La comida que se ofrece en el servicio de habitaciones tiene la reputación de ser demasiado cara y de una calidad no del todo espectacular para los precios que se manejan generalmente en los hoteles, pero hay ocasiones en las que por horarios o ubicación no nos queda más opción que pedirla si no queremos desfallecer de hambre. Aquí te contamos algunos trucos para utilizar el servicio de habitaciones sacándole el máximo partido a tu bolsillo y a tu paladar.
Las 4 reglas de oro para utilizar el servicio de habitaciones
1. Pide la comida adecuada en función de tu habitación
Cuando te planteas utilizar el servicio de habitaciones, antes de pedir tienes que tener en cuenta cuánto tiempo va a tener que viajar el plato desde la cocina a tu habitación. Generalmente, las cocinas de los hoteles se encuentran en el sótano, por lo que si tu habitación está en una de las plantas más altas del edificio, la comida podría tardar más de 10 minutos en llegar desde que abandona la cocina, y eso teniendo en cuenta que no haya otras entregas de servicio de habitaciones en el camino.

Esto no afecta necesariamente a la calidad del producto pero sí a la temperatura, por lo que los platos calientes no son los más recomendables si te hospedas en las últimas plantas. Del mismo modo y por el mismo motivo, lo ideal es pedir que te suban cada plato por separado para que no se te enfríen en la habitación mientras te vas comiendo las demás cosas.
Las ensaladas, los aperitivos y los sándwiches fríos son una excelente opción, así como las sugerencias de la carta (calientes o frías) o las especialidades de la casa: si las ofertan como tales, es porque son los platos de mayor calidad del menú.
2. Haz tu pedido con antelación
Si hace muy mal día y no te apetece salir del hotel a comer, piensa que tal vez al resto de clientes tampoco. Por ello, si tienes la intención de pedir comida a la hora exacta del desayuno, almuerzo o cena, es mejor llamar con una antelación de por lo menos dos horas para que la cocina pueda organizarse y tú puedas disfrutar de la comida a la hora que prefieras.
3. Habla con el sumiller para pedir el mejor vino
Es muy común utilizar el servicio de habitaciones para pedir bebidas, especialmente si te estás alojando en el hotel por alguna ocasión especial como aniversarios o cumpleaños. Por ello, si deseas un buen vaso del mejor vino de la zona, un cóctel creativo o cualquier otro tipo de bebida para acompañar la comida o para disfrutar de la velada, llama al restaurante y pregunta si tienen sumiller, y a continuación, si puedes hablar con él. La mayoría de los hoteles de lujo tienen uno, y no están allí solo para ayudar en el restaurante o en el bar.
4. No pidas platos especiados
Despertarse en una cómoda y mullida cama de hotel es siempre un lujo, pero si la habitación apesta a algún aroma penetrante ya no lo es tanto. Si la noche anterior decidiste utilizar el servicio de habitaciones y pediste algún plato con cebolla, ajo o especias fuertes, por mucho que abras la ventana y gastes colonia espolvoreándola por toda la estancia, la habitación seguirá oliendo mal. Así que trata de evitar los productos de olor intenso como el queso roquefort o el curry, por muy buenos que estén.