La costa de Finlandia está plagada de archipiélagos hasta formar el conjunto más extenso del mundo. En sus orillas se congregan ciudades creadas con madera, faros reconvertidos, grandes mansiones y una red de parques nacionales por proteger. Hoy vamos a recorrer los 13 pueblos costeros más bonitos de Finlandia.
Finlandia tiene una de las culturas marineras más profundas y arraigadas del norte de Europa, y eso a pesar de estar encajonada entre Rusia, Noruega y Suecia. Playas, mercados de artesanía, explotación minera, grandes mansiones, o pequeños eventos se congregan en esta área de Finlandia. Finlandia cuenta con siete destinos declarados como Patrimonio Mundial de la UNESCO, de los cuales tres se encuentran en la zona costera.
Los 13 pueblos costeros más bonitos de Finlandia más allá de Helsinki
En este viaje vamos a conocer la costa finlandesa y su continuo reguero de islas que lo convierten en un paraje único de gran interés cultural y biológico. No en vano, Finlandia es un país báltico y polar. Los veranos son largos, y los inviernos, en su costa sur, más bien cortos, de tal forma que nos encontramos con un clima suave. Toda la fachada marítima de Finlandia tiene un mejor clima, playas de arena fina, balnearios, o pequeños puertos costeros.

Raseborg
Esta población de la costa sur de Finlandia, está próxima a la capital, Helsinki. La zona está poblada de pequeños núcleos urbanos entre bosques, mares y lagos que convierten la región en un paraíso para los amantes de la naturaleza. No en vano, en sus proximidades se encuentra el Dagmar Park.
La principal localidad cuenta con vestigios medievales, e intrincadas callejuelas que hacen que pasear por ellas sea un placer. A pesar de su carácter cultural, cuenta con una animada vida comercial, con numerosos puestos de artesanos, y diversos eventos durante todo el año.
Hanko, el pueblo de la luz
La costa sur de Finlandia, en el extremo de la península de Escania, crea una zona de grandes contrastes con el norte. Poblaciones como Hanko son el foco de una importante actividad turística, tanto para quienes buscan cultura como deportes naúticos o disfrutar sencillamente de las playas.
En Hanko, el viajero se encuentra con una ciudad de pequeño tamaño que no para: deportes como el golf, muy practicado en todos los países nórdicos, buceo, pesca o el surf, atraen a miles de personas cada año.

Durante el siglo XIX se reconvirtió de pueblo de pescadores a una de las ciudades balneario más solicitadas. Aún hoy se puede visitar The Spa Park o villa del Spa.
La zona del faro de Russarö es un área tranquilo y apacible, donde el mar golpea con suavidad. Hanko es famosa por la luz que trasmite el horizonte al ponerse el sol, y también al salir, creado una sensación de paisaje de cuento.
Kemiö
Situado en la isla de Kemiösaari, una de las islas costera de Finlandia de mayor tamaño, cuenta con una particularidad: su población es bilingüe, con el finés y el sueco como idiomas oficiales. De hecho, la mayoría de su población habla en sueco. Parte del territorio, además, forma parte territorialmente del continente, mientras que otra parte permanece en la isla. Esta población es conocida por su castillo, el castillo de Turku.
Salo, uno de los pueblos costeros más bonitos de Finlandia
Esta ciudad, ocultada por ser el epicentro del triángulo Helsinki-Tampere-Turku, es muy interesante y atractiva si quieres conocer el modo de vida finlandés.
Su costa forma parte de la ruta cicloturista costera de Finlandia (Coastal Route), y en su entorno se ubican diversos parques nacionales. Si te interesa la naturaleza, Salo será un buen lugar para pernoctar mientras se descubren algunos de los pueblos costeros más bonitos de Finlandia.
Uno de los puntos más activos de la ciudad de Salo es su mercado, uno de los más populares y animados del sur de Finlandia. Desde la zona de Mathildedal, se abre al viajero el Parque Nacional de Teijo y las islas de Turku.

Rauma, Patrimonio de la Humanidad
La población de Rauma, a la sombra de su hermoso casco antiguo, es una de las aldeas de la madera de los países nórdicos. Todas sus casas están hechas de madera, en las que destacan sus puertas decoradas.
El ambiente general del pueblo es como un viaje en el tiempo. Aquí puedes visitar tranquilamente las casas-museo Kisti y Marela, que hacen honor al pasado marinero y acomodado de la ciudad.
Si viajes en verano, puedes llegar a coincidir con el festival del encaje, técnica muy tradicional de la región, y más en particular de Rauma.
La isla Kylmäpihlaja
Esta isla es famosa por su faro, reconvertido en hotel-restaurante, y su zona portuaria, base de grandes embarcaciones. De hecho, es uno de los puertos más romántico de Finlandia. En su puerto también se dan cita numerosos eventos deportivos acuáticos, donde las embarcaciones son las protagonistas.
Merece la pena recorrer su costa y tomar una de las fotografías más buscadas: el faro en primer plano y Rauma al fondo. La isla es refugio de numerosas aves en sus rutas migratorias, por lo que podrás disfrutar del espectáculo de la naturaleza en un entorno casi virgen.
Fiskars, un destino cultural emergente
Decidir cuál es el pueblo costero más bonito de Finlandia no es fácil, y menos con pueblos tan encantadores como Fiskars, al oeste de Helsinki. Si eres un amante del arte, o un sibarita, estás en el punto adecuado de la geografía finesa. Aquí la naturaleza y el desarrollo parecen haber llegado a un acuerdo de mutuo respeto: se siente cuando paseas tranquilamente por sus calles o si decides alquilar una barcaza para recorrer el río.

Leineperi, un bonito pueblo en la costa oeste de Finlandia
Este pequeño pueblecito, pertenenciente a municipio de Ulvila, se sitúa en la costa oeste de Finlandia, y destaca por los numerosos talleres que la pueblan, llenos de artesanos y artistas. Las industrias más pujantes son las ebanistería, los trabajos textiles o la encuadernación de libros. En el ámbito cultural, destaca el Museo Kangasniemi en el que podrás comprender el nexo entre la industria, Suecia y Finlandia.
Mariehamn, el vestigio del imperio ruso
Esta pequeña ciudad portuaria fue fundada por el zar Alejandro II durante la ocupación del imperio ruso. La zona del puerto y el muelle atraen cada año más de 1,5 millones de turistas que desean caminar por esta moderna localidad, la más grande de la provincia autónoma de Åland.
El gran atractivo de Mariehamn es precisamente ser el punto de partida de numerosos cruceros, kayaks y transbordadores entre las más de 6500 islas que conforman la provincia; aunque solo 60 están habitadas. Mariehamn es, sin duda alguna, un lugar a marcar para las vacaciones tranquilas en familia.
Tammisaari
Esta región sureña de Finlandia, en la zona de Uusimaa, fue siempre una aldea de marineros (y artesanos). Hoy en día, la localidad, parcialmente reconstruída para atrae al turismo náutico, ha sabido mantener ese aire marinero de antaño, con sus calle y callejones propios de las poblaciones portuarias.
El mar es testigo de una de las fiestas más importantes, la del solsticio de verano, donde se ejecuta una danza tradicional con hoguera y cintas. En verano, además, el mercado popular nocturno abre los miércoles y los viernes.

Kaunissaari
Esta isla finlandesa es famosa por sus largas playas de arena y su peculiar pueblo de pescadores. Merece la pena visitar el pequeño museo de la localidad, que te sumerge en el modo de vida de los locales. Desde luego, uno de los pueblos costeros más bonitos de Finlandia. La isla está preparada para hacer pequeñas rutas de senderismo o cicloturismo, tan habitual en el país nórdico.
Porvoo, uno de los pueblos costeros más bonitos de Finlandia (y uno de los más antiguos)
La pequeña localidad de Porvoo, una de las más antiguas de todo Finlandia, es un completo homenaje a la madera y matices rojizos propios de la costa del Báltico. Es muy curioso pasear por esta localidad: cada casa tiene unos colores que la llenan de un gran positivismo.
Kristinestad
Kristinestad entra de lleno en los pueblos costeros con más encanto de Finlandia gracias a su certificado como Cittaslow, esto es, la confirmación oficial de que Kristinestad es una población de paz, armonía, natural y orgánico.
Lo cierto es que todo su casco histórico es una oda al pasado, con casas de madera disgregada en el caos de la planificación urbana de la localidad.