Coney Island es uno de los símbolos más importantes de Nueva York que ha resistido a la prueba del tiempo, los desastres naturales y las recesiones económicas. Por lo tanto, no es de extrañar que uno de sus parques de atracciones icónicos emerja a partir de este año con planes de presentar una nueva montaña rusa a finales del 2021.
Phoenix: la nueva montaña rusa del parque Deno’s Wonder Wheel en Coney Island
El parque de atracciones Deno’s Wonder Wheel no pudo abrir el año pasado para celebrar su centenario, pero eso no impide que los propietarios del parque se hayan aventurado con el proyecto de una nueva montaña rusa de nombre «Phoenix», una atracción suspendida para amantes de la adrenalina, su mayor inversión hasta la fecha.
Con una altura de 20 metros y una velocidad de hasta 54 kilómetros por hora, esta montaña rusa con diseño personalizado tendrá un espacio cerca de las atracciones más nuevas como «Thunderbolt» y «The Cyclone», una clásica montaña rusa de madera que lleva funcionando desde 1927.

Aunque la nueva montaña rusa «Phoenix» está dirigida a ofrecer un viaje lleno de emociones, también será ideal para familias y accesible para los niños más pequeños, o aquellos que prefieren mantenerse alejados de las montañas rusas más grandes.
El nombre de «Phoenix» está inspirado en la sensación de volar que los visitantes del parque pueden experimentar durante el paseo. Los trenes colgarán debajo de las vías, casi como un telesilla, dejando los pies de los pasajeros colgando debajo mientras se elevan por el aire.
El nombre también hace referencia al concepto renacimiento, no solo para el parque de atracciones «Deno’s Wonder Wheel», sino también para Coney Island y sus visitantes.
Cyclone: una de las montañas rusas más antiguas del mundo
El 26 de junio de 1927, hace exactamente 94 años en la actualidad, se abrió la tercera de las montañas rusas de madera más famosas de Coney Island llamada «The Cyclone». Buscando sacar provecho del gran éxito de las montañas rusas de madera como «The Thunderbolt» y «The Tornado», los hermanos Jack e Irving Rosenthal compraron un terreno en la intersección de Surf Avenue de Coney Island y West 10th Street y contrataron El diseñador Vernon Keenan para construir una montaña rusa que compitiese con las demás. Gastaron un total de 146.000 a 175.000 dólares en la construcción de lo que entonces se consideraba una de las montañas rusas más grandes y más emocionantes de su tiempo.
«The Cyclone» tenía alrededor de 800 metros de largo y presentaba una caída de 25 metros en su punto más alto. Actualmente es la única montaña rusa de madera operativa que queda en el parque, superando a «The Thunderbolt» que cerró en los años 80 y fue demolida en el año 2000, y «El Tornado», dañada por un incendio provocado en 1977 y demolida un año después cuando no pudo ser restaurada. Cuando abrió en los años 20, un viaje costaba solo una cuarta parte de los 8 dólares que cuesta en la actualidad.
A partir de los años 30, después de que los hermanos Rosenthal se mudaran al otro lado del río hasta el condado de Bergen en Nueva Jersey para administrar Palisades Park, «The Cyclone» fue la atracción más popular del parque. Los empleados de Astroland Park, que tomó posesión formal de la montaña rusa en los años 70, solían contar una vieja leyenda del parque en la que, durante 1984, un minero de carbón mudo llamado Emilio Franco había gritó: «me siento enfermo», mientras viajaba en la montaña rusa, y se desmayó después de escucharse a sí mismo hablar por primera vez en su vida.
Como suele suceder, «The Cyclone» estuvo a punto de cerrar por la contracultura en los años 60. Frente a la disminución de la asistencia y una multitud mucho más ruidosa que la que visitaba el parque en los años 40 y 50, los propietarios especularon sobre el futuro del parque. Fue en 1967 cuando la ciudad anunció un plan para reemplazar partes de los extensos parques de Coney Island, con la esperanza de atraer a más público.

A pesar de la oposición de East Coaster Corporation, entonces propietarios de la montaña rusa, el plan se puso en marcha. La ciudad de Nueva York compró «The Cyclone» por 1 millón de dólares y se preparó para demolerlo hasta principios de los 70, pero entonces se inició una campaña civil para salvarlo que tuvo éxito. Astroland ganó la licitación para comprar la montaña rusa y la reconstruyeron en la temporada baja de 1974 para abrir de nuevo en el verano de 1975. Cuando Astroland Park cerró en 2008, la montaña rusa permaneció abierta debido a su estatus como un símbolo de la ciudad de Nueva York y ha estado en funcionamiento desde entonces.
Como una de las montañas rusas funcionales más antiguas de la historia de Estados Unidos, «The Cyclone» guarda un pedazo de la antigua gloria de Coney Island como sede de las vacaciones de verano en Nueva York. Antes de que las atracciones fueran de acero y se elevaran casi 1 kilómetro en el aire, «The Cyclone» y el resto de montañas rusas eran muy queridas por las familias y no solo por los niños de 14 años que buscaban emociones fuertes.
Deno’s Wonder Wheel: uno de los parques de atracciones más divertidos de Coney Island en Brooklyn
Un viaje de verano a Nueva York no está completo sin una visita al parque de atracciones «Deno’s Wonder Wheel» en Coney Island. La noria «Wonder Wheel», que se encuentra en el centro de este gran parque de diversiones, es una parte de la historia de Brooklyn. Tienes dos opciones para montar en esta clásica noria, puedes optar por un asiento en movimiento que se balancea o uno fijo.
Aunque las vistas son las mismas desde los dos tipos de asientos, el que se balancea ofrece una experiencia más emocionante que el paseo panorámico. Una vez que hayas dado la vuelta a la noria, deberías explorar el resto del parque.

Deno’s tiene numerosas atracciones para los más pequeños, así como otras divertidas para niños mayores y adultos. Desde juegos de arcade de la vieja escuela hasta espectáculos semanales de fuegos artificiales los viernes por la noche durante todo el verano. Sin duda, este es uno de los enclaves más mágicos de Brooklyn.
Atracciones de Deno’s Wonder Wheel
Una vez que hayas visto las vistas en la cima de la noria «Wonder Wheel» y hayas aprendido algo sobre la historia de Coney Island, puedes probar a entrar en «Spook-A-Rama», que es similar a una casa embrujada, donde la gente se sienta en barriles de madera para tomar un paseo terrorífico y espeluznante. Otra opción es montarte en los clásicos coches de choques si prefieres echarte unas risas. Si vas con niños, lo ideal es dirigirte a Kiddie Park, una zona llena de carruseles y muchas atracciones infantiles.