Berlín es la capital de Alemania, la ciudad más poblada del país y de Europa Central. Su hito arquitectónico más destacado es el famoso Muro de Berlín, pero alberga muchos más atractivos que no puedes perderte en tu próxima visita a este destino sin igual.
Si bien es cierto que el Muro es la seña de identidad más destacada, no es el único emblema representativo. Este formó parte de la frontera interalemana desde 1961 hasta 1989, y fue el símbolo más conocido de la Guerra Fría y la división de Alemania. En la República Democrática Alemana (RDA) era denominado el Muro de Protección Antifascista.
Tras su caída, este surco lleno de historia se convirtió en la atracción principal para los turistas que visitan Berlín, que olvidan a veces la herida emocional que constituye.
Te invitamos a que sigas leyendo y conozcas más detalle sobre el legado cultural de una de las ciudades más vibrantes del viejo continente.
Berlín: sinónimo de historia y arte
Desde que tuvieron lugar hechos desgarradores en su historia cercana, Berlín ha sabido reinventarse una y mil veces, y su oferta actual es una mezcla de moderneo y nostalgia que uno puede percibir nada más subirse al metro.
Isla de los Museos

En el río Spree hay cinco museos famosos restaurados que pueden resultar interesantes. Eso sí, una visita guiada es la mejor forma de no dejarse nada en la recámara.
El Museo de Pérgamo, el Museo Bode, el Museo Neues, la Galería Nacional Alte y el Museo Altes son verdaderas instituciones de conservación de arte que abren sus puertas cada día para los apasionados y los curiosos.
Esta isla, patrimonio de la humanidad por la UNESCO concentra algunos de expositores con más historia de la capital, y supone un lugar imprescindible para los amantes del buen arte.
Después de empaparte culturalmente hablando, puedes dar un paseo en barco por el mencionado río Spree para contemplar la ciudad desde otro punto de vista.
La Puerta de Brandenburgo

Conocido símbolo de Berlín desde el año 1791, tras la caída del muro se ha convertido en el icono de la reunificación alemana. Metafóricamente, marca el comienzo de una nueva historia para la nación. Mide 26 metros de altura.
Como anécdota destacada, vale la pena recordar aquel maravilloso momento que protagonizó Ronald Reagan cuando pronunció las famosas palabras: ”Mr. Gorbachev, open this gate. Mr. Gorbachev, tear down this wall”.
Lo mejor es ir al atardecer, cuando menos gente hay.
La Catedral de Berlín

Para los interesados en los templos religiosas, la cita más destacada es La Catedral de Berlín, uno de los edificios más representativos de la ciudad. Desde su cúpula se obtienen las mejores vistas de Berlín; una panorámica diferente.
No te puedes perder el órgano de Sauer; tampoco el púlpito neo-barroco ni muchísimo menos el altar principal que corona esta delicada obra de ingeniería. Visitarla brinda una mejor percepción de lo que los alemanes consideran básico y accesorio, al menos desde el punto de vista estructural.
Sin embargo, el lugar más señalado es la cripta formada por noventa sarcófagos y tumbas pertenecientes a los miembros de la casa Hohenzollern.
Como dato a tener en cuenta, más del 60% de los residentes de Berlín no tienen ninguna preferencia religiosa, por esta razón se ha ganado el sobrenombre de la “capital europea del ateísmo”. El otro 40% de la población restante que sí se declara religiosa profesa el protestantismo, el catolicismo, el islam y otras variantes cristianas, principalmente.
Galería East Side

Los murales de la East Side Gallery representan una visita obligada para todos los amantes del arte y el graffiti. Este lugar se hizo para ser detallado. Se encuentra ubicada a lo largo de la orilla del río Spree, donde otrora el Muro de Berlín separó la orilla este de la oeste.
Lo mejor, para sacarle el máximo partido a la visita, es llegar hasta Potsdam Plaza en bicicleta. Así descubrirás los monumentos conmemorativos, los restos de la pared y las antiguas torres de vigilancia que se encuentran a lo largo del camino.
Con un 1,5 km de extensión (el tramo más largo del muro que aún sigue de pie) es un remanso de paz al aire libre, que se convirtió en la galería de arte más extensa del mundo.
En 1990 múltiples artistas internacionales dejaron su huella plasmada. Los murales representan diferentes puntos en torno al Muro y algunos de ellos se han convertido en expresiones de libertad reconocidas en todo el globo.
Bernauer Strasse

Se trata de una calle de un barrio bastante poblado en el pasado que tenía edificios de viviendas en ambos sentidos.
Pues, bien la fama le viene por ser la sede de la primera muerte en el Muro; es el paradigma del sufrimiento causado por la mole de cemento. Mediante su conmemoración los berlineses le cuentan al mundo acerca del sufrimiento de la época.
En esta calle encontraremos una exposición al aire libre, trozos del Muro y la capilla de la Conciliación. Además del Gedenkstätte Berliner Mauer (Memorial y centro de documentación del Muro de Berlín) con fotografías, documentos, relatos, cifras, etc.
El Gedenkstätte

Cuenta con una terraza desde la que podrás ver el otro lado de la calle, donde se encuentra la única zona que conserva casi todos los elementos que componían el Muro.
Podrás ver interior y exterior, la franja de la muerte, alambradas y una torre de vigilancia. Muy Interesante.
Parque Mauer

Mauer Park, cerca del Memorial del Muro de Berlín, combina puestos de comida y ropa con innumerables espectáculos de música en vivo de los mejores artistas callejeros. Un toque divertido, pero bastante simbólico.
El mercado de pulgas y patio de comidas cerca de la pared, entre Prenzlauer Berg y Wedding, atrae a hasta 40.000 visitantes cada domingo.
Checkpoint Charlie

Se trata de un lugar totalmente turístico, una réplica del emblemático punto de control C (Charlie) en la Friedrichstraße.
Aparte, en la misma Friedrichstraße podemos ver el museo Haus am Checkpoint Charlie.
Por cierto, se pueden ver parte de los restos originales del Checkpoint Charlie, como la famosa placa, en Leipzig, en el DDR Museum.
Museo DDR

La visita al Museo DDR no es la preferida de los turistas, pero en realidad se trata de una de las experiencias más divertidas y transgresoras de Berlín.
Esta visita supone una teletransportación inmediata a la época de la Guerra Fría. Se basa en una muestra bastante poderosa e interactiva de recuerdos de Alemania del Este, e información sobre los protocolos de espionaje.
Además se puede alquilar un Trabant, el automóvil clásico, para completar la experiencia.
Günter Litfin

Lleva este nombre por la segunda muerte ocasionada por el Muro. Es un un tributo improvisado en una torre que expone fotografías y otros documentos en honor a las víctimas del Muro.
Algo tétrico para el ojo sensible, pero sin duda, una forma inmejorable de conectar con la tragedia que todavía planea sobre la ciudad.
Cuenta con entrada gratuita y visita guiada. También un espacio al aire libre.
Experiencia judía

Aunque resulta desgarrador, los sitios que conmemoran la experiencia judía en Alemania se han convertido en paradas indispensables en un viaje a Berlín.
El reconocimiento a la tragedia que sufrieron los judíos tiene tres hitos principales: la Topografía del Terror, el Monumento a los Judíos Asesinados y el Museo Judío. Los tres están diseñados con rotundidad, y rinden homenaje a las personas que perdieron la vida durante el Holocausto.
Por otra parte, a pocos metros de la exposición Topographie des Terrors, centrada en el horror Nazi, se conserva otro extenso tramo del muro exterior (200m). Los turistas lo fueron despedazando para llevarse trozos y estuvo a punto de ser demolido, pero actualmente se encuentra protegido.
Suena a locura que todos esos escenarios de tortura hayan trascendido para convertirse en arte, pero sigue siendo necesario recordarlos tal y como se diseñaron. Son visitados por millones de personas cada año, en algunos casos por curiosos, otros en busca de consuelo.
Bosque de Grunewald

El bosque de Grunewald, de 3.000 hectáreas, es el hogar de muchos de los cerdos y pájaros salvajes de Berlín. Algo un poco más rústico; un lugar relajante para pasear, correr y montar en bicicleta, si el tiempo acompaña.
Cuando llegues a Teufelsberg te encontrarás con una reliquia abandonada de la estación de espionaje estadounidense convertida durante la Guerra Fría y construida sobre los restos de la Segunda Guerra Mundial.
Tempelhof

Tempelhof, el antiguo aeropuerto y epicentro del puente aéreo de Berlín de finales de la década de 1940. Es un lugar especial con cielos abiertos y un aspecto humilde dentro de una ciudad en constante cambio.
Con una arquitectura que denota lo contrario, las pistas de aterrizaje abandonadas se transformaron en un terreno para el ocio y el crecimiento de especies vegetales.
Filarmónica de Berlín

Conocida como la capital cultural del mundo, Berlín es famosa por su escena artística.
De este modo, su Filarmónica es un punto de referencia internacional de la música por su carácter moderno, con techo abujardado. Fue construida en 1963.
La orquesta homónima es una de las mejores y se complementa con este escenario, que es toda una obra de arte. Solo ver el edificio genera una experiencia gratificante, imagínate escuchar su acústica.
Reichstag

Esta impresionante estructura en forma de domo que corona el Parlamento, hecha completamente de vidrio y acero, fue obra del súper-arquitecto británico Norman Foster. Una interpretación que mantiene el pasado pero brinda la comodidad propia del futuro.
Si hay algo que no se puede negar, es que en lo que se refiere a arquitectura, Alemania y su ciudad se llevan la palma.
La terraza y la cúpula del Reichstag Building están abiertas al público y ofrecen vistas espectaculares del distrito parlamentario gubernamental. Para asistir debes hacer una reserva en su página de Internet.
Por último, a modo recomendación final, no estaría mal que aprendieras algunas palabras en alemán para confraternizar con los berlineses. Y empápate de su cultura, Alemania tiene mucho más que ofrecer al margen el Oktoberfest y las salchichas de Baviera. Estamos ante un escenario histórico que lucha por desmarcarse de otras capitales europeas, tanto en su oferta turística general, como alternativa.
Ahora que ya tienes claro todo lo que hay que hacer, ver y visitar en Berlín, explorala a tus anchas. La capital alemana fue elegida en 2006 como la Ciudad Creativa más destacada, y en 2009 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Haznos caso, será por algo que este crisol anclado en el tiempo está en boca de todos. Compruébalo en directo.