Hoces del Río Duratón: un paisaje espectacular en el parque natural segoviano

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El Parque Natural Hoces del Río Duratón es un destino mágico y digno de visitar si tienes oportunidad. Se trata de un paisaje protegido que abarca los alrededores de las hoces del mencionado río. Desde 1989 es un parque natural por la importancia que tienen sus ecosistemas naturales; en la fauna destaca una colonia de buitres leonados, la colonia más grande de Europa. Te invitamos a conocer este paradisíaco lugar.

Hoces del Río Duratón: ¿Cómo se compone?

El Parque Natural de las Hoces del río Duratón está situado en el noreste de Segovia y comprende los municipios de Carrasal del Rio, Sebúlcor y Sepúlveda. Alcanza una extensión de 4.953 hectáreas, contemplarlo es como detenerse ante una obra de arte colosal: las aguas del río Duratón transcurren en un cañón profundo que, en algunos puntos, alcanza los 100 metros de desnivel. Además de la belleza del paisaje, la flora y la fauna se le añaden elementos arqueológicos que encierran mucha historia; como ejemplo podemos poner algunos grabados de la Edad del Bronce y el conjunto arquitectónico de Sepúlveda.

Dentro de la fauna y en lo alto de las zonas más rocosas del parque se pueden avistar buitres leonados (575 parejas hasta 2013), pero el parque también es casa de multitud de águilas reales, halcones peregrinos, ratoneros y cernícalos y alimoches. El relieve se compone por las hoces, los cañones y acantilados que, a lo largo de los años, el río Duratón ha ido construyendo. El paisaje se adereza con una exquisita flora, encabezada por la sabina rastrera, las plantas rupícolas que crecen en las rocas, así como un bosque en las riberas del río.

Gracias a la colonia de buitres leonados y demás especies avícolas que conviven en este extenso paraje, Hoces del Río Duratón se considera Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y pertenece a la Red Natura 2000; además es un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) desde 1998. El parque es tan importante que el mantenimiento y recuperación del mismo se hace a través del proyecto LIFE que pertenece a la Unión Europea.

No solo puedes disfrutar de la naturaleza sino también de mucha historia

Casa del Parque Hoces del Río Duratón

Empieza tu visita a Hoces del Rio Duratón por la Casa del Parque. Aquí podrás obtener toda la información pertinente para hacer tu recorrido: mapas, mejores recorridos, gestión de permisos (en caso de necesitarlos). También podrás encontrar un panel donde se muestra la evolución de la antigua iglesia donde actualmente se encuentra la Casa del Parque.

Pero, ¿Qué es la casa del Parque? Además de ser el punto de partida de una agradable visita y un punto de información, es también un pequeño museo. Aquí puedes descubrir la historia de Hoces del Río Duratón y sus más importantes secretos: cómo se formó, la flora y fauna que componen los diferentes ecosistemas que aquí conviven así como la huella que la humanidad ha dejado en este Parque Natural. Como guía de esta visita interactiva tienes nada menos que a un anfitrión muy simpático: ¡una pequeña nutria! Esta agradable amiga te contará las características principales del parque y también cómo el clima y el paso del agua puede hacer que aparezcan especies animales y vegetales distintas a los alrededores.

En este museo también podrás conocer hojas de los distintos árboles que se encuentran a las orillas del río, pero no solo eso; es posible escuchar el canto de los pájaros que anidan en los chopos, fresnos, sauces y alisos; entre estos se encuentran el ruiseñor o el chochín.

En la Casa del Parque y a través de paneles, podrás ver el proceso de formación del cañón y el trabajo que el río ha hecho a lo largo de millones de años, para esculpir las impresionantes paredes que conforman el parque y que, como ya adelantábamos, llegan a alcanzar los 100 metros de altura. Al proceso erosivo realizado por el río se le llama Karstificación o Carbonatación.

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El páramo de Hoces del Río Duratón

A través de una pasarela puedes conocer el altar que pertenecía a la antigua iglesia donde ahora se erige la Casa del Parque. Es un lugar elevado y llano y se le conoce, cariñosamente, como el austero páramo. El páramo se caracteriza por tener un clima extremo, con inviernos muy fríos y de mucho viento, pero también de temperaturas elevadas en los meses de verano; a estas condiciones climáticas tan peculiares deben de adaptarse la flora y fauna de la zona.

Un poco de historia

Antes de adentrarte de lleno en Hoces del Río Duratón, concluye tu visita en el pequeño museo en el coro de la antigua iglesia. Aquí te recibirá un muy educado búho real. En esta zona descubrirás la etapa medieval llena de fortificaciones, murallas, puertas e iglesias que fueron testigos del paso de la historia.

En el «Rincón», como se denomina esta zona, se recuerdan los oficios sin los que la conservación del parque hubiera resultado imposible: ganaderos, canteros, resineros y agricultores. Aquí puedes ver útiles, vestimentas y herramientas propios de estos oficios.

Circuito histórico por Hoces del Río Duratón

Puedes hacer tu visita de manera lineal o circular y adentrándote en zonas tanto naturales como históricas. Las rutas de Hoces del Río Duratón son de dificultad baja o media y es recomendable hacer los recorridos con calzado adecuado (de preferencia botas) y en los meses de primavera u otoño. No olvides que la temperatura puede ser un poco extrema en los meses de verano e invierno.

La ermita de San Frutos es uno de los atractivos de las Hoces del Río Duratón

Ermita de San Frutos

Empieza el recorrido por la Ermita de San Frutos, uno de los principales atractivos del parque por sus impresionantes vistas. La Ermita, de estilo románico, data de la Edad Media y fue del priorato silense de San Frutos (patrón de Segovia). Aquí los monjes benedictinos (encargados de construir la Ermita en honor al santo) permanecieron entre los años 1076 y 1836. La Ermita se erige sobre una necrópolis visigoda en una zona alta que pertenece a una de las curvas más cerradas del río. Algo que destaca de la Ermita son sus capitales, con imágenes de la infancia de Cristo.

Se cree que San Frutos se retiró a esta zona en la decadencia de la época visigoda. Además según la tradición, San Frutos escondió una imagen de la Virgen de la Hoz en el año 711 para evitar que ésta cayera en manos musulmanas.

Monasterio de Nuestra Señora de la Hoz

Enclavado en el fondo de la hoz de Los Ángeles, que pertenece a Hoces del Río Duratón se encuentran las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de la Hoz. El monasterio, fundado en 1231 por los franciscanos (hasta su abandono en 1835) pertenece al municipio de Sebúlcor. Aunque desolado, el conjunto monasterial fue declarado Bien de Interés Cultural en 2012.

Es un lugar lleno de misterio e historia y nosotros te recomendamos acercarte en tu visita. Cuenta la tradición que en 1492, en mitad de una tormenta, el convento se derrumbó, pero la iglesia, donde se encontraba toda la comunidad, se mantuvo en pie. La encargada de costear la reconstrucción fue la reina Isabel la Católica, devota a Nuestra Señora de la Hoz; además la reina visitó el convento en numerosas ocasiones y hasta tenía su propio alojamiento. Así lo demuestran las armas de la monarca que aparecen en las estancias del convento en ruinas.

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Senderismo en Hoces del Rio Duratón

Si lo tuvo es andar y adentrarte por los senderos, prepara las botas y la ropa adecuada para adentrarte por los caminos de este espectacular Parque Natural. El recorrido también puedes hacerlo en bicicleta y los tramos tienen distintas longitudes. Dentro de este recorrido entra también la Ermita de San Frutos de la que ya te hemos hablado previamente.

Senda de la Glorieta

El recorrido denominado Senda de la Glorieta te permite contemplar las espectaculares vistas del valle del río Caslilla. Ya dentro del Parque Natural se puede observar el pliegue «Silla de Caballo», las crestas producto de la erosión del pliegue y distintas construcciones como murallas y puertas de la villa medieval de Sepúlveda, donde se localiza. También es un lugar ideal para contemplar a las aves más emblemáticas de Hoces del Rio Duratón. El recorrido tiene 800 metros de longitud y se hace en una hora, aproximadamente.

Hoces del Río Duratón es ideal para hacer senderismo

Senda de la Molinilla

La Senda de la Molinilla tiene una longitud de 1,8 kilómetros y se encuentra en los límites de Sepúlveda. A lo largo de la senda no solo puedes contemplar águilas y buitres surcando el cielo, sino también 5 magníficas cuevas desperdigadas por el camino. La primera, y antes de que empiece la senda propiamente dicha, se encuentra la Cueva de los Siete Alteres. Se considera que es uno de los primeros emplazamientos habitados por el hombre y, actualmente, lo que destaca de ella es una especie de ermita visigoda, por las pinturas rupestres ahí encontradas.

La segunda cueva es la del Cura está plagada de murciélagos y tiene bastante recorrido, al contrario que la tercera cueva, de la Parra, que es corta. La siguiente cueva es la del Santero, bastante profunda en comparación con las del Cura y la Parra.

A mitad del camino puedes tomar un chapuzón en una especie de playa (con arena incluida) ideal para descansar y refrescarte. Después de la playa te encontrarás con los restos de la Ermita de la Molinilla, de la que solo se conservan 4 paredes. La última cueva, de Cuarcimalo, es la más alejada de todas. Te invitamos a visitarla.

Senda de la Vega

Tiene una longitud de 4,5 kilómetros y se sigue en paralelo al río. Se encuentra en los límites del parque e incluso, buena parte de la misma transcurre fuera de él. Es común encontrarse con zonas recreativas ideales para descansar y almorzar. A lo largo del recorrido puedes distinguir 2 ecosistemas diferentes: el de la ribera del río y el de las arenas.

Senda puente Talcano-puente de Villaseca

Es una zona de reserva, así que las restricciones son muchas y hay que tener precaución a lo largo del recorrido de 12 kilómetros. El trayecto comienza en el puente romano de Talcano, en Sepúlveda y lo une con el Puente de Villaseca, en lo más profundo del río Duratón. En este camino también puedes encontrarte con la cueva de los Siete Altares.

Senda de los dos ríos

Tiene una longitud de 5 kilómetros y te ofrece vistas espectaculares del parque y los cañones, así como de vestigios históricos entre los que destacan, entre otros, una calzada romana. Dentro de los espectáculos visuales que ofrece la naturaleza, destacan la llamada «Silla del Caballo»

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