Dubrovnik ¿Qué ver y hacer en esta perla del Adriático?

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Dubrovnik es una ciudad diferente. Situada en Croacia, destaca por sus edificios de mármol que hacen contraste con el color rojo de los tejados. El turismo en este rincón de Europa crece cada año y no es de extrañar teniendo en cuenta sus paisajes, su historia y sus calles laberínticas. A lo largo de este artículo descubriremos qué ver y hacer en Dubrovnik.

Dubrovnik

Son muchos los lugares que debemos ver si visitamos Dubrovnik. Para que no te pierdas ninguno de ellos, a continuación te describimos los más destacados.

Las murallas

Uno de los grandes lujos que nos podemos permitir si viajamos hasta Dubrovnik es regresar al pasado paseando por sus murallas. Son el elemento arquitectónico que mejor define a esta localidad. Se trata de muros imponentes que separan el mar de la ciudad y que, además, envuelven el centro histórico de una forma muy especial.

Desde el agua, el color gris rosáceo de esta masa de piedra contrasta con el intenso azul del Adriático, pero desde lo alto, desde el adarve, sorprende el laberinto de calles de mármol que se extiende tras ellas, jalonado por las torres de las iglesias y los tejados de terracota.

Recorrer las murallas

Recorrer las murallas no es gratis, hay que sacar una entrada que cuesta aproximadamente 27 euros. Asimismo, es obligatorio recorrerlas en sentido contrario a las agujas del reloj. La panorámica del casco antiguo y de las aguas del mar es un regalo tanto para los ciudadanos que residen en el lugar como para los turistas. Ahora, también es totalmente recomendable observar los patios y los jardines ocultos que no se ven a simple vista.

El punto final del recorrido no deja indiferente a nadie. En él encontrarás el fuerte de San Juan, enorme fortaleza del siglo XVI, anclada sobre otra fortaleza más antigua. Asimismo, en el otro extremo de la ciudad se sitúa el fuerte de San Lorenzo. Si destaca por alguna razón es, sin duda, por las vistas que ofrece al casco antiguo. También es reseñable en el lugar el gran patio que acoge obras de teatro y conciertos en verano. Por último, el fuerte más grande es el fuerte Revelin, situado fuera de las murallas. Es una elaborada estructura defensiva encargada de defender el puente viejo.

Dubrovnik

Calles llenas de historia

Entre 1991 y 1992, Dubrovnik fue bombardeada con más de 2.000 proyectiles que causaron muertes y numerosos daños. A pesar de todo, actualmente la ciudad ya restaurada luce con casi todo su esplendor original.

El eje principal de esta ciudad es la calle Stradun. A lo largo de su recorrido se distribuyen las mejores tiendas, los restaurantes y también los turistas y los artistas callejeros. Esta vía, que alcanza los 300 metros de longitud, divide el casco antiguo en dos. Después de un devastador terremoto, ocurrido en 1667, Dubrovnik comenzó a reconstruirse alrededor de esta calle. Por este motivo, a día de hoy en esta zona encontramos edificaciones del siglo XVII.

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Palacio de Rector

El palacio del Rector, del siglo XV, es otra visita imprescindible en esta ciudad de Croacia. En él se alojaba el gobernante de la ciudad. Este palacio gótico-renacentista albergaba los aposentos privados del rector, las oficinas administrativas y también una mazmorra. Actualmente es la sede del Museo de Historia Natural.

Palacio de Sponza

Igualmente, no podemos olvidarnos del palacio de Sponza. Fue aduana, casa de la moneda, erario, arsenal y banco. Hoy, además, presenta una mezcla de estilos muy llamativa. También se mantienen en pie varias iglesias y monasterios, como la catedral de la Asunción, barroca pero levantada sobre una antigua basílica del siglo VII, o la iglesia de San Blas, también barroca.

Museos

Entre los museos de Dubrovnik destaca Love Stories Museum. En él tendremos la oportunidad de escuchar historias románticas, leyendas locales, escenas sentimentales de películas y canciones de amor. Ahora, lo más destacado del edificio es la colección de objetos con valor sentimental donados por gente corriente y cada una de las historias que hay detrás. La otra visita que casi nadie quiere perderse es la galería War Photo Limited, con exposiciones sobre la guerra de los Balcanes

Fuentes

En Dubrovnik hace mucho calor en verano y no existen muchos rincones en los que resguardarse de esta sensación. Eso sí, no es difícil encontrar agua fresca. Fuentes como la de Onofrio son lugares que ver en Dubrovnik e ideales para beber de forma ininterrumpida agua potable a una temperatura muy agradable.

Además de servir para esa finalidad, la Fuente de Onofrio es uno de los lugares emblemáticos de la ciudad. Se construyó en el s.XV como parte del sistema de suministro de agua a Dubrovnik y estaba adornada con estatuas. Esto cambió tras el terremoto de 1667, ya que quedó muy dañada.

Tiendas

Como ya hemos dicho antes, Dubrovnik es una ciudad que vive del turismo. Mientras uno pasea por Stradun y las calles que se encuentran alrededor, podrá ser testigo de decenas de tiendas en las que comprar recuerdos. Entre ellos destacan el aceite, postales, imanes y otros objetos típicos.

Ahora, en el lugar también podremos ver locales diferentes que lejos de convertirse en una tienda más, destacan por estar llenos de magia. Una de las razones es el espacio que ocupan, y otra, la calidad y originalidad de lo que venden. Es importante destacar, para entenderlo, que en muchas de estas tiendas promocionan a artistas locales y venden sus pinturas y artesanías.

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Otras tiendas pueden tratarse, por ejemplo, del taller de aquellos artesanos que hacen objetos de bisutería ante la mirada de los turistas.

El teleférico al monte Srd

El teleférico al monte Srd traslada a los viajeros desde el norte de las murallas hasta la cima en menos de cuatro minutos. Se trata de una bonita experiencia, a través de la cual podremos ver a 412 metros de altura el casco antiguo de la ciudad. Las vistas abarcan toda Dubrovnik y Lokrum, con las islas Elafiti en el horizonte. Su estratégica posición hizo que fuera un objetivo bélico clave durante la guerra de la década de 1990.

Para obtener las mejores vistas, lo más recomendable es colocarse en el extremo del teleférico que da a la ciudad. Las que se ofrecen desde el Restaurante Panorama, en la estación superior del teleférico, son impresionantes, aunque cabe señalar que el local no es nada barato.

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Ploce y Viktorija

Estos dos barrios, situados al este de la ciudad, acogieron lujosos hoteles y villas en las décadas de 1920 y 1930, explotando las espectaculares vistas del casco antiguo y algunas bonitas playas. Al pasear por la carretera que bordea la costa se puede ser testigo de esta lujosa zona de Dubrovnik. Aquí encontraremos restaurantes y pizzerías con terraza, y también modernas tiendas de diseño croata, galerías y centros de arte.

Por otro lado, se puede visitar el Museo de Arte Moderno. Es una galería que destaca por su arquitectura y las vistas que ofrece desde su terraza de esculturas. Asimismo, su valor aumenta gracias a la excelente colección de arte croata. Construida en la década de 1930 como residencia para un naviero de Dubrovnik, incluye elementos modernistas a la vez que hace un guiño a la arquitectura gótica y renacentista del casco antiguo.

Lokrum

Dejar atrás las aglomeraciones del casco antiguo de Dubrovnik es sencillo: basta con subir a bordo del ferri que, en unos 10 minutos, te lleva hasta la isla de Lokrum. Está habitada por pavos reales y otras 150 especies de aves. Se trata de una reserva natural protegida cubierta de bosques de encinas, fresnos negros, pinos y olivos, y es muy popular para darse un baño, aunque las playas son de roca.

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