Los castillos han vivido numerosas guerras y otros acontecimientos históricos totalmente reales, pero también han servido como escenario para grandes largometrajes y se han llenado de misterio, magia, leyendas e historias de todo tipo. Estos castillos de películas atraen cada año a centenares de visitantes que desean conocer los lugares en los que sus personajes favoritos han luchado, han vivido, se han enamorado… ¿Te animas a visitarlos?
Castillos de películas del mundo real
1. Castillo de Neuschwanstein

Muy cerca de Múnich se encuentra la preciosa localidad de Füssen, famosa por el castillo de Neuschwanstein o el castillo del Rey Loco. Pero el mundo entero lo conoce como el castillo de Disney porque es el que inspiró a Walt Disney para diseñar el castillo de la Bella Durmiente.
Hoy en día este lugar recibe alrededor de 8000 visitas diarias y se considera uno de los castillos más bonitos del mundo. Aunque no se pueden sacar fotografías de su interior, sí es muy común fotografiarlo desde el puente María. También es muy relajante pasear por sus alrededores, pues su lago, las montañas y la naturaleza hacen que sean preciosos.
Se recomienda comprar con antelación la entrada al castillo porque suelen formarse largas colas.
2. Castillo de Alnwick

El castillo de Alnwick se encuentra en el norte de Inglaterra, en el condado inglés de Northumberland, muy cerca de Escocia. Este castillo es el colegio de magia y hechicería Hogwarts de Harry Potter. Aunque en realidad todo el rodaje tuvo lugar en un estudio y se utilizó una maqueta a escala y técnicas de ordenador, se utilizó este castillo como referencia.
Este mismo castillo ha servido como escenario para otras películas, como Robin Hood, príncipe de ladrones y Transformers: el último caballero. Todos los días organizan tours cinematográficos por el castillo para conocer los rincones en los que se ha rodado alguna escena y se explican numerosas anécdotas de los rodajes.
3. Castillo de Belvoir

También en Inglaterra, pero esta vez en el condado de Leicestershire, en la parte central del país con frontera con Derbyshire y Nottingham, se encuentra el castillo de Belvoir. De entre todas las localizaciones de la película El código da Vinci, basada en el best seller de Dan Brown, destaca este castillo. Sus exteriores se convirtieron en el castel Gandolfo, residencia de verano del Papa.
También ha aparecido en otras producciones, como El pequeño lord, La joven Victoria o el remake de La guarida de 1999.
Se suelen realizar bastantes actividades en este castillo, por lo que se recomienda consultar las fechas de apertura al público antes de organizar la visita.
4. Castillo de Eilean Donan

El castillo de Eilean Donan es una fortaleza situada sobre la pequeña isla del mismo nombre, en el lago Duich, al noroeste de Escocia. Fue la clásica película Los inmortales la que dio a conocer este castillo y el lugar que lo rodea. Pero también ha servido como escenario para películas tan emblemáticas como Braveheart o El mundo nunca es suficiente, una de las muchas películas del famoso agente 007.
5. Castillo de Loarre

En España también hay castillos de películas y un ejemplo de ello es el de Loarre, que se encuentra en la provincia aragonesa de Huesca. Ni más ni menos que Ridley Scott decidió viajar hasta esta provincia para rodar El Reino de los Cielos en este precioso castillo románico del siglo XI.
Ha sido candidato a convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
6. Castillo de Orava

El castillo de Orava, Oravsky hrad en eslovaco, está situado sobre un promontorio rocoso a orillas del río Orava, en Eslovaquia. Su silueta sobresale de entre las copas de los árboles del bosque que lo rodea, lo que le da un toque misterioso y mágico. Se considera una de las joyas medievales más importantes de Eslovaquia.
En este castillo se rodó la mítica película de vampiros Nosferatu, en 1922. La ubicación del castillo, la historia del lugar, su decoración y su aspecto misterioso, sobre todo a última hora del día, hace que sea una visita difícil de olvidar.
7. Castillo de Bürresheim

El castillo de Bürresheim está situado muy cerca de Mayen, en el estado federado alemán de Renania-Palatinado. En este castillo es donde los alemanes retienen al padre de Indiana Jones en la tercera entrega de la saga, Indiana Jones y la última cruzada. En la película lo llaman el castillo Brunwald.
Tras fotografiar los exteriores y analizar en profundidad los espacios, consideraron que eran demasiado pequeños. Pero con ayuda de los efectos especiales se ampliaron sin problemas.
8. Castillo de Dover

El castillo de Dover se encuentra en Kent, Inglaterra, y se considera uno de los más grandes de la nación. Tiene numerosos túneles que fueron construidos durante la Segunda Guerra Mundial y que sirvieron de refugio antiaéreo. Más tarde pasaron a ser un hospital. Pero en 1990 sirvió para rodar la película de Hamlet, basada en la famosa obra de teatro de William Shakespeare.
También ha servido como escenario para otras películas, como Lady Jane, Matar a un rey y Las hermanas Bolena.
9. Castillo de Belmonte

Y, finalmente, el castillo Belmonte, ubicado sobre el cerro de San Cristóbal, en la provincia de Cuenca, en Castilla-La Mancha. En esta fortaleza tuvo lugar un torneo de la mítica película El Cid, de 1961. Aunque también se rodó en este castillo casi íntegramente Los señores del acero y Juana la Loca.
Hay meses en los que se realizan rutas teatralizadas y jornadas de recreación histórica por el castillo de Belmonte. En caso de querer asistir a alguno de estos eventos, se recomienda comprar las entradas con bastante antelación porque suelen agotarse.
Visitar estos castillos de películas puede convertirse en una muy buena experiencia. Nuestra recomendación, teniendo en cuenta que son lugares famosos por aparecer en la gran pantalla, es informarse previamente de los horarios, fechas de apertura y cierre y si pueden comprarse o no las entradas a través de su web. De esta manera pueden evitarse colas interminables.
Y aunque todos estos castillos son impresionantes y preciosos, en algunas películas se tuvieron como referencia o sufrieron cambios, por lo que pueden ser algo diferentes a como se recuerdan.