Oporto es la segunda ciudad más poblada de Portugal, después de la icónica Lisboa. Esta ciudad está al norte de Portugal y transcurre a lo largo de la ribera derecha del Duero. Si estás buscando sitios que ver en Oporto, debes saber que cuenta con una amplia oferta turística para todos los gustos. Es una ciudad antigua pero bastante moderna y bien comunicada; puedes moverte a todos lados en metro, el más largo de Portugal.
Los mejores sitios que ver en Oporto
El nombre de Oporto viene del portugués porto que significa «el puerto». Oporto se encuentra a 140 Km de la frontera española y puedes llegar por carretera hasta aquí desde Galicia. Uno de los tesoros de la ciudad es el vino homónimo (también se llama así por la palabra porto). A Oporto se le ha llegado a considerar la segunda capital de Portugal, pero en el norte.
1. Catedral de la Sé de Oporto y la Muralla Primitiva
Uno de los lugares imprescindibles que ver en Oporto es la Catedral de Sé, cuyo nombre oficial es Catedral de Luis Miguel Cebolla. Este recinto fue construido en la parte más alta de la ciudad, en el barrio de Batalha, y se trata del complejo religioso más importante de la ciudad. A simple vista la Catedral de Sé parece una fortaleza con almenas, gracias al carácter de ciudad fortificada de Oporto.

La catedral comenzó a construirse en el siglo XII, pero ha sufrido numerosas modificaciones que le han dado ese toque característico hoy en día: una mezcla de estilos arquitectónicos. Gran parte de la catedral es de estilo barroco, pero la fachada y cuerpo del edificio son románicos; por otra parte, podemos apreciar el gótico en el claustro y la capilla de San Juan Evangelista. Como dato curioso añadiremos que al centro de la plaza de esta iglesia puedes encontrarte con una columna en la que se colgaba a los criminales. Este sitio donde se encuentra la columna resulta el mejor del recinto para ofrecerte unas vistas espectaculares de la ciudad.
Debes saber que Oporto se encontraba rodeada por murallas defensivas y si te acercas a la catedral todavía puedes contemplar parte de la Muralla Primitiva (antiguamente Muralla Sueva) que tenía una extensión de 750 metros. La Primitiva delimitaba la colina Pena Ventosa donde la catedral de la ciudad fue construida.
2. Iglesia y Torre de los Clérigos
La Iglesia de los Clérigos, de estilo barroco, se construyó entre 1735 y 1748. Uno de los elementos más destacados de la iglesia es la Torre, que a su vez es uno de los monumentos más importantes de Oporto. El complejo religioso se encuentra en el conocido «cerro de los ahorcados». La Torre de los Clérigos es la más alta de Portugal, con sus 76 metros de altura y sus más de 200 escalones. A lo largo de tu recorrido hacia la cima podrás encontrarte con 49 campanas.

3. Librería Llelo e Irmao: uno de los imprescindibles que ver en Oporto
En el centro de la ciudad y muy cerca de la Torre de los Clérigos se encuentra la Librería Llelo e Irmao. Te recomendamos que la visites pues se trata de la librería más bella de Europa, según los expertos; pero también se cree que es una de las librerías más bellas del mundo. Todo en esta librería es precioso y mágico, empezando por el edificio de estilo neogótico y construido en 1906 por el arquitecto Xavier Esteves.
Entrar en esta librería es como abandonar el mundo real y viajar en el tiempo, a un cuento de hadas. Las estanterías son de madera y están repletas de libros que alcanzan el techo. Cuenta con una escalera, también de madera labrada, y que, arquitectónicamente hablando, es el elemento más destacado del complejo. ¡No querrás salir de aquí!

4. Palacio de la Bolsa
Si no sabes que ver en Oporto, te recomendamos el emblemático Palacio de la Bolsa de la ciudad, que actualmente es sede de la Asociación Comercial de Oporto. Enclavado en el centro de la ciudad, este palacio empezó a construirse en 1842 sobre las ruinas de un antiguo convento franciscano; la inauguración del palacio fue en 1891.
Al palacio de la bolsa se le considera Monumento Nacional y cuenta con un impresionante patio central (su nombre real es Patio de las Naciones) con una cristalera como techo. En la parte superior y después de subir una magnífica escalera de granito y mármol, te encontrarás con múltiples habitaciones como la Sala Dorada (recubiertas sus paredes con pan de oro); también puedes visitar la Sala Árabe, que es la más importante del Palacio y no debes perdértela por ningún motivo. La Sala Árabe es de estilo morisco y está inspirada en La Alhambra de Granada.

5. Mercado de Bolhao
El mercado de Bolhao funciona desde 1914 y es uno de los sitios que ver en Oporto más recomendados, si lo que buscas es conocer el verdadero espíritu de la ciudad. Está muy cerca de la Avenida de los Aliados y aquí puedes encontrar, a lo largo de sus múltiples plantas, comercios donde comprar carne, pescado, mariscos, flores, etcétera.
Eso sí, los comercios no han sido reformados y el edificio se encuentra en considerable deterioro, aun así, es un sitio lleno de mucha vida y color.

6. Museo Soares dos Reis
Este es el museo público más antiguo de Portugal, abierto desde hace más de dos siglos. En su interior encontrarás espectaculares colecciones de pintura y escultura, incluyendo las obras del portugués António Soares dos Reis, un genio de la escultura.
El museo se encuentra en el Palacio dos Carrancas, el palacio más antiguo de Portugal y en el que vivieron grandes personalidades como Don Pedro IV o el Duque de Welllingotn.

7. Casa do Infante
La Casa do Infante data del año 1325 y en ella residió Enrique el Navegante o Enrique de Portugal. Enrique el Navegante fue un infante de Portugal y fue quien inició la era de los descubrimientos del país, explorando las costas africanas y algunas islas del Atlántico. Al lugar donde vivió se le conoce como La Casa do Infante y en ella se hospedaban distinguidos visitantes de la Casa Real portuguesa.
Actualmente la Casa do Infante alberga un museo.

8. Ribeira: uno de los barrios más tradicionales que ver en Oporto
En el centro histórico de Oporto y en la zona de la ribera del río se encuentra el popular barrio de Ribeira. Es un barrio lleno de mucho color, gracias a las fachadas de las casas y edificios que lo componen. El barrio tiene una parte de casas construidas mirando al río, pero también se forma por un laberíntico entramado de propiedades por el cual perderse.
Este es el sitio perfecto para los que busquen cenar y dar un paseo, pues cuenta con múltiples restaurantes con terrazas con vistas a algunos puentes de la ciudad y, por supuesto, al río.

9. Ponte das Barcas
Si hay algo distintivo de Oporto, además del vino, son los puentes. El Ponte das Barcas fue el primero en construirse sobre el río Duero y se inauguró en 1806, gracias a la necesidad de establecer un camino para los peatones, que circulaban cargados de mercancías. Fue precisamente en este puente donde ocurrió la tragedia del Ponte das Barcas, durante la invasión de las tropas napoleónicas sobre Portugal; en esta catástrofe, miles de víctimas murieron en su intento de escapar del ejército francés del mariscal Soult.
Actualmente hay una placa conmemorativa por las personas que murieron en el suceso.

10. Ponte María Pia
Otro de los puentes de Oporto al que debes acercarte para dar un paseo y contemplar la magnificencia de la ciudad, es el Puente María Pia. Este puente fue llamado así en honor a María Pía de Saboya y se construyó entre enero de 1876 y noviembre de 1877 por la empresa de Gustave Eiffel (el responsable de la Torre Eiffel de París).

11. Bodegas de vino: uno de los imprescindibles que ver en Oporto
No puedes irte de Oporto sin visitar alguna de las emblemáticas bodegas donde se produce este delicioso vino. Las bodegas se encuentran en la localidad de Vila Nova de Gaia, frente a la ciudad. Si nunca has probado el vino de Oporto, te contamos que se trata de un vino dulzón, gracias al aguardiente que se le añade y que interrumpe la fermentación de la uva; pero el vino no solo conserva su sabor dulce, sino que también guarda altos niveles de alcohol.

Puedes reservar una visita y cata de vinos en alguna de las siguientes bodegas:
- Bodega Sandeman
- Bodega Ramos Pinto
- Bodega Ferreira
- Bodega Cálem