Ubicado en la parte más septentrional de la provincia de Cáceres, el Valle del Jerte es uno de los tesoros paisajísticos de España, especialmente en primavera. En esta época un millón y medio de cerezos florecen en la región extremeña, ofreciendo un espectáculo natural único en el mundo: sus montes pasan a estar cubiertos por un manto blanco, pero sin rastro de nieve cuando salen las flores que dan las mejores cerezas del mundo. ¿Quieres saber más sobre este espectacular acontecimiento? Sigue leyendo.
¿Cuándo visitarlo?
Lo que más sorprende y atrae a los visitantes es el florecimiento de más de un millón y medio de cerezos. Durante una semana en marzo o abril, dependiendo de la floración cada año, ofrecen un espectáculo incomparable. A la peculiaridad del valle, uno de los más originales que existen y que se ha organizado en terrazas para adaptarlo a la cosecha de cerezas, se agrega la gran manta blanca que lo cubre todo junto con la hospitalidad de sus habitantes, que reciben calurosamente y muestran su mejor cara y tesoros a todos aquellos que los visitan.
La palabra ‘Jerte’ proviene de ‘Xerete’, un nombre con el que los árabes bautizaron el río en este valle. Tiene dos significados diferentes: «río angosto» y «río cristalino». La mejor forma de visitar el valle del Jerte es ir recorriendo la carretera nacional que lo atraviesa de sur a norte e ir visitando los once pueblos que lo conforman a lo largo de 70 kilómetros.
Ruta por el Valle del Jerte
Se puede comenzar por las laderas de los Montes de Trasierra encontraremos localidades como El Torno, famoso por sus aguardientes; y Rebollar, conocido por sus licores de cerezas. En el lado opuesto del valle se encuentran Valdastillas, Cabrero, Casas del Castañar y Piornal, todos los pueblos con interesante arquitectura popular en un entorno de huertos de cerezos y árboles frutales. Piornal, el pueblo más alto de Extremadura, es famoso por su Festival Jarramplas, una fiesta popular tradicional en la que confluyen de forma excepcional todos los contenidos básicos del folclore: fiesta, creencias religiosa, música, ritos, gastronomía…
En el centro del valle, a orillas del río Jerte, se pueden visitar los pueblos de Navaconcejo, Cabezuela del Valle y el Jerte. Todos estos pueblos contienen granjas que son espléndidos ejemplos de la arquitectura de estilo tradicional de montaña, en particular Cabezuela del Valle, que ha sido declarado Sitio Histórico-Artístico. El propio Jerte es la puerta de entrada a la reserva natural Garganta de los Infiernos, una de las numerosas áreas naturales de la región que tiene una gran cantidad de arroyos, cascadas, piscinas naturales y bosques de humedales.
Finalmente encontramos Tornavacas, el último de los pueblos del valle. Se encuentra al pie del paso de montaña de Tornavacas, el camino tradicional de las migraciones anuales de ganado. De particular interés es la iglesia parroquial barroca de La Asunción (siglo XVII).
La Cerecera, el festival anual del Valle del Jerte
Otra buena forma de disfrutar esta ruta es visitando la región durante La fiesta de la Cereza del Jerte. Este acontecimiento, se lleva a cabo todos los años en una ciudad diferente en el valle del Jerte, y está programada para coincidir con el florecimiento de los cerezos (entre la segunda quincena de marzo y la primera semana de abril aproximadamente). Conocido como ‘La Cerecera’, este festival que incluye actividades como degustaciones de cerezas, exposiciones, jornadas de puertas abiertas en cooperativas agrícolas, recreaciones etnográficas, concursos y propuestas deportivas. Por otra parte, la cosecha de la cereza se lleva a cabo durante los meses de mayo, junio y julio, época del año en la que la región del valle del Jerte celebra los eventos gastronómicos que giran en torno a esta actividad.