La isla de Bali se encuentra entre las islas de Indonesia. Es un destino paradisíaco y mágico para todo aquel viajero que la visita. Aunque no es demasiado grande y puede recorrerse en coche fácilmente en un día, su atractivo es infinito.
Actualmente, Bali es uno de los lugares más visitados de Indonesia por grupos de amigos, parejas, matrimonios, familias… Porque Bali es para todo aquel que busque maravillas naturales, relax, playas de arena blanca y aguas cristalinas, buen clima y una buena cuna cultural y religiosa. Aunque poca gente la conoce por estos dos últimos atractivos, en verdad esta isla posee unos templos fascinantes y una cultura llena de color y misticismo. Pero ¿qué hay y cómo es Bali?
Bali, ¿cómo es?

Bali es una combinación perfecta
La isla posee unas playas impresionantes, con aguas azul turquesa y arena blanca, y su clima tropical hace que se pueda disfrutar de ellas en cualquier época del año. De hecho durante todo el año hay una media de 30º. Eso sí, durante la época del monzón, conocida también como estación húmeda, suele haber grandes lluvias torrenciales. Esta época va de finales de octubre al mes de abril. No obstante, pese a eso, hay muchos viajeros que prefieren estos meses del año porque la isla está mucho más tranquila, los precios son más bajos y las playas no están muy masificadas.
En general, Bali es una isla muy segura tanto para locales como para turistas. El alojamiento no es demasiado caro y el tema alimentación tampoco. Por estas razones, además de sus numerosos atractivos, la isla se ha convertido en un destino muy llamativo. Y aunque los vuelos, en general, tienen un precio algo elevado, con tiempo y un poco de paciencia puede encontrarse alguna oferta.
¿Y qué se puede hacer en Bali? Recorrer campos de arroz, conocer varias laderas volcánicas, practicar el surf u otros deportes acuáticos, relajarse en alguna de sus playas… Todo lo que puede hacerse en una isla paradisíaca.

¿Qué ver en Bali?
Ubud y Kuta
Aunque Bali tiene lugares muy impresionantes, como volcanes, arrozales, caídas de agua natural, templos y naturaleza por doquier, hay dos sitios que llaman especialmente la atención, el pueblo de Ubud y la zona de Kuta.
Ubud es un pueblo que se encuentra en el distrito del mismo nombre y que es el principal centro cultural y artístico de la isla. En este lugar parece que la cultura sigue intacta e inalterada a pesar del paso de los años y a pesar de que el número de habitantes no es superior a 30 000. Es, sin duda, el mejor lugar para conocer la parte más auténtica de Bali y, por este motivo, se ha convertido en un lugar muy visitado.
Y Kuta es la zona de Bali que tiene las mejores playas de la isla y las mejores bellezas naturales. Aunque Ubud tiene muchos visitantes a lo largo del año, Kuta es la zona más turística por sus 8 kilómetros de arena blanca y aguas cristalinas. El lugar perfecto para tomar el sol, relajarse, tomar un baño y practicar deportes acuáticos.
Volcanes y arrozales
El volcán que más interés despierta entre los viajeros es el Batur. Este volcán aún está activo, su última erupción fue en el año 2000 y no se descarta que pueda haber alguna otra en un futuro. Pero no hay de qué preocuparse, está totalmente controlado y solo desprende, de vez en cuando, humo y cenizas. Así que puede hacerse senderismo por el volcán y sus alrededores sin problemas y sin peligro. De hecho, es uno de los lugares preferidos para hacer campamentos o excursiones.
Pero aquellos que prefieran algo más tranquilo, pueden pasear por los numerosos arrozales que hay en la isla. Bali ha basado su economía, además de en el turismo, en el cultivo de arroz. Esto es gracias a que su clima cálido, las grandes cantidades de agua de la zona y los terrenos montañosos favorecen, en gran medida, al cultivo del arroz. Por este motivo los arrozales son una parte muy importante de la isla. Los campesinos han ideado una tradicional y fascinante forma de cultivar arroz, basada, principalmente, en antiguas terrazas cuyos sistemas de riego se mantienen desde tiempos inmemoriales. Hay visitas guiadas para conocer las zonas de cultivo y todos estos tradicionales procesos agrícolas.

Naturaleza y más naturaleza
Una de las cosas que más impresionan de Bali es toda su riqueza natural. En esta preciosa isla hay más árboles que construcciones hechas por el hombre, algo que cada vez es menos común. Además, en Bali hay un equilibrio y una armonía casi mágica entre naturaleza y ejercicio humano. Por consiguiente, puede decirse que esta isla de Indonesia es un lugar verde, sin contaminación y donde el silencio se rompe, sobre todo, por el canto de los pájaros y otros animales.
Bali es una isla donde pueden hacerse rutas senderistas entre cascadas, siendo las más conocidas la de Goa Batu y la de GitGit. También se puede pasear por el Parque Nacional de Barat. Aunque también pueden visitarse los templos, que están tan bien integrados dentro de la naturaleza que no parecen obra del hombre. Los más famosos son el Templo Madre (Pura Besakih), el Templo del Lago (Pura Ulun Danu Bratan), el Templo en el Mar (Tanah Lot), el Templo Pura Batu Bolong, el Templo Luhur Uluwatu, el Templo Pura Goa Gajah o Cueva del Elefante, el Templo Tirta Empul, el Templo Tirta Gangga y el Templo de los Reyes (Gunung Kawi).
Y, con suerte o contratando a un guía, pueden conocerse algunos de sus animales, como la civeta o el leopardo. Aunque, quizá, a este último es mejor verlo de lejos.
Podemos concluir que Bali es, en definitiva, el lugar soñado para cualquier persona que busque un poco de paz, naturaleza, descanso, playa, cultura y tradicionalidad. De hecho, a Bali se la conoce también como la Isla de los Dioses. Y, obviamente, no es para menos ya que todo aquel que la visita piensa que es un paraíso terrenal difícil de dejar atrás y al que todos quieren volver.