Los 7 pueblos costeros más bonitos de Bélgica que deberías visitar

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Bélgica mira hacia el mar con la misma intensidad con la que mira al continente. Sus más de 65 kilómetros de costa se traducen en playas de arenas, rompeolas y pueblos con encanto. Se trata de una de las costas más pequeñas del continente europeo; y, sin embargo, es una de las que más variedad de actividades ofrece, además de nadar en las aquí cálidas aguas del Mar del Norte. Estos son los 7 pueblos costeros más bonitos de Bélgica que no puedes dejar de visitar.

Pueblos costeros más bonitos de Bélgica que tienes que conocer

De Haan, la joya belga

De Haan es, sin lugar a dudas, el pueblo costero más bonito de Bélgica. Su encanto reside en la perfecta conjunción entre arquitectura tradicional y modernidad.

De Haan, uno de los pueblos costeros más bonitos de Bélgica

Lo primero que sorprende al viajero es que cada una de las fachadas de las viviendas están tintadas con elegantes motivos florales. En su costa se puede disfrutar de la paz y sosiego que de vez en cuando necesitamos.

De Haan tiene planes y actividades para todos los públicos. Desde un granero del siglo XIV al Parque Natural De Haan, del que parten numerosas rutas a pie, caballo o bicicleta.

Nieuwpoort, el pueblo costero de los deportes acuáticos

Esta localidad de la provincia belga de Flandes Occidental cuenta con una de la costas más interesantes para los amantes de los deportes náuticos. Aquí desemboca el río Yser, que vierte sus aguas sobre el Mar del Norte.

Nieuwpoort, uno de los pueblos costeros de Bélgica para visitir

En sus calles y costas han batallado españoles, franceses, belgas y alemanes (en la playa hay una escultura que recuerda a los soldados). Sin embargo, la población se vuelca en lo deportivo como gran centro de atracción de turistas.

Del mismo modo, para aquellos viajeros que prefieren un plan cultural o natural, la ciudad cuenta con un centro histórico lleno de edificios y curiosidades, y la reserva natural de Ijzermonding, a través de la cual puedes conocer la biodiversidad de la región.

Ostende, uno de los pueblos costeros más bonitos de Bélgica

Las tierras flamencas guardan auténticas joyas, como Ostende, situada a 20 km de la ciudad de Brujas. Durante mucho tiempo fue el destino elegido por la realeza belga y los nobles ingleses para veranear.

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Se la conoce como la reina de los balnearios, aunque también es un importante centro de windsurf durante el verano. Parte de su gran atractivo turístico para belgas y holandeses es su amplia playa, con más de 8 km., así como su ambiente abierto que en cierto modo recuerda a las formas de España.

Ostende

Sin embargo, Ostende no es solo mar. Merece la pena visitar la Catedral de San Pedro y San Pablo, una construcción de estilo neogótico, construida en el siglo XX tras el incendio de la anterior. También puedes visitar los murales de Paul Delvaux o el Fuerte de Napoleón, una edificación pentagonal que muestra el valor estratégico de la ciudad.

Por supuesto, antes de dejar Ostende hay que recorrer parte del Muro del Atlántico, el sistema defensivo utilizado por los alemanes durante las dos guerras mundiales.

Blankenberge, una ciudad popular para el veraneo belga

Su especial ubicación la han convertido en el destino de veraneo por excelencia de los belgas. Es muy fácil llegar en tren para pasar un día de playa desde las localidades interiores de Bélgica. Además, la estación de tren está a apenas 10 minutos andando de la playa. De ahí que no sea extraño dedicar un día del viaje a Bélgica a disfrutar de las aguas del Mar del Norte.

pueblos costeros más bonitos de Bélgica

A lo largo de los 3,3 km de la playa, nos encontramos con un dique cada 200 metros correspondiente a un hotel. Se dice que incluso el Kaiser alemán vino a Blankenberge después de la guerra francoprusiana (siglo XIX).

Aun cuando tu destino sea disfrutar de un día de playa, no puedes dejar de visitar el Pier, el primer puente de hierro fundido y hormigón, con sus 350m que unen el continente con la península donde se encuentra el Aquarama, un centro de interpretación de la flora y la fauna del Mar del Norte.

Knokke-Heist, el paraíso hecho playa

Knokke-Heist

Las aguas de Knokke-Heist pasan por ser una de las más cálidad de todo Bélgica. No en vano, fue durante parte importante del siglo XIX el destino de los grandes nobles y empresarios para su veraneo. Knokke-Heist cuenta con hasta cinco playas en las que elegir dónde se va a estar: Heist, Duinbergen, Albertstrand, Knokke y Zoute.

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La ciudad en sí misma tiene todo lo que puedes necesitar para pasar un magnífico día: avenidas señoriales que recuerdan una época de mayor bonanza para el turismo de la localidad, grandes villas que rememoran un pasado de esplendor, casino, galería de arte y zona deportivas. ¡Para todos los públicos.

La Panne, uno de los pueblos costeros más bonitos de toda Bélgica

La panne - pueblos marineros con encanto en Bélgica

Su mayor atractivo turístico se sitúa en la Reserva Natural de Westhoek. Esta reserva natural cuenta con el complejo de dunas más grande de Europa. Aquí el viento sopla recio, ya que no nos encontramos lejos de la zona del Canal de la Mancha y el área de Calais.

Toda la costa de esta localidad está protegida, por lo que da cierto aire de pureza y no contaminación. Todas la playas de la localidad, como la mayoría de las playas en Bélgica, son pet-friendly o lo que es lo mismo, permiten el acceso de los perros a las playas.

Oostduinkerke, el pueblo de la pesca a caballo

Oostduinkerke

Oostduinkerke, uno de los pueblos marineros más bonitos de la costa belga y uno de los que mejor ha sabido mantener su esencia. A día de hoy aún se puede ver a los pescadores de camarones a caballo, una particularidad que han sabido explorar como recurso turístico.

Su nombre significa «Iglesia de las dunas orientales»; un nombre de lo más apropiado, pues cuenta con una de las playas de dunas más largas de toda Europa. Además de las playas, en su población se encuentra el Museo Nacional del Pescado, la reciente iglesia de San Nicolás o el viejo Ayuntamiento.

Por último, si aún no estás convencido de por qué visitar cualquiera de estos pueblos costeros con encanto de Bélgica, te daremos un último argumento: los locales aseguran que tanto sus aguas, como el clima como la arena son ideales para coger color. ¿El motivo? La presencia de yodo y la sal del aire. ¿Te animas a probarlo por ti mismo?

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