Las cataratas del Niágara son uno de esos destinos que todo el mundo debe de ver al menos una vez en la vida. Es una demostración en directo e infinita de lo que la naturaleza puede hacer, y algo que nos permite viajar, aunque sea por un segundo, a cómo era el planeta tierra en sus orígenes.
Con esta pequeña idea, y estando en Nueva York en mi 4 o 5 vez, decidí explorar lugares cercanos a Nueva York City que pudiera ver durante un día, ya que ya tenía excesivamente vistas las 20 cosas que hacer en Nueva York, artículo que publicamos en Lugarnia hace un tiempo. A pesar de verme tentado por Washington DC, la inmensa cantidad de sus museos (e incluso vida nocturna) que esta tenía, hizo que descartara la idea en favor las cataratas del Niágara.
Además de NYC, las cataratas del Niágara son perfectamente accesibles para un viaje de un día desde otras grandes ciudades, tales como Boston, DC, Philadelphia, Baltimore, Pittsburgh, Cleveland o Detroit. El coste del billete de avión dependerá del la ciudad y momento, pero en la mayor parte de las ocasiones se puede conseguir un billete de ida y vuelta desde 200 dólares americanos.
Vuelo a Buffalo Niagara International Airport
Está bien, las cataratas del Niágara no es exactamente lo que clasificaríamos como un lugar ‘cercano’ a NYC. Sin embargo, es un vuelo relativamente corto, 1 hora y 25 minutos que, cogido a primera hora de la mañana, puede hacer que el plan funcione.
El aeropuerto más cercano es el Buffalo Niagara International Airport (BUF), que está a unos 41km de las cataratas. Sin embargo, mucha gente vuela directamente al aeropuerto de Toronto al encontrarse en el lado canadiense (donde está el lado más bonito de las cataratas).

Sin embargo, aquí viene el primer error: es conocido que el «Canadian side», o la vista desde el lado canadiense, es inmensamente mejor que el lado estadounidense. Totalmente de acuerdo. Sin embargo, lo que mucha gente olvida es que también se puede cruzar de un lado a otro andando, y eso es exactamente lo vamos a hacer en esta guía (y que, lamentablemente poca gente hace, omitiendo las hermosas vistas que hay durante el proceso).
Uber hasta la frontera con Canadá
Mi idea inicial era coger un autobús de la compañía Megabus hasta la terminal de autobuses de Niágara. Lamentablemente, tras esperar durante más de media hora y realizar un par de llamadas con ‘está en ruta’ pensé: estoy en Buffalo, tengo únicamente unas horas para ver las cataratas. ¿Qué hago? Uber, evidentemente, fue la solución.
El recorrido con Uber lo hice hasta la frontera de Estados Unidos con Canadá a través del Rainbow International Bridge, donde el amable conductor me explicó que él no puede ir a Canadá, pero que me encantaría cruzar andando. ¡Y vaya que me encantaría!. Este puente, el cual lo crucé completamente en solitario, ofrece unas panorámicas que, honestamente, son motivo individual de una visita.

Cruzado el puente, pasaremos finalmente por la frontera canadiense que nos hace, finalmente, poner pie en Canadá.
Caminando cerca del río Río Niagara

La duración de la caminata, de aproximadamente 20 minutos, nos ayudará a poder ir metiéndonos en escena hasta finalmente, poder llegar a las mejores vistas de las Niagara Falls, o cataratas del Niágara.
Mejores vistas de las cataratas del Niágara
A pesar de que esto es cuestión de gustos, durante la caminata dirección las cataratas, podréis disfrutar de diferentes ángulos y perspectivas. Además, existen tránsitos adicionales detrás de la principal atracción.
Comiendo cerca de las cataratas del Niágara
En este punto, es probable que te hayas levantado cerca de las 5 de la mañana para coger el primer vuelo, por lo que las fuerzas y al hambre pueden empezar a hacer presencia. A pesar de que existen numerosos restaurantes para comer cerca de las cataratas -la mayor parte de ellos algo caros-, no puedo más que recomendar los que encontraréis en Fallsview Tourist Area, que son los que cuentan con mejores vistas, y una organización más que correcta.
Además, después de la comida es probable que quieras explorar las diferentes actividades que se ofrecen, todas ellas desde este mismo lugar.
Volviendo al lado estadounidense
Tras unas horas cerca de área de la catarata, sentí que había cumplido. A pesar de que la zona cuenta con grandes hoteles, casinos, atracciones para niños, tiendas, y casi un parque de atracciones, marcharse antes de que la vida nocturna empiece puede ser una gran idea para guardar de Niágara el recuerdo de lo que es: pura naturaleza y recuerdos que quedarán en nuestra retina para siempre.
Por ello, decidí volver caminando de nuevo el río Niágara, no sin darme alguna que otra vuelta para observar, casi por última vez, la belleza de las cataratas. Afortunadamente, y si vuestro billete de vuelta lo permite, también se puede cruzar el puente Rainbow International Bridge para disfrutar de unas vistas con atardecer incluido.
Ya en el lado americano aconsejo utilizar Uber o cualquier autobús para volver de vuelta al aeropuerto. En menos de 30 minutos habréis llegado, y tendréis una historia para contar a amigos y familiares por el resto de vuestra vida. ¡A viajar!