De acuerdo a los datos de información turística del gobierno de España, las Islas Baleares recibieron en la pretemporada pasada, 1.912.559 visitantes, una cifra que muchos países del Caribe suelen recibir en un año. De esa cifra, un total de 146.980 visitaron la Isla de Menorca, lo cual representa un incremento superior al 10% con respecto al mismo período del año 2016.
Al formar parte de las Islas Baleares, Menorca es un destino tradicional, de los denominados “Sol y Playa”. Este islote es el segundo de dicho archipiélago en cuanto a extensión, pues cuenta con 701,80 kilómetros cuadrados y es el tercero en cuanto a su índice demográfico. De acuerdo con los últimos datos estadísticos, más de 91.000 personas habitan la Isla.
Entre los lugares más visitados se encuentra la Ciudadela, también conocida como Ciudadela de Menorca. Éste es un lugar que suele llamar la atención, debido a que conserva una gran majestuosidad en sus infraestructuras, con un aire señorial e histórico. Además, los visitantes se sienten muy atraídos por las diferentes excursiones que se ofrecen a diario con el objetivo de poder visitar la isla al completo.
Cómo llegar a la “isla encantada”
A pesar de ser una isla pequeña, Menorca se encuentra excelentemente bien comunicada con el resto de la Península, así como con otros países europeos. Por ello hay múltiples opciones para poder llegar. El mayor número de visitantes llega a la Isla a través del Aeropuerto Internacional de Menorca. Éste cuenta con diversas conexiones directas hacia diferentes países.
Reino Unido, Alemania e Italia, son los países de procedencia de la mayoría de los turistas y por ello cuentan con una conexión aérea directa. No obstante, existe un puente aéreo con las principales ciudades de la Península Ibérica (Madrid y Barcelona) lo cual permite que viajeros procedentes de otros lugares, puedan viajar a la isla menorquina sin ninguna dificultad.
Por otro lado, hay muchos turistas que prefieren la opción marítima para llegar a Menorca. Esta posibilidad, además de permitirles disfrutar de una buena brisa marítima, incluye la opción de llevar automóvil propio para poder recorrer la isla, sin tener que recurrir a una empresa de alquiler de coches.
En este sentido, existen restricciones en el viaje por mar, puesto que sólamente zarpan barcos o ferries desde las ciudades de Barcelona, Valencia o Palma de Mallorca. Sin embargo, la oferta es constante, por lo que los viajes se pueden realizar con completa normalidad y con mucha frecuencia, tanto al puerto de Mahón como al de Ciudadela.
Qué hacer en Menorca
Como es bien sabido, son muchas las opciones de distracción más allá de disfrutar del sol y la playa. Es por ello que existen diversas excursiones que más allá de distraer y relajar a los turistas, permiten observar una isla multicultural, muy señorial y bastante sorprendente.
Por sus características históricas, Ciudadela es el destino ideal para recorrer y conocer más de los secretos de la Isla. Sus visitantes no dejan de visitar la Catedral de Menorca, un edificio gótico construido entre los Siglos XIII y XIV, que es el más importante de Menorca.
Por otro lado, también hay excelentes recorridos a la Plaza del Borne, un lugar que rememora el ataque turco del que fue víctima la isla en 1558. Asimismo, muchos turistas tienen la suerte de disfrutar de algún espectáculo conmemorativo en la Plaza de la Esplanada.
Otros sitios de interés en este destino son el Castillo de San Nicolás, el cual data de finales de siglo XVIII, además del Museo Municipal y el Puerto de la Ciudadela. El primero guarda preciados objetos de la localidad, mientras que en la segunda excursión es posible disfrutar de una apetecible y variada gastronomía mediterránea, en cualquiera los muchos restaurantes del puerto.
Entre las excursiones más demandadas por los visitantes, están los paseos en Vela al atardecer. Un momento en el que los más románticos pueden contemplar las distintas tonalidades y colores en el cielo mientras el sol va dando paso a la noche.
