Turquía, una Península bañada por dos grande mares: el Mediterráneo, en la parte sur y sureste, y el Mar Negro en la zona norte. Ambos se unen y trasvasan sus aguas a través del Estrecho del Bósforo, donde se erige Estambul, y el mar de Mármara, el pequeño mar que forma el extremo occidental de la península de Anatolia y el continente europeo. Estos son los pueblos costeros más bonitos de Turquía.
Los pueblos costeros más bonitos de Turquía en el Mar Negro
La costa del Mar Negro es una costa exuberante: la humedad presente hace que esté permanentemente verde. Esto contrasta y llama la atención del viajero respecto al interior de grandes estepas de la península de Anatolia.
A lo largo de toda la costa turca en el norte, el viajero podrá disfrutar de densos bosques de pino, valles interiores y elevaciones rocosas. Estos han dotado a la región de una singularidad climática que favorece unas temperaturas suaves la mayor parte del año.
Esta área es menos popular que el sur mediterráneo, por lo que que si buscas playas tranquilas en Turquía , las de la costa del Mar Negro son una magnífica opción.
Zonguldak, uno de los pueblos más bonitos que visitar en la costa del Mar Negro de Turquía
Zonguldak es al mismo tiempo ciudad y denominación de provincia. Su mayor encanto reside en sus paisajes dominados por altas colinas de un verde inusual, las cavernas y el patrimonio cultural que atesora, con más de 20 sitios de interés arqueológico.
La población ha estado habitada durante miles de años: hititas o persas dejaron aquí su impronta, pero también los romanos, los bizantinos o los otomanos.
Su playa cuenta con una extensa arena oscura que nos hace recordar el origen y el peso de la minería en esta localidad. Por supuesto, no podemos abandonarla sin acercarnos al museo de la Minería y caminar por sus profundos túneles.

Trebisonda, en la Ruta de la Seda
En el extremo este de la costa del Mar Negro se levanta desde hace siglos la ciudad de Trebisonda, Trapezunta en griego y Trabzon en turco. Su extraordinaria ubicación la convirtió rápidamente en un importante centro comercial.
No en vano, forma parte de las ciudades que recorre la Ruta de la Seda entre Oriente y Occidente. A día de hoy, su puerto sigue siendo uno de los más importantes de Turquía.
Además de su puerto y paseo marítimo, la ciudad cuenta con innumerables vestigios de su pasado histórico como el Monasterio de Sumela o el Acueducto y los restos de la muralla. Pasear por la zona vieja es encontrarse con motas del pasado a cada paso. Por ejemplo, la casa de Mustafá Kemal Ataturk, el padre de la nación turca moderna.

Giresun, entre el verde frondoso y el mar azul
Próximo también al extremo oriental de la costa turca en el Mar Negro, presume de contar con la única isla de todo el mar interior, la isla de Aretias (que recibe otros muchos nombres). Esta isla es la protagonista de las festividades de mayo de la ciudad.
Es la ciudad de dos de los productos estrella de la gastronomía turca: la cereza y la avellana. Ambos frutos se reconoce en el mundo entero por su calidad, por lo que no puedes dejar la ciudad sin probarlas.
En tu próxima visita a este pueblo, considerado como uno de los pueblos costeros más bonitos de Turquía, aprovecha para subir al castillo, pasear por el barrio Zeytinlik, probar su rica gastronomía y comprar algún recuerdo de joyería en plata, arte en el que los artesanos de la población tienen gran fama.

Los pueblos costeros más bonitos en la Costa de Egeo de Turquía: la riviera turca
Más allá de Estambul y las estratégicas localidades y puestos de vigilancia diseminados por el Mar de Mármara, la entrada natural al Mar Negro, Turquía cuenta con una de las zonas costeras más turísticas del mundo. No en vano, Turquía se ha elevado como un fuerte competidor con la costa española como receptora del turismo internacional. De hecho, a la costa Turquesa turca también se la denomina como la Riviera turca.
Bodrum, una ciudad que mira al Egeo
Bodrum es una ciudad de tamaño medio que, sin embargo, atrae cada año a miles de turistas dispuestos a dejarse inundar por la luz del mediterráneo.
El pueblo está dominado por su magnífico castillo de San Pedro, que domina toda la bahía sobre la que se asienta la localidad. El castillo es un recuerdo de la posición estratégica del mar Egeo en las Cruzadas (fue construido por la orden de San Juan de Jerusalén).

Kas, una pequeña localidad idílica en el Egeo
Este pequeño pueblo pesquero, que aún mantiene su esencia a pesar del aumento del turismo, es perfecto para cualquier tipo de viajero: si te gusta la historia, tienes restos de diferentes épocas; si eres más de pasear, el pueblo en sí te encantará; si eres amante de los deportes, desde aquí puedes hacer diversas actividades deportivas como montañismo o submarinismo. ¡Kas cuenta con uno de los fondos marinos más ricos en biodiversidad de la región!

Alacati, la Ibiza del mar Egeo
Esta pequeña localidad, que recuerda mucho a los pueblos griegos o el ambiente de Ibiza en España, ha llamado la atención de las clases altas turcas y rusas, y cada año son más los turistas que la inundan.
No en vano está considerado como uno de los pueblos costeros más bonitos de Turquía. ¿Los motivos? Desde los campos de viñedos que la circundan a los molinos de vientos, o el oleaje picado que lo convierte en un paraíso de los amantes del windsurfing y katesurfing.

Oludeniz
Es uno de los pueblos más fotografiados de toda Turquía. Y es que cuenta con algunas de las playas más bonitas de todo el país. Esta localidad se encuentra rodeada por las montañas y el mar.

Kaleköy
Kaleköy recibe orgulloso al viajero que llega por mar con un impresionante castillo bizantino, conservado en un buen estado. Pero Kaleköy es mucho más: un paseo marítimo envidiable, una peculiar ubicación entre la abrupta costa y las colinas que lo rodean hacen de este destino una buena elección para descansar, conocer y ver Turquía más allá de Estambul.

Bahía de Kekova
La población de Kekova fue testigo de uno de los episodios sísmicos más importantes de los últimos dos siglos: el hundimiento de la ciudad de Simena. En su lugar dejó esta hipnótica bahía, en la cual se pueden ver los restos de la población sumergida.

Seguro que nunca habías pensado en Turquía como un destino de sol y playa. ¿Te animas a conocerlo en primera persona?