Mujeres vestidas de negro, con un sombrero de pico, rodeadas de sapos, con un caldero en el que cocinaban sus pócimas para hechizar a todo aquel que se pusiera en su camino. Mujeres que secuestraban a niños, que volaban en escoba y buscaban formas de hacer daño a la sociedad. Así es la imagen que muchos tienen del concepto de bruja. ¿La realidad? Se trataba de mujeres que querían ser libres, que se imponían a las normas que marcaba la religión católica y que tenían una forma de vida que aunque les hiciera felices, no correspondía con los patrones creados para las féminas, sobre todo durante la Inquisición. Entre ellas se encontraban solteras, curanderas o las adúlteras. ¿Conoces localidades españolas en las que vivieron brujas? A lo largo de este artículo nos centraremos en este tema.
Localidades españolas en las que vivieron brujas
España es un país que cuenta con numerosos rincones en los que residían brujas, es decir, esas mujeres empoderadas que preferían dejar a un lado la escoba para realizar esas actividades que las hacía sentir más llenas, más preparadas. Para que conozcas la magia de cada uno de ellos, a lo largo de este artículo vamos a hablar de las localidades españolas en las que vivieron brujas.
Zugarramurdi

Álex de la Iglesia, en su film «Las brujas de Zugarramurdi», puso en relieve este pueblo marcado por los aquelarres, los hechizos y la quema de brujas que tuvieron lugar durante siglos. Se encuentra en Navarra y uno de los momentos más oscuros de su si historia se sitúa en el siglo XVII. María Jureteguía, que residía en la zona, confesó que ella, junto a otro grupo de personas, participaba en aquelarres. En total hubo 29 acusados que fueron juzgados en Logroño por el tribunal de la Inquisición. Finalmente, algunos fueron condenados a la hoguera y otros murieron en la cárcel.
En la actualidad, en Zugarramurdi puede visitarse el Museo de las Brujas, ubicado en un caserío navarro en el que se pueden conocer multitud de historias de persecución y condena. Asimismo, hay una cueva llamada Sorginen Leizea en la que se reunían estas mujeres. Además, en sus alrededores, existen varias rutas de senderismo.
San Salvador de Coiro

Según la leyenda, las brujas de esta localidad se reunían a medianoche en la playa de Áreas Gordas. Lo hacían con el fin de encontrarse con el diablo, quien las poseía. Es más, también se dice que la campana de la iglesia del pueblo sonaba sola para convocar a los participantes. Sin duda, la noche más especial era la de San Juan.
Ahora, en los alrededores se puede disfrutar del Espacio Natural Protegido Carballeira de Coiro, en el que destacan los abedules, los robles y los alisos. Además, la costa también es un importante motivo para conocer este rincón de España, que llegó a ser terrorífico para gran parte de la sociedad.
Montilla

Se encuentra en Córdoba, y tal es su popularidad que hasta Miguel de Cervantes fue el encargado de contar la historia de una de las brujas que fueron condenadas, Leonor Rodríguez, en su obra El Coloquio de los perros. Rodríguez era la más conocida dentro de Las Camachas, un grupo de cinco mujeres que fueron condenadas por el tribunal de la Inquisición en el siglo XVI. Viajó a Granada para aprender hechicería. Además, daba clases particulares a aquellas personas que estuvieran interesadas en esta profesión. Pero todo cambió el día en el que la Orden de los Jesuítas la denunció ante las autoridades. Fueron muchos los vecinos que declararon como testigos asegurando que la acusación era cierta.
Además de recibir cien azotes y ser desterrada de su pueblo, tuvo que asumir una multa de 56.250 maravedís, una cantidad considerable teniendo en cuenta la época.
Trasmoz

Trasmoz se encuentra en Zaragoza y presume del Museo de la Brujería y de un concurso en el que se elige la bruja del año. Es más, de forma anual acoge la Feria de Brujería, Magia y Plantas Medicinales del Moncayo. Fue el único rincón de España excomulgado por la Iglesia Católica.
Cerca de esta localidad, en Vera del Moncayo, Gustavo Adolfo Bécquer se recluyó para escribir Rimas y Leyendas. En esta obra cuenta algunas historias sobre brujería.
Soportújar

Es un pueblo de la Alpujarra en cuyo barranco se encuentra la cueva del Ojo de la Bruja, en la que se hace honor a estas mujeres. De este modo, en su interior aparece una figura de una hechicera con su escoba, un caldero y una mesa sobre la que están distribuidos los ingredientes para crear pócimas. Los visitantes pueden pedir un deseo si lanzan una moneda dentro de este lugar, ya que las brujas hacían de sus poderes un negocio.
Asimismo, cerca de la cueva hay una escultura que representa la imagen de una bruja. Además, en el Mirador Embrujado hay una fuente con forma de brujas removiendo un caldero. Cabe destacar que cada año se celebra en el lugar la Feria del Embrujo en el mes de agosto.