Los volcanes son fuerzas de la naturaleza de especial belleza. Atraen, y, al mismo tiempo, se les teme. El volcán Kawah Ijen es uno de los volcanes más espectaculares del mundo, y se ubica en una de las regiones sísmicas y volcánicas de mayor actividad: la exótica Indonesia. Te invitamos a ascender con nosotros y conocer por qué se lo conoce como el volcán de lava azul.
El volcán de lava azul
El volcán Kawah Ijen está en el extremo oeste de la isla indonesia de Java. Su particularidad, más allá del color de su lava, se debe a que es el único volcán activo en el que esta actividad se comparte con las labores de extracción del azufre en la mina (en unas condiciones penosas, dicho sea de paso).

En esta visita al volcán Ijen se puede ver el cráter, con su lago de aguas turquesas, y la propia caldera, que está a su vez, circundada por otros conos y cráteres. La cumbre más alta es Gunung Merapi.
Para ver las lenguas de lava azules hay que esperar a la noche para ser testigo del espectáculo de las llamas azules que avanzan sobre la vertiente del volcán en tonos iridiscentes. Su explicación se debe a reacciones químicas que se producen al entrar en contacto la lava con elementos físicos.
El amanecer en la cima del volcán, enfilando el siguiente dentro de la ruta de los volcanes de Indonesia, es un espectáculo que hay que vivir para comprender la belleza del momento. Todo el esfuerzo de madrugar y ascender cobrará aquí sentido.
Ruta de ascensión al volcán Kawah Ijen
Para poder contemplar la belleza (y reparar en lo trágico de su destino), es inevitable realizar una ruta de ascensión. La ruta en sí no es extremadamente larga pero sí resulta dura por las pendientes que hay que soportar, por lo que si no estás en forma deberías replantearte la aventura.
Cómo llegar al volcán
Según cuál sea tu origen y/o destino, puedes acceder desde la localidad de Kawah Ijen o desde Banyuwangi. Existen rutas de ascesión en vehículo, pero solo hasta cierto tramo. A partir de ahí, y coincidiendo con la parte más dura de la etapa, hay que completar el recorrido a pie.
La ascensión al volcán Kawah Ijen
Al llegar al punto de partida, aunque hagas la primera parte en coche, tienes que pagar una tasa para poder acceder al volcán (100.000IDR (equivalen a 6€) en días laborables y 150.000IDR (equivalen a 9€) en fines de semana).

Si utilizas el coche, la ascensión no te llevará más de dos horas. Completarla a pie suele consumir entre 2 horas y media y 3 horas, por lo que se recomienda madrugar para llegar a la cima con los primeros rayos del sol, que crean un magnífico espectáculo de color con las aguas del lago del cráter y la propia lava.
Una vez has alcanzado la cima, ya puedes contemplar el lago azul turquesa, con sus burbujas que parecen que el corazón del volcán te están dando la bienvenida. A partir de aquí tienes dos opciones: bajar hacia el lago por el sendero existente o bajar directamente de la montaña.
La bajada a la caldera es complicada: el sendero es muy delgado, y los vientos son extraordinariamente fuertes, y en algunos casos incluso peligrosos. Además, si quieres bajar tienes que llevar sí o sí máscara, puesto que te enfrentas a gases sulfurosos muy peligrosos para el organismo.
En la caldera del volcán
En la parte baja de la caldera se encuentra la mina, por lo que hay que tener cuidado tanto en la ascensión como en la bajada, a ambas áreas del Kawah Ijen: deja paso a los mineros. Sus condiciones de trabajo serían consideradas esclavitud en Europa.
Si decides bajar, la recomendación es que no permanezcas más de 15 minutos expuesto a los gases. Tú mismo notarás cómo el ambiente se hace pesado y casi irrespirable, lo que te llevará a replantearte cómo es posible que exista una industria cosmética que se alimente de estos mineros.
Consejos para disfrutar de la experencia de ascender y contemplar el volcán Kawah Ijen

Seguro que en la mochila de ascensión llevas preparada la cámara de fotos para inmortalizar cómo discurre la lava azul por la ladera del volcán. Sin embargo, los tonos de la lava tienen tales matices que solo las cámaras réflex capturan la belleza de su particular lava azul. Si no posees una de estas cámaras profesionales, nuestra recomendación es que bajes el objetivo y disfrutes del espectáculo en vivo.
Un segundo y último apunte: cuando pagues la tarifa de ascensión, te proveerán de una máscara. Por muy incómoda que parezca, los gases que desprende la montaña (ya sea en el cráter o en las minas de azufre) harán que te piquen los ojos y tengas problemas para respirar. Usa la máscara para protegerte.