Para relajarse; para desconoctar; para encontrarse a uno mismo. Los motivos que llevan a millones de viajeros a poner su mirada sobre Formentera son infinitos. Sea cual sea el tuyo, exponemos algunos consejos de turistas experimentados para disfrutar al máximo del viaje a Formentera.
La mejor época para hacer un viaje a Formentera
Si estás planficando cuándo es la mejor época para hacer un viaje a Formentera, no lo pienses: o bien en junio o bien en septiembre. La explicación es muy lógica. Si bien en Ibiza y Formentera la temporada alta comienza en mayo, el agua aún no está lo sufiencientemente cálida.
En junio, el calor ya ha apretado y se nota en el ambiente. Por otra parte, hay menos aglomeraciones que las que se concentran en julio y agosto. Septiembre también es un mes muy relajado, y suele ser más económico que los meses fuertes del turismo en Formentera.
Si hacer el viaje a Formentera en septiembre puedes tener algún día con algo de temporal, o algún resto de gota fría, pero será puntual.
Cómo moverse por Formentera
Formentera es un destino turístico abarcable para recorrer cómodamente sin grandes atascos. Para moverse por la isla, puedes utilizar una bicicleta, una moto o contratar los servicios de un taxi acuático.
¿Y qué ocurre con el coche? Tanto si estás de paso como si permanences en Ibiza, lo ideal si quieres recorrer Formentera en coche es alquilar un vehículo allí. Como explican desde las empresas de alquiler de coches en Formentera, te evitas el coste de pasar en ferry el vehículo, y es muy cómodo hacer la gestión online, como explican en esa web.
Respecto al transporte público, este se limita, además de los taxis, al ferry que conecta Ibiza y Formentera o Formentera con otros destinos en las Islas Baleares y la costa peninsular.
Qué hacer en Formentera más allá de sus playas

Si piensas en Formentera, la mente genera imágenes de playas idílicas, en un ambiente casi virgen. Sin embargo, Formentera es mucho más que playas.
Recorrer Formentera en Kayak
Formentera cuenta con cerca de 85 kilómetros de costa. Para recorrerlos todos existen tres formas: por tierra, aire… ¡y mar! Puedes alquilar un kayak y recorrer todo el litoral de Formentera, descubriendo rincones únicos, calas y playas menos conocidas.
Si te apetece un baño o hacer algo de buceo o snorkel, la canoa es la embarcación de recreo más flexible. La puedes dejar en una playa mientras tomas el sol, o si tienes instrumental y conocimientos básicos de buceo, sumergirte en algunas de las zonas de buceo en Formentera. Allí te espera una rica y natural flora y fauna marítima que te impresionará.
Quienes han vivido esta experiencia la recuerdan como una sensación de paz indescriptible. Un forma original de reencontrarse con un destino que todo el mundo visita pero pocos conocen bien.
Existen diversas rutas que puedes hacer si no te atreves a embarcarte en 80 kilómetros a pala, como la que une Cala Sahona con La Sabina, que no te llevará más de tres horas, y es ideal para los amantes de la espeleología.
Los mercadillos, ideales para urbanitas
Si eres más de estar con los pies en tierra y, a poder ser, en una ciudad, Formentera también es el destino perfecto. Deja que tus pasos te guíen por La Mola y su mercadillo Hippi, el recuerdo permanente de la edad dorada de la isla blanca en los años setenta.
Si haces el viaje a Formentera entre junio y octubre podrás asistir al mercado del arte de La Fira de la Mola, con decenas de artesanos y artistas que crean obras de arte en directo.
Y para rematar la actividad, no te pierdas el Camí de Sa Pujada, un paseo de apenas kilómetro y medio, empedrado -por lo que mejor ir con calzado cómodo-, que conduce a un bello mirador.
¿Con qué plan para hacer en Formentera te quedas?