Situado en la provincia de Cáceres (Comunidad Autónoma de Extremadura), Granadilla es uno de los ejemplos de pueblos de España que sufrieron la emigración de sus habitantes, del campo a la ciudad, entre 1950 y 1970. En los años 80 se recuperaron otros pueblos, pero Granadilla fue uno de los abandonados.
El pueblo abandonado de Granadilla, de origen feudal con carácter militar y defensivo, fundado por Fernando II de León en 1170, es considerado como el tercer gran recinto amurallado español, al preservar intacta la mayor parte de su Muralla y conserva casas y calles en perfecto estado, gracias al trabajo de rehabilitación, aunque también podemos dar un paseo por las zonas que aún están en ruinas. Fue evacuado después de ser declarado inundable después de la construcción del embalse Gabriel y Galan, se asienta sobre una colina, siendo un paso estratégico en la antigua Ruta de la Plata en dirección a Las Hurdes.
Fundado en el IX por los árabes –con la Alcazaba, la mezquita y el mercado– inicialmente se llamó Granada, nombre que cambió cuando se conquistó la ciudad de Granada en Andalucía. Durante la Edad Media, Granadilla creció hasta convertirse en la principal ciudad de la zona, que incluía otras 17 ciudades y pueblos. En 1950 más de 1,000 personas vivían en Granadilla, muchos de los habitantes eran agricultores.
¿Porqué Granadilla fue desalojado?
El desalojo no sucedió porque todos los habitantes decidieran irse, en realidad, fueron obligados a hacerlo. En 1955, el dictador Franco decidió construir el embalse de Gabriel y Galán y declaró Granadilla una «zona de inundación».
Un Consejo de Ministros ordenó la expropiación de la mayor parte de la tierra. Cinco años después, un representante del gobierno informó a los locales que la ciudad ahora pertenecía al Estado. Los lugareños pasaron a convertirse en ocupas ilegales en su propia ciudad. Algunas personas comenzaron a irse y muchos de los que se quedaron casi tuvieron que alquilar sus propias casas.
La ciudad en realidad nunca se inundó, pero sus habitantes ya no podían trabajar en la tierra. El agua rodeaba la ciudad e inundó todos los caminos de acceso menos uno. Incluso hoy en día, la única forma de llegar es a través de una carretera con baches desde Zarza de Granadilla o Abadía.
Las últimas familias se fueron en 1964 y durante algunos años Granadilla fue blanco de saqueadores. Incluso robaron el retablo principal de la iglesia local. Algunas personas se mudaron a Alagón del Río, una nueva ciudad construida para recibir gente de Granadilla. Otros se mudaron a pueblos y ciudades más grandes.
El castillo de Granadilla y las murallas
El castillo actual fue construido 1473 en lo que creen que era una torre árabe. Se deterioró mucho después de que la gente se fuese y, a fines de los años setenta, se sometió a su proceso de restauración. Aunque es de tamaño pequeño, la torre ofrece increíbles vistas del embalse de Gabriel y Galán. También da una buena idea del tamaño que tenía la ciudad. Todo el núcleo urbano está dentro de las murallas de la ciudad, por lo que, si visitas Granadillas, podrás disfrutar de un agradable paseo en círculo de vuelta al castillo.
El Castillo fue comisionado por García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo, duque de Alba, entre 1473 y 1478. Sus arquitectos fueron Juan Carrera y Tomás Bretón.
Dentro de las murallas, la población se distribuía de forma radioconcéntrica alrededor de la Plaza de Armas, que es el punto más alto en el que se encuentran las casas anteriormente ocupadas por los habitantes del pueblo, el consejo de estado y las familias predominantes. Aunque la configuración de muchas casas ha cambiado, debido a la restauración de las casas, que tuvo lugar después del desalojo, todavía hay casi intactas algunas casas de cierta importancia arquitectónica.
En 1980 declararon a Granadilla un Conjunto Histórico-Artístico. Poco después lo incluyeron en una lista de ciudades fantasmas para restaurar y, desde entonces muchos grupos de turistas han visitado el pueblo para participar en actividades educativas. También ayudan a restaurar edificios y cuidar los huertos. Se han restaurado unas 15-20 casas alrededor de la calle principal y la plaza, por lo que Granadilla ha recuperado parte del encanto que perdió con un toque de color.
¿Qué puedes hacer en Granadilla?
Si te gusta el deporte acuático, en el embalse de Gabriel y Galán se puede nadar, pescar y practicar deportes como el kayak.
También puedes visitar otras ciudades cercanas, ya que Granadilla se encuentra a 40 minutos en coche de Plasencia y a 35 minutos en coche de Hervás. Plasencia es la ciudad más grande de la zona y un buen lugar para una escapada cultural y disfrutar de tapas y vida nocturna. Hervás es un pintoresco pueblo con uno de los barrios judíos mejor conservados de España.