El camino de Santiago es uno de esos viajes cargados de magia, historias, leyendas y misticismo. Desde su propio origen, hasta cada piedra del camino de las diferentes rutas jacobeas. Estos caminos han sido atravesados por miles de peregrinos a lo largo de los siglos, y con el paso de los años se fueron configurando diferentes leyendas y mitos. Históricamente, los peregrinos tenían por costumbre contarse historias, experiencias y leyendas cuando coincidían al final de etapa, después de cenar al calor de la lumbre.
Así, poco a poco, por tradición oral se fueron conservando leyendas populares que fueron recogidas por los monjes en las bibliotecas de los monasterios. No es de extrañar pues, que rutas como el Camino Francés sean Patrimonio de la Humanidad, ya que además de conservar buena parte del patrimonio histórico artístico medieval de nuestro país, son la cuna de las grandes historias y leyendas del camino de Santiago, conformando su patrimonio cultural e inmaterial.
En este artículo queremos presentaros las principales leyendas del Camino de Santiago, desde su propio origen a las leyendas asociadas a su ruta más popular: el camino Francés. Quizá después de leer estas líneas te sientas con ganas de emprender un recorrido por los principales misterios del camino, quién sabe.
El origen del camino de Santiago: ¿mito o realidad?
La historia de las peregrinaciones a Santiago de Compostela comienza cuando hallan el sepulcro con los restos del apóstol Santiago en Compostela, en el siglo VIII. Según la historia, cuando Santiago murió, fue transportado en una barca de piedra por sus discípulos Teodoro y Atanasio hasta Galicia. La barca llegó hasta Padrón, territorio dominado por la reina Lupa y por aquel entonces conocido como Iria Flavia. Los dos hombres solicitaron a la reina Lupa que por favor les dejase enterrar a Santiago en sus tierras, pero ella era una reina pagana y no se creía nada de la fe cristiana, por lo que les sometió a una serie de pruebas.

Cuenta la leyenda que una de las pruebas que les puso para justificar la fe cristiana, fue mandarlos a una colina a buscar a unos bueyes, que en realidad eran unos toros salvajes. La reina Lupa pensaba que Atanasio y Teodoro no serían capaces de doblegar a los toros, pero a base de rezos, estos consiguieron amansar a las fieras y lograr que tirasen del carro. Una vez conseguida la hazaña, volvieron junto a la reina Lupa, la cual intentando que los restos del apóstol no descansasen en sus tierras les mandó a unas tierras habitadas por un dragón. De nuevo, los discípulos mediante un acto de fe dieron muerte al dragón y acabaron con la amenaza. Entonces, la reina Lupa se convenció del poder divino de la palabra de Dios y se convirtió al cristianismo dejando que los restos del apóstol Santiago descansasen en sus tierras.
Finalmente enterraron a Santiago en Campus Stellae (actual Santiago de Compostela) y una vez muertos sus discípulos fueron sepultados con él. Allí permaneció el sepulcro pasando desapercibido hasta ser encontrado una noche por el ermitaño Pelayo 8 siglos después. Tras descubrir el sepulcro al cual había sido guiado por un reguero de estrellas, Pelayo fue a informar al obispo Teodomiro de lo que había encontrado. Teodomiro no dudó de que se trataba de los restos del Apóstol Santiago y sus discípulos. Entonces, Teodomiro viajó a la capital del reino, Oviedo, para informar del hallazgo al rey Alfonso II el Casto. El rey inició la primera peregrinación a Santiago para ver el sepulcro del apóstol, siendo de esta forma el primer peregrino de la historia. Esta primera peregrinación configuró la primera ruta que hoy conocemos como camino Primitivo.
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Leyenda del milagro del gallo y la gallina
Aquí va una de las leyendas más famosas del camino, que transcurre en Santo Domingo de la Calzada en el siglo XIV. Cuenta la leyenda que un muchacho alemán estaba peregrinando con su familia a Santiago de Compostela. A su llegada al mesón en el que se hospedaba en Santo Domingo de la Calzada, la joven que allí trabajaba quedó prendada del apuesto mozo alemán, pero tuvo la mala suerte de que él no la correspondió. Ella, despechada, deslizó con disimulo una copa de plata entre el petate del mozo, para acusarle de robo. Al día siguiente la familia fue llevada ante la justicia y al muchacho se le condenó a morir en la horca acusado de robo.
Los padres del joven peregrino, rezaron y rezaron al apóstol y le imploraron ayuda para su pobre hijo, pero el muchacho fue ahorcado. Con gran pesar, los padres descolgaron el cuerpo sin vida de su hijo de la horca y de repente el chico habló, para decirles que seguía vivo por la gracia de Santiago Apóstol. Emocionados, los padres comunicaron el milagro al regidor del pueblo, que justo en ese momento estaba en disposición de empezar a comer. Este, al oír la historia exclamó: “eso es imposible, el muchacho está tan muerto como estas aves que me voy a comer”. Justo al pronunciar esas palabras, para sorpresa de todos, las aves que estaban en la mesa comenzaron a cacarear y a caminar.
Nacida en esta leyenda, conservamos hoy en día el famoso dicho que reza: “En Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada”.
Leyenda de Fuente Reniega
Esta es la historia de un peregrino que estaba realizando el ascenso de un monte cercano a Pamplona al chorro del sol en verano. El pobre hombre iba ya cansado y sediento, y la oportunidad fue aprovechada por el diablo para aparecérsele y tentarle. El diablo intentó que el joven negase su fe tres veces en beneficio de obtener agua. Primero le propuso que negase a Dios, luego a la Virgen y luego al Apóstol Santiago. El peregrino, de fe fuerte, se negó y comenzó a rezar. Con el acto de fe de la oración, el demonio se esfumó y allí donde se encontraba apareció una fuente de agua. Una vez aparecida la fuente, el peregrino pudo calmar su sed

La gallina de los huevos de oro
Érase una vez un hombre que tenía una gallina que ponía un huevo de oro cada día. El hombre fue haciéndose cada vez más avaricioso y en su afán por hacerse más rico decidió abrir la barriga del ave, con el objetivo de conseguir más huevos y hacerse más rico. Pero una vez muerto el animal, allí no encontró nada y fue el fin de su fortuna.
Otras habladurías cuentan, que esta gallina existió de verdad y que fue enterrada por los Templarios en las inmediaciones del pueblo de Terradillos de los Templarios, una localidad asociada a la ruta del camino Francés.
Leyenda del Misterio de Óbanos
Cuenta la leyenda que la princesa Felicia de Aquitania, después de hacer el camino de Santiago, tuvo una revelación de fe y decidió que iba a dedicar su vida a ayudar a los pobres. Su hermano Guillermo no quería ese destino para su hermana y fue a buscarla. Felicia estaba decidida a vivir así su vida y así se lo comunicó a su hermano. Él, cegado por la rabia ante la desobediencia de su hermana la apuñaló. Arrepentido y consternado, Guillermo confesó a la iglesia su pecado su forma de hacer penitencia por sus pecados fue la de hacer la peregrinación a Santiago. Tras su camino, tuvo una revelación y consagró su vida a los demás en Óbanos. Actualmente conocemos la ermita con el nombre de San Guillermo. El misterio es: ¿Por qué estos dos hermanos decidieron hacer lo mismo?
El misterio descubierto por los pastores de Estella
La historia transcurre en el año 1085, cuando unos pastores estaban llevando a sus ovejas a pastar en las inmediaciones del monte Puy. Los pastores venían observando que en la noche, algunas estrellas del cielo estaban cayendo en un punto concreto del monte. La situación era como un anuncio de algo, por lo que decidieron acercarse para ver qué pasaba. Al llegar allí, descubrieron una cueva, en la que se encontraba, en el interior, una imagen de la virgen. Los pastores fueron corriendo al pueblo a contárselo al sacerdote de la parroquia y allí fueron todos para mover la imagen de la virgen a la iglesia. Para su sorpresa, cuando intentaron moverla no fueron capaces. Era como si una especie de fuerza de otro mundo atase a la virgen a ese lugar. Entonces, el sacerdote mandó construir un santuario para albergar la imagen de la virgen.
Años más tarde, el rey Sancho Ramírez de Navarra, fundó Estella con el fin de proteger el santuario y a aquellos peregrinos del camino francés.
Leyenda de Virila del monasterio de Leyre
Érase una vez un abad llamado Virila que vivía en un monasterio en la sierra de Leyre. Virila estaba obsesionado con la idea de la eternidad y rogaba a Dios en sus plegarias que por favor le iluminase sobre ese misterio para dejar de estar tan preocupado. Un día, como todas las mañanas, Virila salió a pasear por el bosque. Tras una buena caminata se sentó a descansar y reposar un rato junto a una fuente, en la que permaneció, en su percepción, durante unas horas, absorto escuchando el canto de un pequeño ruiseñor. Tras ese tiempo y ya descansado, se levantó y se dirigió nuevamente al monasterio. Al entrar, le resultó extraño el hecho de no reconocer a ninguno de sus hermanos monjes. El pobre Virila, confundido, fue hasta las dependencias del Prior, al que tampoco reconoció, y le explicó la situación. El prior del monasterio escuchó estupefacto a Virila y se dirigió a la biblioteca para buscar en el archivo del monasterio. Revisando antiguos documentos descubrieron que hacía trescientos años, un monje conocido como San Virila, había vivido en el monasterio y había fallecido devorado por unas fieras en uno de sus paseos matutinos. El abad Virila, consternado, comprendió que el monje que aparecía en el libro era él. Finalmente el señor le había iluminado sobre la eternidad.
Leyenda del pájaro y la virgen
Esta historia proviene del siglo XIX y se desarrolla en Puente la Reina. En el puente de Puente la Reina, valga la redundancia, está la capilla de la Virgen de Puy, la cual estaba en la torre principal del puente. Se dice que un pequeño pajarillo comenzó a volar de cuando en cuando para llegar hasta la Virgen, con el objetivo de limpiar con su pico la imagen de la Virgen.
Las gentes del pueblo, ante aquella extraordinaria situación, esperaban expectantes las visitas de la pequeña ave. Después del paso inevitable del tiempo, comenzaron a considerarse las visitas del pájaro como un augurio de buenos presagios, y se crearon celebraciones asociadas a sus apariciones.
Leyenda del Asno entregado por el apóstol
Un buen día, llegaron a Pamplona un peregrino francés y su familia. Decidieron pasar la noche allí y se alojaron en un hostal. Desafortunadamente, la mujer enfermó de repente de forma muy grave, lo cual les obligó a quedarse más tiempo del que pensaban en Pamplona, hasta que se recuperase. Pero finalmente la mujer murió y la experiencia de la peregrinación se convirtió en algo realmente trágico para el peregrino y su familia. No obstante, con gran pesar el hombre decidió continuar hasta Santiago de Compostela acompañado de sus dos hijos. Cuando fue a saldar la deuda con el hospedero de Pamplona, como habían permanecido tanto tiempo allí, no tenía el dinero suficiente para pagarle. Entonces el peregrino le entregó al hospedero el asno como pago por su deuda.
Ya en el Camino, la familia hizo un alto para rezarle al apóstol pidiendo ayuda y al poco tiempo se encontraron a un anciano que les prestó un pollino para ayudarles en las largas jornadas de camino. Cuando llegaron a Santiago de Compostela, el peregrino se vio de repente abrumado por la imagen del apóstol Santiago, a quién reconoció como el anciano que les había ayudado en el camino. Retornando ya a su hogar, cuando la familia pasó por Pamplona de nuevo, se encontraron con la noticia de que el hospedero que les había alojado, había fallecido. La leyenda cuenta que el mesonero murió de un accidente como castigo divino por la avaricia y la falta de compasión que había mostrado con los peregrinos.
La sombra del peregrino de la Quintana
En la plaza de la Quintana, la cara opuesta al Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela, la arquitectura proyecta todas las noches una sombra que se asemeja a la silueta de un peregrino. Según se cuenta, la silueta puede pertenecer a un pobre clérigo que loco de amor por una monja del convento de San Paio de Antealtares, trazó un plan con ella para fugarse de sus respectivas responsabilidades religiosas. Decidieron que se fugarían disfrazados de peregrinos, pero la noche de la huida ella no apareció. Supuestamente la sombra que se proyecta en la Quintana, es el alma en pena del clérigo que espera a su amor todas las noches.
También hay otra historia que dice que la sombra pertenece al alma penitente de un avaricioso noble parricida, que por su homicidio fue condenado a peregrinar a Santiago de Compostela para expiar sus pecados. En el transcurso del viaje el hombre cometió dos nuevos asesinatos. Cuando llegó a Santiago no había hospederías libres, por lo que el hombre se dirigió a dormir a la plaza de la Quintana, al abrigo del muro que limitaba la catedral, como tantos peregrinos siguen haciendo a día de hoy. En medio de la noche se despertó sobresaltado por una aparición de su padre, que le condenaba a aguardar penitente en ese lugar, hasta que le llegase la absolución por parte de las almas que había arrebatado.
El suceso milagroso de O Cebreiro
La presente historia se desarrolla en el siglo XV de nuestro tiempo. En este momento, vivía un hombre de Barxamaior que iba todos los días a misa a O Cebreiro. Daba igual si llovía, tronaba, nevaba o hacía sol, el hombre subía religiosamente todos los días a misa sin importar las condiciones o adversidades. Así fue, que un día de nevada intensa, el hombre peleó y peleó con las inclemencias meteorológicas para llegar a la iglesia. Cuando llegó, se encontró con que el cura estaba ya oficiando la misa para sí, ya que en su cabeza había imaginado que nadie acudiría a la iglesia ese día.
Por aquel entonces, era habitual que las personas pobres fueran a misa en busca de la comunión, para comer un poco de pan y beber un poco de vino. Entonces el cura, pensándose que el hombre venía a la iglesia solamente por eso, lo reprendió y lo trató de loco por haberse expuesto a la nevada por un mísero trozo de pan. Justo en ese preciso instante la hostia se convirtió en carne, el vino del cáliz se tornó sangre, y el cura se desplomó muerto. Se dice que la transformación del vino en sangre enlaza con el mito de que en O Cebreiro se oculaba el Santo Grial. Más tarde, los Reyes Católicos, conocedores del milagro y de la teoría del Santo Grial, viajaron a aquel lugar para donar un relicario que hoy en día aún sigue en la iglesia de O Cebreiro.
¿Te animas a recorrer el camino Francés y visitar los lugares de las leyendas? Quizá tu también tengas una aparición, o encuentres la gallina de los huevos de oro… ¿quién sabe?