Aunque las playas de rocas no suelen ofrecer paisajes tan idílicos como las de arena debido a que el color de las rocas y la grava no hacen el mismo efecto de contraste con el mar que la arena blanca, son varias las playas de rocas de España que componen un bello paisaje y, además, cuentan con la ventaja de que no están llenas de arena que se quede pegada a la piel y la ropa. Este es el principal motivo por el que muchos las prefieren, pero existen otros como el hecho de que, al ser menos populares, no están tan masificadas y son mucho más tranquilas. En cualquier caso, elegir una playa de rocas o de arena dependerá de las incomodidades que cada uno esté dispuesto a sobrellevar. Descubre en este artículo las mejores playas de roca de España a continuación y las ventajas e inconvenientes de visitarlas.
Mejores playas de roca de España para disfrutar de un día sin arena
Cala Estreta (Gerona)

Cala Estreta es una de las playas de rocas de España más espectaculares, ya que es una cala prácticamente virgen que se encuentra sumergida en plena naturaleza. Tiene una extensión de 100 metros divididos en dos mitades por una formación rocosa llamada la Roja y hay que andar más de media hora para acceder a ella, por lo que no hay construcciones alrededor.
Playa el Altillo (Las Palmas)

Situada en el Municipio de Moya, esta playa de 120 metros de extensión está formada íntegramente por cantos rodados o «bolos», por lo que es una de las playas de rocas de España más indicada para aquellos turistas que viajen a Canarias y quieran disfrutar del mar sin mancharse de arena.
Cala Flores (Murcia)

Otra de las mejores playas de roca de España más conocidas es la de Cala Flores, situada en el Cabo de Palos en Cartagena. Cuenta con un suelo compuesto mayoritariamente por grava y se puede acceder a ella en coche, en barco o a pie.
Playa Illetas (Mallorca)

Esta calita es un pequeño remanso de paz y naturaleza que se encaja en una zona plenamente urbanizada. Situada en el municipio de Calviá, puede accederse en coche fácilmente y cuenta con un Beach Club que ofrece todas las comodidades. Es mayoritariamente rocosa, aunque también cuenta con una pequeña extensión de arena y destaca por sus aguas cristalinas.
Cala Chicré (Almería)

Almería es sinónimo de playas bonitas a la par que desérticas, especialmente en la zona de Cabo de Gata. Un buen ejemplo de ello es la Cala Chicré, una de las mejores playas de roca de España (y más bonitas) que se caracteriza por su tranquilidad, sus aguas cristalinas y por ser nudista.
Playa Barranco de Enmedio (Granada)

Granada es una provincia costera que destaca por contar con numerosas playas de roca, ya que su litoral es más abrupto que el de otras provincias del sur con extensiones de arena más extensas. Un buen ejemplo es la playa del Barranco de Enmedio, en el municipio de Almuñécar. Se extiende a lo largo de 160 metros en los que se mezclan roca, grava y arena, y al estar alejada del núcleo urbano es bastante solitaria.
Cala des Talaier (Menorca)

Esta calita paradisíaca situada en la isla de Menorca cuenta tanto con una amplia extensión de rocas planas como con una pequeña extensión de arena. Sus aguas son poco profundas y el acceso es a pie.
Playa Cap Blanc (Alicante)

Esta playa del municipio alicantino de Altea está compuesta por grava y bolos. Se extiende a lo largo de 1350 metros y es una playa muy tranquila, ya que apenas sufre alteraciones en el oleaje a causa de las mareas.
Ventajas y desventajas de las playas de roca
Una de las grandes ventajas de las playas de roca es que no son tan sucias como las de arena. Podemos salir y entrar al agua sin llenarnos los pies de o jugar a las palas sin que la pelota nos ensucie cada vez que se caiga a la arena. Además, las toallas no se volarán si hace aire porque podemos fijarla con las piedras.
Las playas de roca dan la oportunidad de pasarlo bien cuando acaba el día lanzando piedras al agua o lo que se suele llamar «hacer ranas». Eso sí, debemos tener cuidado de que no haya ningún bañista en el agua. Por otro lado, estas playas son ideales para la pesca ya que no suele haber mucha gente en ellas y las formaciones rocosas favorecen la acumulación de peces.
Pero las playas de roca también tienen sus desventajas, ya que caminar por ellas puede resultar bastante desagradable si no se lleva el calzado adecuado porque por su morfología pueden clavarse en nuestros pies y también quemarnos las plantas, ya que a causa del sol pueden llegar a calentarse en exceso hasta el punto de hacernos quemaduras. Además, una vez dentro de la orilla también pueden resultar un tanto peligrosas, ya que suelen acumular verdín y pueden provocar que nos resbalemos. Por ello, lo recomendable al visitar una playa de rocas es llevar unos buenos escarpines con los que caminar protegidos y sin peligro.