Castillo de Bran en Rumanía, un lugar de leyenda

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Con un aspecto típico de las novelas de terror, el Castillo de Bran es uno de los lugares de mayor atractivo en Rumanía. Esta edificación data del año 1212. Fue construída en principio como una fortaleza para los Caballeros de la orden Teutónica, al ser recibidos por el Reino de Hungría.

Sin embargo, su gran atractivo no es precísamente el de ser una fortaleza levantada en el siglo XIV. Esta edificación recibe a miles de turistas y principalmente es conocida por tener relación con la novela del escritor Bram Stoker “El conde Drácula”.

Muchos especialistas en la materia, argumentan que Stoker, centró su atención en el Conde Vlad III Drăculea. Aunque es cierto que la arquitectura levantada en la localidad de Transilvania, no hospedó a dicho personaje.

Todo lo contrario, Vlad III Drăculea quien también era conocido como “El Emperador” no recorrió el Castillo de Bran, sino el Castillo de Poenari, el cual se encuentra parcialmente en ruinas.

Debido a su especial conservación, la edificación ha estado a la venta durante años. El caso más sonado para quedarse con el inmueble fue el intento realizado por Román Abramóvich, un multimillonario ruso mejor conocido por ser el dueño del equipo de fútbol inglés Chelsea, desde el año 2003.

Castillo de Bran, joya arquitectónica

A pesar de tener ese aspecto terrorífico, este lugar es uno de los más famosos en el mundo. No sólo por su diseño sino también por su conservación. Lo que hoy los turistas suelen conocer como “El Castillo de Drácula” cuenta con un espectacular patio central. Este amplio patio permite el acceso a diversas estancias, entre ellas la Sala de la Cancillería.Su especial arquitectura resalta ante la más exquisita mirada, comenta un visitante de la zona. En este sentido se puede apreciar la decoración cargada con muebles europeos renacentistas y otros elementos típicos de la época. El lugar posee una Sala de Música, un dormitorio real y otros lugares de interés para los visitantes.

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Diversos historiadores coinciden en que a pesar de contar con un aspecto macizo y fuerte, nunca sufrió un asedio de peligro. Tal seguridad permitió que la Reina María de Rumanía lo tomara como residencia veraniega entre la década de 1920 a 1930.

Para lograr el aspecto deseado, el arquitecto Karel Liman, contaba con la confianza de la familia real, realizó algunas modificaciones. A pesar de ello, la infraestructura no perdió su aspecto como fortaleza militar. Entre las remodelaciones realizadas por Liman, estuvo la incorporación de nuevas escaleras, electricidad y conductos para el agua caliente.

Quizás, una de las mayores remodelaciones en el recinto de Transilvania se llevaron a cabo en el Parque Circundante. En dicho espacio se estableció un lugar o “Pabellón de Té” para la princesa Ileana. Además de casas y lugares para el descanso de los invitados.

Leyenda del Conde de Drácula

El Castillo de Bran es motivo por el que miles de turistas visitan Rumanía y en especial Transilvania. El motivo del viaje no es otro que conocer el lugar que albergó la Leyenda del Conde Drácula. Lo curioso del caso es que Stocker, solamente tomó la referencia de la arquitectura de Bran. Arquitectura en la que habitase el referido personaje vampiresco. El escritor irlandés fue armando un rompecabezas literario con la majestuosidad de Bran y el carácter de Vlad El Emperador.

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Más allá de los comentarios, la economía de la ciudad de Bran se sustenta en la obra. Por ello, son muchos los que a diario ofrecen algún souvenir a los visitantes y cada uno de ellos lleva en sí un pedazo de la historia del famoso Conde Drácula.

castillo de Bran ciudad

Cómo llegar a Bran

Bran es una aldea, ubicada en la localidad de Brasov, Transilvania. Para aquellos turistas, amantes de las aventuras tenebrosas y que se encuentran fuera de Rumanía lo primordial es llegar a Bucarest y de allí partir a Brasov.

Para llegar a Brasov, la ruta es sencilla, pues desde la capital rumana se puede coger un tren. El billete para viajar en el mismo está por debajo de los 10 euros y tiene una duración cercana a las tres horas.

Una vez en Brasov, existen dos maneras para poder llegar al Castillo. Una es tomar un autobús, aprovechando la cercanía de la parada con la estación de tren. Por otro lado se podría tomar un taxi, cuyo recorrido podría durar entre 30 y 45 minutos.

Es importante destacar que tanto en Brasov como en la aldea, existen lugares donde los visitantes pueden descansar. Asimismo, ambas localidades cuentan con una serie de servicios adicionales y lugares de interés que harán la visita más interesante.

Visitar el Castillo del Conde Drácula en Bran, sin lugar a dudas satisfacerá la curiosidad de todos aquellos amantes de las historias de terror. Por ello, es siempre una buena recomendación al visitar Europa.

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