes naturales, reduce la ira, el miedo y el estrés y aumenta los sentimientos placenteros. En consecuencia, también puede ayudar a reducir la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y la producción de hormonas del estrés. Incluso ver la naturaleza desde una ventana se asocia con un menor estrés y una menor mortalidad.
Alivia la depresión y la ansiedad
Sentarse en un espacio verde o escuchar el sonido de la caída del agua ayuda a las personas a sentirse más vivas, y para las personas mayores que luchan con la depresión o los sentimientos de desesperanza, este es un regalo inconmensurable. La ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental pueden aliviarse al ir al parque o la playa, especialmente cuando se combina con el ejercicio.
Mejora la memoria de corto plazo
Lo creas o no, estar en la naturaleza puede ayudar a mejorar tu memoria de corto plazo. De hecho, un estudio sugirió que caminar en la naturaleza podría mejorar su memoria a corto plazo en un 20%. Otro estudio similar en individuos con depresión encontró que las caminatas en la naturaleza aumentaron la memoria de trabajo mucho más que las caminatas en entornos urbanos.
Reduce la inflamación
La inflamación es un proceso natural que el cuerpo utiliza para responder a las amenazas, como un dedo golpeado o la exposición a la gripe. Pero cuando hay demasiada inflamación en el cuerpo, se asocia con otras enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la depresión y el cáncer. Pasar tiempo en la naturaleza puede ser una forma de mantenerlo bajo control. En un estudio, los pacientes ancianos que habían sido enviados en un viaje de una semana al bosque, mostraron signos reducidos de inflamación, así como algunos indicios de que la caminata selvática tuvo un efecto positivo en su hipertensión.